Úlceras por presión, estadios 3 y 4

Las úlceras por presión son áreas localizadas de necrosis tisular que se desarrollan típicamente cuando el tejido blando se comprime entre una prominencia ósea y una superficie externa durante un largo periodo de tiempo. Las úlceras de decúbito de estadio 3 implican la pérdida de todo el grosor de la piel, que puede llegar hasta la capa de tejido subcutáneo. Las úlceras por presión de estadio 4 se extienden aún más profundamente, exponiendo el músculo, el tendón, el cartílago o el hueso subyacentes.

Síntomas de las úlceras por presión de estadio 3 y 4

Las úlceras por presión de estadio 3 y 4 tienen una afectación más profunda del tejido subyacente con una destrucción más extensa. El estadio 3 afecta a todo el grosor de la piel y puede extenderse hasta la capa de tejido subcutáneo; a menudo hay tejido de granulación y epíbolos (bordes de la herida enrollados). En este estadio, puede haber socavación y/o tunelización que hace que la herida sea mucho más grande de lo que parece en la superficie. Las úlceras por presión de la fase 4 son las más profundas y se extienden hasta el músculo, el tendón, el ligamento, el cartílago o incluso el hueso.

Úlcera de presión sacra, estadio 4

Figura 1: Úlcera por presión sacra en estadio 4

Úlcera por presión en cadera, Estadio III

Figura 2: Úlcera por presión en estadio 3 en la cadera

Etiología

Se acepta que las úlceras por presión están causadas por tres fuerzas tisulares diferentes:

Presión prolongada: En la mayoría de los casos, esta presión está causada por la fuerza del hueso contra una superficie, como cuando un paciente permanece en posición sentada o supina durante un periodo prolongado. Cuando esta presión supera la presión capilar del tejido, priva a los tejidos circundantes de oxígeno y puede provocar una necrosis tisular si no se trata.

Corte: Esta fuerza suele ser el resultado de que la piel de un paciente permanezca en un lugar mientras la fascia profunda y el músculo esquelético se deslizan hacia abajo, lo que puede pellizcar los vasos sanguíneos y, a su vez, provocar isquemia y necrosis tisular.

Fricción: La fricción es la fuerza opuesta a la fuerza de cizallamiento. Esto puede causar un traumatismo tisular microscópico y macroscópico, específicamente cuando el paciente se mueve a través de la superficie de apoyo.

Además, la humedad de la incontinencia, la transpiración o el exudado puede aumentar el coeficiente de fricción entre la piel y la superficie, haciéndola más susceptible al daño por fricción. El aumento de la humedad también puede debilitar las uniones entre las células epiteliales, dando lugar a la maceración de la piel, lo que también hace que la piel sea más susceptible a los daños por presión, cizallamiento y fricción.

Factores de riesgo

  • Immovilidad o movilidad limitada
  • Lesión medular
  • Enfermedades que afectan al flujo sanguíneo como la diabetes o la aterosclerosis
  • Piel frágil
  • Incontinencia urinaria o fecal
  • Poca nutrición o deshidratación
  • .
  • Disminución de la conciencia mental
  • Obesidad
  • Neuropatía
  • Fiebre
  • Anemia
  • Infección
  • Isquemia
  • Por lo tanto, el paciente no debe ser tratado como tal.
  • Hipoxemia
  • Enfermedad neurológica
    • Complicaciones

      La infección es la complicación principal más común de las úlceras por presión. Si la úlcera progresa lo suficiente, puede dar lugar a osteomielitis (infección del hueso subyacente) o a tractos sinusales, que a su vez pueden ser superficiales o conectarse a estructuras más profundas.

      Tratamiento de las úlceras por presión de estadio 3 y 4

      El objetivo del tratamiento de las úlceras por presión de estadio 3 y 4, es desbridar y vendar adecuadamente la cavidad de la herida, crear o mantener la humedad para una curación óptima y proteger la herida de la infección. El objetivo de descargar adecuadamente la presión de la zona sigue siendo válido. En estas fases de la úlcera de decúbito, debe hacerse más hincapié en la nutrición e hidratación adecuadas para favorecer la cicatrización de la herida. Si la extensión de la úlcera de decúbito u otros factores impiden su correcta cicatrización, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para cerrar la herida.

      Las siguientes precauciones pueden ayudar a minimizar el riesgo de desarrollar úlceras de decúbito en los pacientes de riesgo y a minimizar las complicaciones en los pacientes que ya presentan síntomas:

      • El paciente debe ser cambiado de posición teniendo en cuenta el nivel de actividad, la movilidad y la capacidad de cambiar de posición de forma independiente. El cambio de posición a las 2 horas es el estándar en muchos centros, pero algunos pacientes pueden requerir un cambio de posición más o menos frecuente, dependiendo de la lista anterior.
      • Mantener la piel limpia y seca.
      • Evitar masajear las prominencias óseas.
      • Proporcionar una ingesta adecuada de proteínas y calorías.
      • Mantener los niveles actuales de actividad, movilidad y amplitud de movimiento.
      • Utilizar dispositivos de posicionamiento para evitar la presión prolongada de las prominencias óseas.
      • Mantener la cabecera de la cama lo más baja posible para reducir el riesgo de cizallamiento.
      • Mantener las sábanas secas y sin arrugas.
      • Merck Sharp & Dohme Corp. Úlceras por presión. The Merck Manual.

        Panel asesor nacional sobre lesiones por presión. Prevención y tratamiento de las úlceras/lesiones por presión: Guía de práctica clínica. The International Guideline 2019

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *