10 sabrosas bayas silvestres que debes probar (y 8 venenosas que debes evitar)

Por Ryan Raman

Las fresas, los arándanos y las frambuesas se encuentran comúnmente en las tiendas de comestibles, pero muchas bayas igualmente deliciosas abundan en la naturaleza.

Las bayas silvestres prosperan en muchos climas y están repletas de nutrientes y potentes compuestos vegetales. Aunque las bayas silvestres pueden ser ácidas, son bastante versátiles y se pueden disfrutar de una gran variedad de maneras.

Sin embargo, algunas bayas silvestres contienen compuestos tóxicos. Si se consumen en altas cantidades, pueden causar síntomas incómodos o incluso ser fatales.

Aquí hay 10 bayas silvestres deliciosas y seguras que puedes comer – y 8 venenosas que debes evitar.

Las moras

Las moras son el fruto de varias especies de la planta Sambucus.

Se desarrollan en regiones templadas a subtropicales del hemisferio norte. El fruto suele crecer en pequeños racimos y es de color negro, negro azulado o púrpura.

Aunque las bayas de la mayoría de las variedades de Sambucus son comestibles, la variedad Sambucus nigra L. ssp. canadensis es el tipo más consumido.

Es importante tener en cuenta que las bayas de saúco necesitan ser cocinadas para inactivar los compuestos alcaloides que pueden causar náuseas si las bayas se comen crudas (1).

Las bayas de saúco tienen un sabor ácido, por lo que suelen cocinarse y endulzarse para hacer zumos, mermeladas, chutneys o vino de saúco.

Estas bayas son una gran fuente de vitamina C, ya que 1 taza (145 gramos) proporciona el 58% de sus necesidades diarias. La vitamina C desempeña muchas funciones vitales en el organismo, pero es especialmente importante para el sistema inmunitario.

Las bayas de saúco también son ricas en vitamina B6, que favorece la función inmunitaria.

La composición de nutrientes de las bayas de saúco y de los productos de saúco las hace especialmente eficaces para reforzar la salud inmunitaria.

Por ejemplo, un estudio realizado en 312 adultos descubrió que tomar 300 mg de un suplemento de extracto de bayas de saúco antes y después de viajar redujo significativamente la duración y la gravedad de los resfriados, en comparación con un placebo.

Resumen

Las bayas de saúco tienen un sabor ácido y picante cuando están crudas, por lo que es mejor disfrutarlas cocinadas. Están repletas de vitamina C y vitamina B6, que contribuyen a la salud inmunológica.

Moras de la nube

Las moras de la nube son bayas de la planta Rubus chamaemorus, que crece en zonas elevadas, frescas y pantanosas del hemisferio norte.

La planta de mora de los pantanos tiene flores blancas y el fruto, de color amarillo a naranja, se parece a una frambuesa.

Las moras frescas son suaves, jugosas y bastante ácidas. Su sabor se describe mejor como una mezcla entre frambuesas y grosellas rojas, con un toque de dulzura floral. Se pueden comer crudos.

Los moras tienen un alto contenido en vitamina C, proporcionando el 176% de sus necesidades diarias en 100 gramos.

También tienen un alto contenido en elagitaninos, que son potentes antioxidantes que pueden ayudar a proteger sus células del daño de los radicales libres.

Además, según estudios realizados en animales y en tubos de ensayo, los elagitaninos pueden tener efectos anticancerígenos, reforzar el sistema inmunitario y combatir la inflamación.

Resumen

Las moras tienen un sabor ligeramente ácido y dulce. Contienen potentes antioxidantes conocidos como elagitaninos que pueden proteger contra el daño de los radicales libres y ofrecer otros beneficios para la salud.

Madruga de la suerte

La mora de la suerte es el nombre norteamericano de las bayas de varias especies de plantas de los géneros Vaccinium y Gaylussacia.

Las moras de la suerte silvestres crecen en regiones montañosas, bosques, pantanos y cuencas lacustres del noroeste de América y el oeste de Canadá. Las bayas son pequeñas y de color rojo, azul o negro.

Las arándanos maduros son bastante dulces con un poco de acidez. Aunque se pueden comer frescas, a menudo se convierten en sabrosas bebidas, mermeladas, pudines, caramelos, jarabes y otros alimentos.

