Entender & Cómo evitar la agresividad felina
Muchas personas han experimentado arañazos de gato que pican o el dolor impactante de una profunda mordedura de gato. La mayoría de los ataques se producen en circunstancias que probablemente induzcan una respuesta agresiva, y teóricamente deberían ser fáciles de evitar. Cuando el gato tiene miedo, se siente vulnerable o siente dolor, actuar de forma agresiva sirve como mecanismo de defensa. Pero también puede convertirse en una víctima de forma inesperada. Algunos gatos se vuelven contra sus propietarios u otros gatos de la casa después de observar a otros gatos o a la fauna salvaje en el exterior. La agresividad redirigida también puede ser desencadenada por otros acontecimientos estresantes, como una visita a la consulta del veterinario. En este caso, el paciente llega a casa y puede atacar al propietario o a otro gato de la casa.
La agresión por juego es un problema común en los gatos jóvenes, especialmente en los que viven en el interior sin compañeros de juego. Aunque a veces este comportamiento parece vicioso, es un comportamiento normal de los gatos mientras perfeccionan sus habilidades depredadoras. La forma más perturbadora de agresión felina son los ataques intensos y no provocados que se producen sin previo aviso, a menudo en gatos que han sido previamente dóciles y predecibles. Si se evalúa más detenidamente, algunos de estos gatos tienen en realidad una agresión redirigida o una enfermedad que les causa malestar, pero unos pocos tienen «agresión epiléptica». Esta condición neurológica puede requerir el uso de fármacos anticonvulsivos. La agresividad provocada por la ansiedad también puede manejarse farmacológicamente, aunque la eliminación de los estímulos estresantes es mucho más eficaz.
Para evitar la agresividad felina en su hogar:
- Protéjase cuando manipule a su gato herido o estresado.
- No confíe en los sedantes. La respuesta de adrenalina de un gato suele anular el efecto y el uso de tranquilizantes más potentes puede poner en peligro la salud de su gato.
- Tenga en cuenta que un gato puede permanecer «al límite» durante muchas horas y a veces días después de un acontecimiento estresante, lo que le convierte a usted y a otros gatos en objetivos de agresiones redirigidas.
- Entérate de que la eliminación de las garras no es un tratamiento eficaz para ninguna forma de agresión.
- No sobreestimule las zonas vulnerables de su gato: las caricias excesivas sobre la grupa o el vientre suelen provocar un comportamiento defensivo.
- Evalúe el entorno de su gato: bloquee la visión del exterior si es necesario, aborde los problemas de relación entre gatos, trate los trastornos médicos que causan malestar y proporcione muchas camas y postes de rascado seguros y cómodos para cada gato de la casa.
Minimice la agresión por juego dedicando tiempo al juego interactivo cada día. Nunca permita (entrene) que ataquen sus manos en el juego.
Recordatorio: Las mordeduras de los gatos pueden ser graves, consulte siempre con su médico.
Este artículo pertenece al Mewsletter de Otoño 2010 de Cats Exclusive
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