7 bebidas que pueden afectar a tu riesgo de cáncer

¿Sabías que nuestro cuerpo está formado por más de un 50 por ciento de agua? Mantener nuestro cuerpo correctamente hidratado es una forma de mantenerse sano. Pero el agua no es la única bebida de nuestra dieta. Las bebidas que tomamos a diario pueden tener graves consecuencias para la salud, incluido el aumento del riesgo de padecer cáncer.
Echemos un vistazo a siete bebidas populares y examinemos si afectan a nuestro riesgo de padecer cáncer.

Alcohol

La investigación ha demostrado una relación causal consistente entre el consumo de alcohol y el cáncer, concretamente en la cabeza y el cuello, el esófago, el hígado, el colon y el tejido mamario. Las pruebas científicas sugieren que el etanol es la principal causa de cáncer en las bebidas alcohólicas y desaconsejan su consumo frecuente o excesivo. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan un máximo de una bebida al día para las mujeres y dos bebidas al día para los hombres.

Aunque mucha gente cree que el consumo diario de vino tinto (que contiene el antioxidante vegetal resveratrol) previene el cáncer, ninguna evidencia clínica sugiere que esto sea cierto. Limite el consumo de alcohol para reducir el riesgo de cáncer.

Café

Investigaciones recientes indican varios beneficios probables para la salud del consumo de café negro (sin crema, azúcar y otros saborizantes). Los investigadores han descubierto que los antiguos pacientes de cáncer de colon que bebían café con regularidad tenían menos probabilidades de que el cáncer reapareciera, y el Instituto Americano de Investigación del Cáncer señala que los bebedores de café tienen probablemente menos riesgo de padecer cáncer de endometrio y de hígado.

Debido a las propiedades antioxidantes del café, algunos estudios han descubierto que beberlo regularmente puede disminuir el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer y la diabetes de tipo 2.

Té verde

El té verde contiene sustancias químicas vegetales clave conocidas como catequinas, un tipo de antioxidante. Las catequinas han demostrado en estudios de laboratorio que ralentizan o impiden el crecimiento de las células cancerosas y evitan que los tumores se propaguen en los sistemas corporales. Otras enzimas activadas en el cuerpo por el té verde protegen contra el desarrollo de tumores. Aunque en los estudios de laboratorio se ha demostrado que el té verde previene las causas del cáncer, las investigaciones desaconsejan confiar en el té verde como tratamiento para el cáncer preexistente.

Bebidas energéticas

Aunque no existe una relación científica entre las bebidas energéticas y el cáncer, los médicos aconsejan no consumir demasiada cafeína y azúcar, ambos ingredientes principales de las bebidas energéticas. Según las investigaciones, los adultos deberían tomar sólo una ración al día. Debido a las recientes pruebas que relacionan la ingesta diaria de bebidas energéticas con anomalías cardíacas y convulsiones, no se recomienda el consumo regular de bebidas energéticas.

Bebidas deportivas

Las bebidas deportivas no causan necesariamente cáncer, aunque los investigadores advierten contra el consumo excesivo de bebidas deportivas porque contienen un exceso de azúcar y carbohidratos. Sin un ejercicio regular que compense su consumo, las calorías extra suelen provocar obesidad y otros problemas de salud.

Gaseosas

Investigadores de la Escuela de Medicina Johns Hopkins han descubierto que el 4-MeI, el colorante de caramelo de las gaseosas de color más oscuro, está demostrado que causa o eleva el riesgo de cáncer. Mientras que los fabricantes de refrescos consideran que esta sustancia química es un subproducto de la producción de refrescos, el estado de California considera el 4-MeI como un carcinógeno conocido y hace cumplir activamente el etiquetado de carcinógenos en los productos alimenticios que se sabe que contienen el colorante.

Agua embotellada

El bisfenol-A o BPA ha sido durante mucho tiempo una fuente de preocupación para los consumidores de bebidas embotelladas. Investigaciones recientes sugieren que el BPA puede funcionar como un disruptor hormonal, que a su vez puede causar posiblemente cáncer. Los estudios han demostrado que la exposición al BPA en animales de laboratorio daña la fertilidad y los órganos reproductores incluso en dosis bajas, aumentando el riesgo de cáncer de mama, cáncer de próstata y trastornos metabólicos.

El Instituto Nacional del Cáncer apoya una importante investigación sobre cómo podemos prevenir el cáncer a través de las opciones de estilo de vida. Al examinar nuestros hábitos diarios de alimentación y bebida, podemos identificar pequeñas formas de marcar una gran diferencia para nuestra salud a largo plazo.

La hidratación y la nutrición adecuadas son clave para nuestra salud, al igual que entender lo que ponemos en nuestro cuerpo. La próxima vez que te sirvas la primera taza de cerveza de la mañana o te dirijas a la hora feliz, ten en cuenta las repercusiones de las decisiones que tomas.

¿Has renunciado recientemente a las bebidas energéticas, el alcohol u otras bebidas poco saludables o las has reducido? Comparte cómo llamas al cáncer y llevas un estilo de vida más saludable.

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