Las arándanos son ricos en poderosos antioxidantes, incluyendo antocianinas y polifenoles. De hecho, contienen más de estos compuestos beneficiosos que las frutas ricas en antioxidantes como los arándanos.

Las dietas ricas en antocianinas y polifenoles se han relacionado con impresionantes beneficios para la salud, incluyendo la reducción de la inflamación, un menor riesgo de enfermedades del corazón y efectos anticancerígenos.

Resumen

Las arándanos son bastante dulces con un poco de acidez y se pueden disfrutar frescas o cocidas. Son ricas en poderosos antioxidantes, incluyendo antocianinas y polifenoles.

Grosellas espinosas

Las grosellas espinosas pertenecen a dos grandes grupos – las grosellas europeas (Ribes grossularia var. uva-crispa) y las grosellas americanas (Ribes hirtellum).

Son nativas de Europa, Asia y América del Norte y crecen en un arbusto de aproximadamente 3-6 pies (1-1,8 metros) de altura. Las bayas son pequeñas, redondas y varían de color verde a rojo o púrpura.

Las grosellas pueden ser muy ácidas o muy dulces. Se comen frescas o se utilizan como ingrediente en tartas, vinos, mermeladas y jarabes.

Tienen un alto contenido en vitamina C, ya que 1 taza (150 gramos) aporta el 46% de la ingesta diaria de referencia (IDR).

Además, la misma ración contiene la friolera de 6,5 gramos de fibra dietética, lo que supone el 26% del valor diario. La fibra dietética es un tipo de carbohidrato no digerible que es esencial para una digestión saludable.

También contienen el ácido protocatechuico antioxidante, que ha demostrado tener efectos antibacterianos, antiinflamatorios y anticancerígenos en estudios con animales y en tubos de ensayo.

Aunque estos resultados son prometedores, se necesitan más investigaciones en humanos para confirmar estos beneficios potenciales.

Resumen

Las grosellas pueden ser ácidas o dulces y disfrutarse frescas o cocinadas. Tienen un alto contenido en fibra, vitamina C y el antioxidante ácido protocatéquico.

Frutos de la zanahoria

Los frutos de la zanahoria (Aronia) crecen en un arbusto nativo del este de Norteamérica.

Tienen un sabor semidulce pero ácido y se pueden comer frescas, aunque es más común que se conviertan en vinos, mermeladas, cremas para untar, zumos, tés y helados.

Las chokeberries suelen crecer en bosques húmedos y pantanos. Hay tres especies principales de chokeberry: la chokeberry roja (Aronia arbutifolia), la chokeberry negra (Aronia melanocarpa) y la chokeberry púrpura (Aronia prunifolia).

Las bayas de choke son especialmente ricas en vitamina K, un nutriente que favorece la salud de los huesos y es necesario para importantes funciones corporales, como la correcta coagulación de la sangre.

También son ricas en antioxidantes, como los ácidos fenólicos, las antocianinas, los flavonoles y las proantocianidinas. Estos potentes compuestos vegetales confieren a las chokeberries una de las mayores capacidades antioxidantes de todas las frutas.

Resumen

Las chokeberries tienen un sabor semidulce pero ácido y se pueden disfrutar frescas o cocinadas. Tienen un alto contenido en vitamina K y numerosos antioxidantes.

Moras

Las moras (Morus) son un grupo de plantas con flores que pertenecen a la familia de las Moráceas.

Crecen en regiones de templadas a subtropicales en los hemisferios norte y sur. Las moras son frutos múltiples, lo que significa que crecen en racimos.

Las bayas tienen una longitud de aproximadamente 3/4 a 1 1/4 pulgadas (2-3 cm) y suelen ser de color púrpura oscuro a negro. Algunas especies pueden ser rojas o blancas.

Las moras son jugosas y dulces y pueden disfrutarse frescas o en tartas, cordiales e infusiones. Están repletas de vitamina C y proporcionan buenas cantidades de vitaminas del grupo B, magnesio y potasio.

Además, 1 taza (140 gramos) de moras ofrece un impresionante 14% de las necesidades diarias de hierro. Este mineral es necesario para procesos importantes en su cuerpo, como el crecimiento, el desarrollo y la producción de células sanguíneas.

Además, las moras están repletas de antocianinas, que son pigmentos vegetales que son fuertes antioxidantes.

