18 Señales de que tienes un sentido del yo poco desarrollado (+ qué hacer)

Si eres seguidor de alguna forma de espiritualidad (o religión), es probable que te hayas encontrado con la noción de que el ego es «malo» y es el enemigo de tu crecimiento.

Incluso te habrás encontrado con escritores, maestros y conferenciantes que propagan la idea de la muerte del ego; la purga, la matanza o el intento desesperado de trascender el ego para alcanzar estados de dicha y unidad cósmica.

Sí, es cierto que tener un sentido del yo puede ser tremendamente limitante y destructivo. PERO si sólo vemos al ego como «malo» no estamos viendo el panorama completo.

Imagen del Diario de Trabajo de la Sombra


Tener un fuerte sentido del yo no sólo es vital en la vida cotidiana sino que también es esencial para el camino espiritual. Sé que puede sonar absurdo pero aguanta. Voy a explicar por qué todos necesitamos un ego claramente definido – especialmente en el camino espiritual – a continuación.

¿Qué es el sentido del yo?

De manera muy simple, tu sentido del yo es la identidad que llevas todo el día, todos los días – es tu sentido de «este soy yo» y «este no soy yo». El sentido del yo, también conocido como el ego, es una imagen que llevamos en nuestra mente sobre quiénes somos. Cuando tenemos un fuerte sentido del yo, somos capaces de diferenciarnos de otras personas. Es el destino biológico, psicológico, emocional y espiritual de todos los seres humanos crear un fuerte sentido del yo.

18 señales de un sentido del yo poco desarrollado

Imagen de una mujer triste que lucha por sentir su sentido del yo

Como persona que fue criada en una secta cristiana fundamentalista, sé muy bien lo importante que es desarrollar una identidad fuerte.

Cuando crecí, cada vez que intentaba afirmar un sentido diferenciado de mí mismo, era derribado por mis padres y la religión fundamentalista que ellos sostenían. La única identidad aceptable que se permitía en mi infancia era la de identificarse con una mentalidad de grupo (es decir, los «siervos justos de Dios») y un ideal religioso (ser un «cristiano bueno y fiel»). El hecho de que no se me diera permiso o espacio para desarrollar una identidad clara significó que desarrollara un débil sentido del yo que desembocó en serios problemas de salud mental, algunos de los cuales todavía estoy superando.

Pero no hace falta ser criado en un ambiente intensamente religioso para desarrollar un débil sentido del yo. Creo que tener un sentido débil del yo es un problema epidémico que infecta a la humanidad en todo el mundo. Me atrevería a decir que la mayoría de nosotros tenemos identidades poco desarrolladas.

¿Por qué?

Tomemos unos momentos para considerar una pregunta básica:

¿Hasta qué punto se honraron las cualidades de autocomprensión y autoconocimiento en tu entorno mientras crecías?

Si eres como la mayoría de la gente, tu respuesta será «no mucho.»

Imagen del Diario de Trabajo en la Sombra


No sólo estas cualidades eran inexistentes (o nunca se hablaba de ellas), sino que probablemente también te enseñaron quién «deberías» ser según los estándares de tus padres y de la sociedad. En otras palabras, nunca se te animó a desarrollar un fuerte sentido del yo.

La falta de desarrollo pleno del yo tiene graves consecuencias. Los síntomas de una identidad débil incluyen:

