El gas natural tiene muchas cualidades que lo convierten en una fuente de energía eficiente, de combustión relativamente limpia y económica. Sin embargo, la producción y el uso del gas natural tienen algunas cuestiones medioambientales y de seguridad que hay que tener en cuenta.
El gas natural es un combustible fósil de combustión relativamente limpia
La quema de gas natural para obtener energía produce menos emisiones de casi todos los tipos de contaminantes atmosféricos y de dióxido de carbono (CO2) que la quema de carbón o de productos petrolíferos para producir una cantidad igual de energía. Se producen unas 117 libras de dióxido de carbono por millón de unidades térmicas británicas (MMBtu) equivalentes de gas natural, en comparación con más de 200 libras de CO2 por MMBtu de carbón y más de 160 libras por MMBtu de fuel oil destilado. Las propiedades de combustión limpia del gas natural han contribuido a aumentar su uso para la generación de electricidad y como combustible de transporte para las flotas de vehículos en Estados Unidos.
El gas natural es principalmente metano, un potente gas de efecto invernadero
Algunas fugas de gas natural a la atmósfera procedentes de pozos de petróleo y gas natural, tanques de almacenamiento, tuberías y plantas de procesamiento. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos estima que, en 2018, las emisiones de metano de los sistemas de gas natural y petróleo y de los pozos de petróleo y gas natural abandonados fueron la fuente de alrededor del 29% de las emisiones totales de metano de Estados Unidos y de alrededor del 3% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de Estados Unidos1. La industria del petróleo y el gas natural toma medidas para evitar las fugas de gas natural.
La exploración, perforación y producción de gas natural afecta al medio ambiente
Cuando los geólogos exploran en busca de depósitos de gas natural en la tierra, pueden alterar la vegetación y el suelo con sus vehículos. La perforación de un pozo de gas natural en tierra puede requerir la limpieza y nivelación de un área alrededor del sitio del pozo. Las actividades de perforación de pozos producen contaminación atmosférica y pueden perturbar a las personas, la fauna y los recursos hídricos. El tendido de las tuberías que transportan el gas natural desde los pozos suele requerir el desbroce del terreno para enterrar la tubería. La producción de gas natural también puede producir grandes volúmenes de agua contaminada. Esta agua requiere una manipulación, almacenamiento y tratamiento adecuados para que no contamine la tierra y otras aguas. Los pozos y las tuberías de gas natural suelen tener motores para hacer funcionar los equipos y los compresores, que producen contaminantes atmosféricos y ruido.
En las zonas en las que el gas natural se produce en pozos petrolíferos pero no es económico transportarlo para su venta o contiene altas concentraciones de sulfuro de hidrógeno (un gas tóxico), se quema (quema en antorcha) en los pozos. La quema de gas natural produce CO2, monóxido de carbono, dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y muchos otros compuestos, dependiendo de la composición química del gas natural y de lo bien que se queme en la antorcha. Sin embargo, la quema en antorcha es más segura que la liberación de gas natural en el aire y resulta en menores emisiones de gases de efecto invernadero en general porque el CO2 no es un gas de efecto invernadero tan fuerte como el metano.
Operación de perforación de pozos de gas natural
Fuente: Bureau of Land Management (dominio público)
Tecnologías avanzadas como los satélites, los sistemas de posicionamiento global, los dispositivos de teledetección y las tecnologías sísmicas 3D y 4D permiten descubrir reservas de gas natural perforando menos pozos.
Los avances en las tecnologías de perforación y producción tienen efectos positivos y negativos en el medio ambiente
Las nuevas tecnologías de perforación y recuperación de gas natural reducen significativamente la superficie de tierra que se perturba para desarrollar los recursos de petróleo y gas. Las técnicas de perforación horizontal y direccional permiten producir más gas natural de un solo pozo que en el pasado, por lo que se necesitan menos pozos para desarrollar un yacimiento de gas natural.
La fracturación hidráulica (comúnmente llamada hidrofracking, fracking o fracturación) de formaciones de pizarra, arenisca y roca carbonatada está abriendo grandes reservas de gas natural que antes eran demasiado caras de desarrollar. El fracking consiste en bombear líquidos a alta presión en un pozo para fracturar la roca, lo que permite que el gas natural salga de la misma. La producción de gas natural con esta técnica tiene algunos efectos sobre el medio ambiente:
- La fracturación de los pozos requiere grandes cantidades de agua. En algunas zonas del país, el uso significativo de agua para la fracturación puede afectar a los hábitats acuáticos y a la disponibilidad de agua para otros usos.
- Si se gestiona mal, el fluido de fracturación hidráulica -que puede contener sustancias químicas potencialmente peligrosas- podría liberarse a través de derrames, fugas, construcción defectuosa de pozos u otras vías de exposición. Estos vertidos podrían contaminar las zonas circundantes.
- La fracturación hidráulica produce grandes cantidades de aguas residuales en la superficie, que pueden contener sustancias químicas disueltas y otros contaminantes que requieren tratamiento antes de su eliminación o reutilización. Debido a las cantidades de agua producidas y a las complejidades inherentes al tratamiento de algunos de los componentes de las aguas residuales, es importante el tratamiento y la eliminación adecuados de las aguas residuales.
- Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, la fracturación hidráulica «…provoca pequeños terremotos, pero casi siempre son demasiado pequeños para ser un problema de seguridad». Además del gas natural, los fluidos de fracturación y las aguas de formación se devuelven a la superficie. Estas aguas residuales suelen eliminarse mediante la inyección en pozos profundos. La inyección de aguas residuales en el subsuelo puede causar terremotos lo suficientemente grandes como para ser sentidos y pueden causar daños»
- El gas natural podría ser liberado a la atmósfera durante y después de la perforación de pozos, y la cantidad de estas liberaciones están siendo investigadas.
La producción, el transporte, la distribución y el almacenamiento de gas natural requieren estrictas regulaciones y normas de seguridad
Debido a que una fuga de gas natural podría causar una explosión, existen estrictas regulaciones gubernamentales y normas industriales para garantizar la seguridad del transporte, el almacenamiento, la distribución y el uso del gas natural. Debido a que el gas natural procesado no tiene olor, las compañías de gas natural añaden al gas natural una sustancia con un fuerte olor a huevo podrido llamada mercaptano para que la gente pueda oler las fugas.