Nutrición
Los hongos se nutren absorbiendo compuestos orgánicos del medio ambiente. Los hongos son heterótrofos: dependen únicamente del carbono obtenido de otros organismos para su metabolismo y nutrición. Los hongos han evolucionado de tal forma que muchos de ellos pueden utilizar una gran variedad de sustratos orgánicos para crecer, incluyendo compuestos simples como el nitrato, el amoníaco, el acetato o el etanol. Su modo de nutrición define el papel de los hongos en su entorno.
Los hongos obtienen los nutrientes de tres formas diferentes:
- Descomponen la materia orgánica muerta. Un saprótrofo es un organismo que obtiene sus nutrientes de la materia orgánica no viva, generalmente materia vegetal o animal muerta y en descomposición, mediante la absorción de compuestos orgánicos solubles. Los hongos saprófitos desempeñan un papel muy importante como recicladores en el flujo de energía del ecosistema y en los ciclos biogeoquímicos. Los hongos saprófitos, como el shiitake (Lentinula edodes) y las setas de ostra (Pleurotus ostreatus), descomponen el tejido vegetal y animal muerto liberando enzimas desde las puntas de las hifas. De este modo, reciclan los materiales orgánicos y los devuelven al entorno. Debido a estas capacidades, los hongos son los principales descomponedores de los bosques (véase la figura siguiente).
- Se alimentan de huéspedes vivos. Como parásitos, los hongos viven en o sobre otros organismos y obtienen sus nutrientes de su huésped. Los hongos parásitos utilizan enzimas para descomponer el tejido vivo, lo que puede causar enfermedades en el huésped. Los hongos que causan enfermedades son parásitos. Recordemos que el parasitismo es un tipo de relación simbiótica entre organismos de diferentes especies en la que uno, el parásito, se beneficia de una estrecha asociación con el otro, el huésped, que resulta perjudicado.
- Viven de forma mutualista con otros organismos. Los hongos mutualistas viven de forma inofensiva con otros organismos vivos. Recordemos que el mutualismo es una interacción entre individuos de dos especies diferentes, en la que ambos individuos se benefician.
- Tanto el parasitismo como el mutualismo se clasifican como relaciones simbióticas, pero se tratan aquí por separado debido al diferente efecto sobre el huésped.
Descomponedores forestales. Estos hongos del bosque pueden parecer frágiles, pero realizan un poderoso trabajo. Descomponen la madera muerta y otros materiales vegetales resistentes.
Las hifas de los hongos están adaptadas a la absorción eficiente de los nutrientes de sus entornos, porque las hifas tienen una alta relación superficie-volumen. Estas adaptaciones también se complementan con la liberación de enzimas hidrolíticas que descomponen grandes moléculas orgánicas como polisacáridos, proteínas y lípidos en moléculas más pequeñas. Estas moléculas son luego absorbidas como nutrientes por las células fúngicas. Una de las enzimas que segregan los hongos es la celulasa, que descompone el polisacárido celulosa. La celulosa es un componente importante de las paredes celulares de las plantas. En algunos casos, los hongos han desarrollado estructuras especializadas para la captación de nutrientes de los huéspedes vivos, que penetran en las células del huésped para la captación de nutrientes por parte del hongo.
Micelios de hongos. Los hongos absorben los nutrientes del entorno a través de los micelios. Los micelios ramificados tienen una elevada relación superficie-volumen que permite una eficiente absorción de nutrientes. Algunos hongos digieren los nutrientes liberando enzimas al medio ambiente.
Micorrizas
Una micorriza (en griego significa «raíces de hongos») es una asociación simbiótica entre un hongo y las raíces de una planta. En una asociación micorrícica, el hongo puede colonizar las raíces de una planta huésped creciendo directamente en las células de la raíz o creciendo alrededor de las mismas. Esta asociación proporciona al hongo un acceso relativamente constante y directo a la glucosa, que la planta produce por fotosíntesis. Los micelios de los hongos aumentan la superficie del sistema radicular de la planta. La mayor superficie mejora la absorción de agua y nutrientes minerales del suelo.