No pretendíamos meternos en sus asuntos, pero ¿alguien más vio ayer el grito de auxilio de Tyler Perry disfrazado de trampa para la sed? No hay sombra, todos hemos posteado una en momentos de desesperación, tratando con mucho esfuerzo de parecer cándidos bajo las luces fluorescentes del baño. El jueves, el magnate del entretenimiento compartió un selfie post-entrenamiento a través de la plataforma, llevando una camiseta tan ajustada que podría haber estado en OnlyFans. Su pie de foto pone un modesto colofón a su exitoso 2020 y… confirma que él y su novia de toda la vida Gelila Bekele, con la que comparte un hijo de 6 años, han roto. «Así es la crisis de la mediana edad. Tengo 51 años, estoy soltero y me pregunto cómo será el próximo capítulo de mi vida», deslizó en esa noticia personal. «¡Sea como sea voy a caminar con Dios, ser el mejor padre y hombre que pueda ser, mantener la cabeza alta y tratar de lucir lo mejor posible haciéndolo!». En un mundo con tanta tristeza, por favor, ¡intenta quedarte en lo bueno!»
Una fuente confirmó a E! News que la pareja se separó amistosamente pero que siguen siendo amigos cercanos y coparentales. Se cree que Perry y Bekele, modelo, activista y director de documentales, han estado juntos durante casi una década. Recientemente, Perry se ha puesto al lado del desgraciado pastor Carl Lentz, que fue despedido de la iglesia Hillsong a principios de este mes. Al parecer, Perry pagó casi 100.000 dólares para que Lentz y su familia alquilaran una mansión en Los Ángeles. Seguro que Perry puede recurrir a su amigo íntimo y pastor para salir adelante, en lugar de soltar selfies de espejo a las tías en Facebook, pero el juego es el juego.