Acuafobia: ¿Puede el agua causar miedo?

Aunque el agua es considerada por muchos como una fuente de diversión y disfrute extremo, para algunas personas visitar lugares como los parques acuáticos o la orilla del mar no son menos que una pesadilla. Estas personas se enfrentan a una amenaza extrema, irracional y persistente al agua, conocida como «acuafobia». Es un miedo bastante común que difiere en gravedad de una persona a otra. Viajar por vías fluviales, acercarse a piscinas, masas de agua o incluso entrar en una bañera puede parecer una amenaza para la vida de algunas personas. A veces, incluso una mirada a un cuerpo de agua como un océano o un río puede causar inquietud.

Causas

La causa más común de este miedo es un suceso negativo y desagradable anterior que se asocia con el agua. Un incidente de casi ahogamiento como los vividos mientras se aprende a nadar o una muerte causada a una persona conocida relacionada con el agua pueden causar ese terror en la mente del afectado. La forma de manejar estas situaciones determina si la fobia se mantiene o no.

Síntomas

Los síntomas de la acuafobia pueden variar según los afectados. Entre los más comunes están la elevación del ritmo cardíaco, escalofríos, congelación, sudoración, hiperventilación, ansiedad y ataques de pánico con la visión o el pensamiento del agua. La evasión extrema de las masas de agua es otro síntoma común de esta fobia.

Tratamiento

Aunque todo está en la mente, hay algunas opciones de tratamiento disponibles para curar a las personas con acuafobia. La terapia cognitivo-conductual es la opción de tratamiento más común, en la que se centra en eliminar los pensamientos negativos de la mente de la persona afectada. Las contemplaciones negativas asociadas a la situación temida se sustituyen por otras racionales y positivas. Esto también incluye tareas como visitar una masa de agua y pasar un tiempo seguro en la orilla o meterse en una bañera medio llena de agua durante un periodo de tiempo determinado, para deshacerse del miedo. En casos más graves, se puede hacer uso de terapias como la hipnosis o la psicoterapia.

Hay varios tratamientos posibles según la dureza de la fobia que es diferente en las distintas personas. Tratar el miedo al agua puede ser duro para la víctima pero puede ser manejado y superado con éxito. El miedo asociado con el agua puede ser eliminado y la calidad de vida seguramente puede ser mejorada.

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