18 de octubre de 2010- El riesgo de ataque cardíaco y de accidente cerebrovascular puede aumentar en el mes siguiente a los tratamientos dentales invasivos, como las extracciones dentales, según un estudio.
El riesgo vuelve a los niveles normales en seis meses, según el estudio publicado en Annals of Internal Medicine.
No es la primera vez que se relacionan la salud bucodental y la salud cardíaca, y el probable culpable es la inflamación. La teoría es que las bacterias de la infección periodontal pueden entrar en el torrente sanguíneo. Una vez que esto ocurre, las bacterias se acumulan a lo largo de los vasos sanguíneos, causando inflamación, lo que puede hacer que las personas sean más vulnerables a los ataques cardíacos y a los derrames cerebrales.
«Estos hallazgos proporcionan más pruebas para apoyar el vínculo entre la inflamación aguda y el riesgo de eventos vasculares», concluyen los investigadores del estudio, que fueron dirigidos por Caroline Minassian, MSc, de la London School of Hygiene and Tropical Medicine. «No obstante, es probable que los efectos adversos de corta duración se vean superados por los beneficios a largo plazo de los trabajos dentales invasivos».
Los investigadores revisaron los datos de las reclamaciones de Medicaid de 32.060 adultos que sufrieron un ataque al corazón o un ictus, y luego retrocedieron para ver si la persona se había sometido a algún procedimiento dental invasivo. Hubo 650 personas que sufrieron un derrame cerebral y 525 que tuvieron un ataque al corazón después de un trabajo dental invasivo. Los investigadores tuvieron en cuenta otros factores que se sabe que aumentan el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular, como la diabetes y la presión arterial alta.