  • Perder el sentido del yo en las relaciones románticas
  • Tendencias codependientes (en las que tu felicidad depende de que los demás sean felices)
  • Entregadura con tus padres (dificultad para separar tus pensamientos y sentimientos de los pensamientos y sentimientos de tus padres)
  • Incapacidad para crear límites fuertes (lo que resulta en una pérdida masiva de energía)
  • Prioridades dispersas (e.p. ej., no saber gestionar su tiempo y energía)
  • Insuficiencia y dificultad para establecer objetivos
  • No saber qué quiere hacer con su vida
  • Mentalidad de grupo (es decir, tendencia a crear una identidad basada en un ideal sostenido por un grupo de personas)
  • Aumento de la susceptibilidad a la presión de grupo (es decir. ser presionado por otros para hacer cosas que te hacen sentir incómodo o que no son auténticas para ti)
  • Sobrecarga de empatía (empatizar demasiado con los demás que te pierdes a ti mismo)
  • Ansiedad social (sentirse abrumado por los demás porque no tienes una identidad sólida)
  • Baja autoestima (identidad débil + no saber mucho sobre uno mismo = tendencia a sentirse desconfiado y dudar de uno mismo)
  • Ansiedad crónica de bajogrado de ansiedad intensa (debido a que no te sientes en «casa» dentro de ti mismo porque tienes un sentido débil de ti mismo)
  • Sentirte perdido en la vida
  • La tendencia a que los demás se aprovechen de ti
  • Vivir la definición de «felicidad» o «éxito» de otra persona
  • Desconexión de tus verdaderas necesidades, deseos y sueños
  • Sentimientos de vacío en tu interior
  • Haz una pausa por un momento y nota cómo te sientes. Sintoniza con tu cuerpo si eso te ayuda a conectar con la tierra. Cómo te sientes en respuesta a la lista anterior? Si sientes una sensación de malestar físico o surgen emociones fuertes, es probable que esta lista te haya desencadenado. Sentirse provocado aquí es algo bueno porque es una clara señal de que necesitas desarrollar un sentido más fuerte de ti mismo. Pronto exploraremos cómo hacerlo.

    Pero primero, exploremos por qué desarrollar un firme sentido del yo no sólo es tu derecho de nacimiento sino también tu destino.

    9 maneras de desarrollar un fuerte sentido del yo

    Es tu derecho de nacimiento desarrollar tu ego y tu alma.

    Parafraseando al filósofo y teórico integral Ken Wilber, necesitamos despertar y crecer.

    ¿Pero qué significa esto?

    Crecer significa madurar psicológicamente y crear una identidad o ego claro. El psicólogo Carl Jung se refirió al proceso de desarrollo e integración del ego como individuación.

    Sin un ego claro y saludable corremos el riesgo de vivir vidas dispersas, confusas y vacías. Cuando se une a la espiritualidad, un ego poco desarrollado conduce a problemas como la ausencia de discernimiento espiritual que puede llevar al mal uso y al abuso espiritual.

    ¿Qué son el mal uso y el abuso espiritual?

    El abuso espiritual significa ser absorbido por maestros y movimientos espirituales corruptos que buscan poder, dinero y fama. Y sí, hay muchos por ahí. El abuso espiritual también se manifiesta como la mentalidad de culto donde una persona con un débil sentido del yo puede ser fácilmente lavada el cerebro para perder todo el sentido de la soberanía personal.

    El mal uso espiritual, por otro lado, significa dejar que la sombra personal manche la espiritualidad a través del orgullo espiritual, la codependencia espiritual, el narcisismo espiritual y la derivación espiritual. Puedes leer más sobre estas trampas espirituales en nuestro artículo sobre el discernimiento espiritual.

    La vida consiste en el equilibrio. Somos tanto humanos como divinos, así que tiene sentido explorar y desarrollar plenamente ambos lados de nuestra naturaleza.

    Si estás buscando desarrollar un sentido más fuerte de ti mismo, aquí están mis sugerencias:

    Aprende a estar solo

    La soledad puede sonar como una palabra o idea aterradora, pero en realidad es una práctica profundamente nutritiva. Hacer espacio para estar a solas contigo mismo es el mejor primer paso para desarrollar una identidad fuerte. ¿Con qué frecuencia estás realmente solo (sin distracciones tecnológicas) o con gente a tu alrededor? La razón por la que dedicar un tiempo diario a estar solo es tan beneficioso es que crea un espacio para que escuches a tu ser interior. Estar a solas significa dejar de lado todas las distracciones externas y quedarte contigo mismo. Si no has hecho esto mucho antes, puede sonar intimidante. Inconscientemente, muchos de nosotros tememos la soledad porque hace aflorar todo lo que hemos intentado evitar. Pero trata de superar suavemente esta incomodidad y date cuenta de que el tiempo a solas es absolutamente esencial para desarrollar un fuerte sentido de sí mismo.