Estudios en animales y en tubos de ensayo demuestran que el extracto de moras puede ayudar a reducir los niveles de azúcar en sangre, ayudar a la pérdida de peso, combatir el cáncer y proteger el cerebro de los daños.

Todos estos beneficios pueden deberse a su alta concentración de antioxidantes, entre los que se encuentran las antocianinas.

Resumen

Las moras son bayas jugosas y dulces que están deliciosas frescas o cocinadas. Tienen un alto contenido en hierro y en antioxidantes antociánicos.

Bayas de salmón

Las bayas de salmón son el fruto de la planta Rubus spectabilis, que pertenece a la familia de las rosas.

Las plantas son nativas de América del Norte, donde pueden crecer hasta 6,6-13 pies (2-4 metros) de altura en los bosques costeros húmedos y a lo largo de las costas.

Las moras de salmón son de color amarillo a rojo anaranjado y se parecen a las moras. Son bastante insípidas y se pueden comer crudas.

Sin embargo, se combinan comúnmente con otros ingredientes y se convierten en mermelada, caramelo, jalea y bebidas alcohólicas.

Las salmoneras son una buena fuente de manganeso, proporcionando el 55% de la IDR en 3,5 onzas (100 gramos). El manganeso es esencial para el metabolismo de los nutrientes y la salud de los huesos, y tiene potentes efectos antioxidantes.

Las bayas también contienen buenas cantidades de vitaminas K y C, ofreciendo el 18% y el 15% de la IDR en una porción de 3,5 onzas (100 gramos), respectivamente.

Resumen

Las bayas de salmón son bastante insípidas cuando están frescas, por lo que se suelen preparar en mermeladas, vinos y otros alimentos. Son una buena fuente de manganeso y de vitaminas C y K.

Bayas de Saskatoon

Amelanchier alnifolia es un arbusto originario de América del Norte.

Crece entre 3 y 26 pies (1-8 metros) de altura y produce frutos comestibles conocidos como bayas de saskatoon. Estas bayas de color púrpura tienen un diámetro aproximado de 5 a 15 mm.

Tienen un sabor dulce y a nuez y se pueden comer frescas o secas. Se utilizan en tartas, vinos, mermeladas, cerveza, sidra y, a veces, en cereales y mezclas de frutos secos.

Las bayas de saskatoon son una de las mejores fuentes de riboflavina (vitamina B2), ya que contienen casi 3 veces las necesidades diarias en 100 gramos.

La riboflavina -como otras vitaminas del grupo B- desempeña un papel esencial en la producción de energía. Es necesaria para convertir tus alimentos en energía y puede proteger tu sistema nervioso contra trastornos como la enfermedad de Parkinson y la esclerosis múltiple.

Resumen

Las bayas de saskatoon tienen un sabor dulce y a nuez y se pueden disfrutar tanto frescas como secas. Son increíblemente altas en riboflavina, un nutriente muy importante.

Muscadina

La muscadina (Vitis rotundifolia) es una especie de vid nativa de los Estados Unidos.

Las muscadinas tienen una piel gruesa que va del bronce al morado oscuro y al negro. Tienen un sabor muy dulce pero almizclado, y la textura de su pulpa es similar a la de las ciruelas.

Las moscadinas están repletas de riboflavina (vitamina B2), y una ración de 3,5 onzas (100 gramos) proporciona el 115% de la IDR. También tienen un alto contenido en fibra dietética, ya que contienen 4 gramos por una ración de 100 gramos, lo que supone el 16% del valor diario.

La fibra dietética puede ayudar a reducir los niveles de colesterol en sangre, promover una digestión saludable y aumentar la pérdida de peso y la sensación de saciedad.

Estas frutas parecidas a las uvas no sólo tienen un alto contenido en riboflavina y fibra dietética, sino que también contienen resveratrol.

Este antioxidante se encuentra en la piel de las uvas. Los estudios en humanos y animales muestran que el resveratrol promueve niveles saludables de azúcar en la sangre y puede proteger contra las enfermedades del corazón y ciertos cánceres.

Resumen

Las bayas de la muscadina tienen un sabor dulce pero almizclado. Tienen un alto contenido en fibra, riboflavina y resveratrol, un potente antioxidante.

Bufaloberries

Las buffaloberries (Shepherdia) son el fruto de pequeños arbustos de la familia de las Elaeagnaceae.

