Aurgelmir, también llamado Ymir, en la mitología nórdica, el primer ser, un gigante que fue creado de las gotas de agua que se formaron cuando el hielo de Niflheim se encontró con el calor de Muspelheim. Aurgelmir fue el padre de todos los gigantes; un macho y una hembra crecieron bajo su brazo, y sus piernas produjeron un hijo de seis cabezas. Una vaca, Audumla, lo alimentó con su leche. La propia Audumla se alimentaba lamiendo piedras saladas y cubiertas de bordes. Lamió las piedras hasta darles forma de hombre; éste era Buri, que se convirtió en el abuelo del gran dios Odín y sus hermanos. Más tarde, estos dioses mataron a Aurgelmir, y el flujo de su sangre ahogó a todos menos a un gigante de la escarcha. Los tres dioses pusieron el cuerpo de Aurgelmir en el vacío, Ginnungagap, y formaron la tierra con su carne, los mares con su sangre, las montañas con sus huesos, las piedras con sus dientes, el cielo con su cráneo y las nubes con su cerebro. Cuatro enanos sostenían su cráneo. Sus pestañas (o cejas) se convirtieron en la valla que rodea Midgard, o Tierra Media, el hogar de la humanidad.