    Para aliviar cualquier miedo que puedas tener, ponte una tarea que implique la autoexploración. Por ejemplo, intente escribir un diario, expresar artísticamente sus sentimientos y pensamientos, o simplemente sentarse y escuchar algo de música emocional. Encuentra formas de estar contigo mismo y explorar tu mundo interior. Si no tienes mucho tiempo libre, incluye tu tiempo de soledad en una actividad que ya hagas. Por ejemplo, dedica a tus pensamientos y sentimientos la hora de la comida, la pausa para ir al baño, la hora de la ducha o los momentos previos a la cama. En definitiva, cuanto más tiempo dediques a estar a solas y a explorar tu interior, más recuperarás.

    Define claramente tus gustos, disgustos y valores

    Para esta actividad, necesitarás un papel y un bolígrafo. Divide tu hoja en tres partes: una sección para tus gustos, otra para tus disgustos y la última para tus valores. Para la sección de lo que te gusta y lo que no te gusta, piensa en momentos de tu vida en los que te hayas sentido muy feliz o muy infeliz. También puedes pensar en los rasgos que te gustan y te disgustan de otras personas. Anota tus descubrimientos en tu hoja de papel. También puedes reflexionar sobre las cualidades de tus modelos de conducta y de tus enemigos. ¿Qué te gusta y qué no te gusta de cada uno? Anota tus reflexiones.

    Los valores son lo que más honras/respetas en ti mismo y en los demás. Ejemplos de valores son ser generoso, ser honesto, estar en contacto con la espiritualidad, hacer un esfuerzo adicional, etc. Nuestros valores son únicos y provienen de nuestros corazones y almas. Para descubrir tus valores, tendrás que hacerte la siguiente pregunta: «¿De qué cualidades no puedo vivir, tanto en mí como en los demás?» Si esta pregunta no te produce ninguna respuesta contundente, piensa en los momentos de tu vida en los que te has sentido más orgulloso de ti mismo y escríbelos. Qué cualidades motivaron tu comportamiento? Escribe tu respuesta.

    Dibuja límites y di «no»

    Aprende a ser asertivo. Al crear límites firmes, estás fortaleciendo tu sentido del yo al definir lo que está y no está bien en las situaciones sociales. También puedes prestar atención a las personas de tu vida que sobrepasan tus límites con frecuencia. Fíjate en cómo te sientes con cada una de las personas de tu vida: ¿te apoyan y elevan o te hunden? Si te sientes constantemente agotado, deprimido o descontento contigo mismo después de un encuentro con una persona concreta, considera la posibilidad de limitar tu contacto con ella. Tienes todo el derecho a dar un paso atrás, crear reglas y decir «no». Tu tiempo y tu energía son un recurso limitado, así que asegúrate de poner a distancia a quienes te agotan.

    Deja de estar ocupado y sintoniza con tu interior

    Trabajar demasiado puede ser una forma de escapismo socialmente aceptable. ¿Por qué? Cuando nos centramos en conseguir objetivos y ser productivos, al mismo tiempo estamos apartando la atención de nosotros mismos y dirigiéndola hacia el exterior. Ahora bien, no hay nada malo en ser un miembro eficiente de la sociedad. Pero cuidado con utilizar tu vida laboral para escapar de tu vida interior.

    Si estás constantemente pendiente de tu trabajo, considera simplificar tu vida – aunque sea temporalmente. Recorta tus compromisos y haz sólo lo necesario. Dedica el resto de tu tiempo libre a explorarte a ti mismo y a desarrollar el autoconocimiento. Una buena forma de desarrollar un sólido sentido de sí mismo es practicar la atención plena y la meditación. La atención plena te ayuda a reconectar con el momento presente y con lo que sienten tu mente, tu corazón y tu cuerpo. La meditación, por su parte, te ayuda a prestar atención a tus pensamientos internos. Prueba a experimentar con ambas. Recomiendo escuchar sesiones de meditación guiada y de atención plena al principio, ya que eliminan la presión de preguntarse qué hacer a continuación. Tara Brach tiene muchas meditaciones maravillosas en youtube que yo personalmente escucho.

