Todos los adolescentes experimentan alguna cantidad de ansiedad en ocasiones. La ansiedad es en realidad una reacción normal al estrés, y a veces ayuda a los adolescentes a lidiar con situaciones tensas o abrumadoras. Para muchos adolescentes, cosas como hablar en público, exámenes finales, competiciones deportivas importantes o incluso salir en una cita pueden causar sentimientos de aprensión e inquietud. También pueden experimentar un aumento de los latidos del corazón o una sudoración excesiva. Así es como el cerebro responde a los sentimientos de ansiedad.
Para algunos adolescentes, sin embargo, la ansiedad puede ir más allá de estos síntomas típicos y afectar negativamente a las amistades y las relaciones familiares, a la participación en actividades extraescolares e incluso a su trabajo escolar. Cuando los sentimientos de ansiedad interfieren con la vida diaria normal, debe considerarse la presencia de un trastorno de ansiedad. Según el Instituto Nacional de Salud Mental, aproximadamente el 25% de los jóvenes de entre 13 y 18 años padecen un trastorno de ansiedad, y algo menos del 6% tiene un trastorno de ansiedad grave.
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Dado que los adolescentes experimentan una amplia variedad de cambios físicos y emocionales a medida que crecen, un trastorno de ansiedad puede ser difícil de detectar. Muchas banderas rojas pueden parecer luchas habituales de los adolescentes o atribuirse a las hormonas. Esté atento a estos signos ocultos de ansiedad en sus adolescentes:
#1. Cambios emocionales a tener en cuenta en los adolescentes
Mientras que algunos adolescentes ansiosos expresan sentimientos de preocupación generalizada, otros experimentan cambios emocionales sutiles como:
- Sentirse «en clave»
- Sentirse al límite
- Irritabilidad
- Dificultad para concentrarse
- Inquietud
- Estallidos inexplicables
#2. Cambios sociales
La ansiedad puede afectar negativamente a las amistades. Si su adolescente, que antes era social, de repente evita sus actividades favoritas o deja de hacer planes con sus amigos, piénselo dos veces. Puede notar que su hijo:
- Evita las interacciones sociales con sus amigos habituales
- Evita las actividades extraescolares
- Se aísla del grupo de compañeros
- Pasa más tiempo solo
#3. Cambios físicos
Muchos de los malestares físicos que pueden ocurrir con un trastorno de ansiedad imitan los malestares promedio de los adolescentes, que tienden a aumentar a medida que crecen. Preste atención a los patrones. Un par de dolores de cabeza aquí y allá no deberían ser motivo de preocupación, por ejemplo, pero los dolores de cabeza frecuentes son una bandera roja. Esté atento a estas quejas psicosomáticas comunes:
- Dolores de cabeza frecuentes, incluidas las migrañas
- Problemas gastrointestinales
- Dolores inexplicables
- Fatiga excesiva
- Quejas de no sentirse bien sin causa médica evidente
- Cambios en los hábitos alimenticios.
#4. Alteraciones del sueño
La Academia Americana de Pediatría recomienda que los adolescentes de entre 13 y 18 años duerman entre 8 y 10 horas de forma regular para promover una salud óptima. Los pediatras también recomiendan apagar las pantallas 30 minutos antes de acostarse y retirar todos los aparatos electrónicos del dormitorio.
No es un gran secreto que las exigencias de los deberes, los cambios en la estructura del cerebro, las actividades extraescolares y el tiempo que pasan frente a las pantallas pueden reducir los hábitos de sueño de los adolescentes. Por lo tanto, puede ser difícil saber si el cansancio es producto de la ansiedad o de una agenda apretada. Esté atento a estas señales de alarma:
- Dificultad para conciliar el sueño
- Dificultad para permanecer dormido
- Frecuentes pesadillas
- No se siente renovado después de dormir
#5. Bajo rendimiento escolar
Dado que la ansiedad puede afectar a todo, desde los hábitos de sueño hasta los hábitos alimenticios, pasando por las faltas de asistencia a la escuela debido a problemas físicos, no debería sorprender que el bajo rendimiento académico también pueda ser el resultado de una ansiedad no tratada. La evasión de la escuela, los días perdidos por enfermedades relacionadas con la ansiedad y la preocupación persistente pueden dificultar que los adolescentes ansiosos se mantengan al día con su carga de trabajo. Esté atento a estos cambios en su hijo adolescente:
- Salto significativo en las calificaciones (normalmente a la baja)
- Falta con frecuencia a las tareas
- Describe que se siente abrumado por la carga de trabajo
- Procrastina o tiene dificultades para concentrarse en las tareas más de lo habitual
#6. Ataques de pánico: Conozca los síntomas
No todos los adolescentes ansiosos experimentan ataques de pánico, y algunos experimentan síntomas leves de pánico sin soportar un ataque de pánico completo. Los siguientes síntomas son comunes entre las personas con trastornos de ansiedad:
- Latidos cardíacos rápidos
- Sudoración y temblores
- Mareos
- Insuficiencia estomacal
- Dificultad para respirar
- Dolor en el pecho
- Sentir que se ha perdido el control de la respiración.
- Sentir que se está muriendo
- Sentir que se está «volviendo loco»
- Entumecimiento u hormigueo en brazos y piernas
- Desrealización.
Si su adolescente parece estar luchando con la ansiedad que interfiere con la escuela, las amistades, las relaciones familiares u otras áreas del funcionamiento diario, es importante obtener una evaluación de un profesional de la salud mental con licencia. La ansiedad es tratable, y la mayoría de los adolescentes pueden aprender a enfrentar y manejar su ansiedad de manera independiente.