Las plantas son nativas de América del Norte y tienen una altura de 1 a 4 metros. El búfalo plateado (Shepherdia argentea) es la especie más común. Tiene hojas verdes cubiertas de finos pelos plateados y flores de color amarillo pálido que carecen de pétalos.

Las bayas de búfalo tienen una piel áspera y de color rojo oscuro con pequeños puntos blancos. Las bayas frescas son bastante amargas, por lo que a menudo se cocinan y se convierten en deliciosas mermeladas, jaleas y jarabes. Comer demasiadas de estas bayas en cualquier forma puede provocar diarrea.

Estas bayas están repletas de antioxidantes, entre ellos el licopeno.

El licopeno es un potente pigmento que da a las frutas rojas, naranjas y rosas su color característico. Se ha relacionado con una serie de beneficios para la salud.

Por ejemplo, los estudios han asociado el licopeno con un menor riesgo de enfermedades del corazón, ciertos tipos de cáncer y afecciones oculares, como las cataratas y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).

Resumen

Las bayas bufalinas son bastante amargas, pero se pueden convertir en deliciosas mermeladas y jarabes. Tienen un alto contenido en licopeno, un antioxidante relacionado con la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas, afecciones oculares y ciertos tipos de cáncer.

8 bayas silvestres venenosas que debes evitar

Aunque muchas bayas silvestres son deliciosas y seguras de comer, algunas deberías evitarlas.

Ciertas bayas contienen compuestos tóxicos que pueden causar efectos secundarios incómodos o fatales.

Aquí hay 8 bayas silvestres venenosas que debe evitar:

  1. Bayas de acebo. Estas pequeñas bayas contienen el compuesto tóxico saponina, que puede causar náuseas, vómitos y calambres estomacales.
  2. Muérdago. Esta popular planta navideña tiene bayas blancas que contienen el compuesto tóxico foratoxina. Puede causar problemas estomacales y un ritmo cardíaco lento (bradicardia), así como toxicidad cerebral, renal y de las glándulas suprarrenales.
  3. Cerezas de Jerusalén. También conocida como naranja de Navidad, esta planta tiene bayas de color amarillo-rojo que contienen solanina, un compuesto que puede causar infecciones gastrointestinales, calambres estomacales y un latido irregular del corazón (taquicardia).
  4. Agridulce. También llamada belladona, las bayas de esta planta contienen solanina. Son similares a las cerezas de Jerusalén y pueden causar efectos secundarios similares.
  5. Bayas de Pokeweed. Estas bayas púrpuras se parecen a las uvas, pero contienen compuestos tóxicos en las raíces, las hojas, el tallo y el fruto. Esta planta tiende a volverse más tóxica a medida que madura, y comer las bayas es potencialmente mortal.
  6. Bayas de hiedra. De color púrpura-negro a naranja-amarillo, estas bayas contienen la toxina saponina. Pueden causar náuseas, vómitos y calambres estomacales.
  7. Bayas de tejo. Estas bayas de color rojo brillante contienen semillas potencialmente tóxicas. Un estudio demostró que comer demasiadas semillas de tejo provocaba convulsiones.
  8. Bayas de la enredadera de Virginia. Estas bayas de vid trepadora contienen cantidades tóxicas de oxalato de calcio. Consumir demasiado de este compuesto puede tener efectos tóxicos en los riñones.
  9. Esta lista no es exhaustiva, y muchas otras bayas venenosas crecen en la naturaleza. Algunas bayas tóxicas tienen incluso un aspecto similar al de las comestibles.

    Por este motivo, hay que tener la máxima precaución al recoger bayas silvestres. Si alguna vez no está seguro de si una baya silvestre es segura, es mejor evitarla.

    Resumen

    Muchas bayas silvestres contienen compuestos tóxicos. Tenga mucha precaución cuando recoja bayas silvestres para su consumo.

    Finalidad

    Muchas bayas silvestres son deliciosas y seguras de comer.

    Suelen estar repletas de nutrientes y potentes antioxidantes que pueden aportar diversos beneficios para la salud, como aumentar la inmunidad, proteger el cerebro y el corazón y reducir el daño celular.

    Sin embargo, algunas bayas silvestres son venenosas y potencialmente mortales. Si no estás seguro de una especie de baya silvestre, es mejor evitar su consumo, ya que no vale la pena el riesgo.

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