    Redefine lo que el éxito, la felicidad y la realización significan para TI

    Si tienes un sentido del yo poco desarrollado, lo más probable es que estés viviendo una idea de éxito, felicidad y realización que otros te han dado. No te preocupes, esto es absolutamente normal. Yo también he experimentado la confusión y la frustración de vivir según la definición de otra persona de lo que «debería» ser. Pero ahora es tu oportunidad de cambiar eso. Ahora es tu oportunidad de ver que no necesitas ser rico o dominante para tener éxito – TÚ defines el éxito. Ahora es tu oportunidad de ver que no necesitas tener un trabajo elegante o una gran familia para ser feliz – TÚ defines la felicidad. Ahora es tu oportunidad de ver que no tienes que ser elevado espiritualmente para experimentar la plenitud – TÚ defines lo que significa la plenitud para ti. Tu vida está en tus manos y es de tu creación. No dejes que nadie intente decirte lo que debes hacer, sentir, pensar o esforzarte. Está bien decir «no, ese no soy yo».

    Aprende más sobre tu personalidad

    Tu personalidad es única y multifacética – ¡y hay tantas maneras de explorarla! Bucear en la mecánica de tu ego es fascinante y hemos dedicado una gran parte de esta web a test de personalidad y artículos que fomentan la autorreflexión. Aparte de los numerosos libros, talleres y sesiones de coaching que existen, también puedes experimentar con la realización de tests de personalidad (consulta nuestra página de tests), que es una forma divertida de conocerte mejor.

    Responsabilízate sólo de ti mismo (no de los demás)

    Tener un sentido del yo débil significa que eres propenso a empatizar en exceso con los demás hasta el punto de responsabilizarte de sus sentimientos y acciones. Deja de hacerlo. Date cuenta de que la única persona de la que eres responsable es de ti mismo. Tus padres, amigos, compañeros de trabajo, hijos y pareja son los responsables últimos de su propia felicidad: NO es tu trabajo hacerlos felices. Ellos son los responsables de hacerse felices a sí mismos. A excepción de los niños pequeños, que necesitan una orientación constante, las personas de tu vida que han crecido y madurado necesitan controlar sus propias vidas. Al intentar responsabilizarte de los demás, les estás privando de la posibilidad de aprender una lección vital esencial: que todos debemos ser soberanos y tomar el control de nuestras perspectivas, sentimientos y acciones. No es tu trabajo ser amigo de todo el mundo, cuidar de todo el mundo, salvar a todo el mundo o complacer a todo el mundo. Sigue afirmando esto para ti mismo y te resultará más fácil fortalecer tu identidad, pues ya no estarás regalando toda esa energía a los demás.

    Explora tus pasiones

    ¿Qué te hace emocionar? Qué te hace sentir vivo? Qué actividades te llaman? Al explorar tus pasiones, estás ayudando al proceso de individuación o desarrollo del ego por el que todos debemos pasar. Presta atención a qué aficiones o habilidades te atraen y te arrastran. Date permiso para seguir estas pasiones y ver a dónde te llevan.

    Cubierta del Diario de Trabajo en la Sombra

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    Sé un rebelde: cuestiona todo

    Como Carl Jung -un gran defensor del desarrollo de un sano sentido del yo- escribió una vez:

    Evitaba cuidadosamente a todos los llamados hombres santos. Lo hice porque tenía que conformarme con mi propia verdad, no aceptar de los demás lo que no podía alcanzar por mí mismo… Debo dar forma a mi vida a partir de mí mismo, de lo que me dice mi ser interior o de lo que me trae la naturaleza.

    Esta cita encarna la esencia de lo que significa desarrollar un fuerte sentido del yo. Tener un ego sano significa confiar en ti mismo y escuchar tu propia verdad.

    Desarrollar una identidad fuerte implica un cierto nivel de voluntariedad o fuerza de voluntad. Debes estar dispuesto a cuestionar todas las formas en que los demás tratan de influir en ti y preguntarte «¿Esto me parece verdadero?» y «¿Esto me parece correcto?» Es inevitable que a lo largo de la vida se te presenten numerosos puntos de vista, creencias, valores e ideales de otros que no te parecen auténticos. Para distinguir entre lo que se siente auténtico y lo que no lo es, debes cuestionar y prestar atención a tus sentimientos internos. Así que la próxima vez que empieces a sentirte inseguro, indigno o como si no estuvieras a la altura, pregúntate: «¿Estoy creyendo algo que no he cuestionado?» y «¿Estoy usando la vara de medir de otra persona para medirme?»

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