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Es invierno y se forma esa familiar condensación alrededor de las ventanas. No piensas en ello hasta que un día ves las motas negras o incluso concentraciones más pesadas de crecimiento de moho. ¡Yikes! ¿Qué hacer y cómo evitar que esto ocurra? Según nuestras pruebas independientes, la condensación en el alféizar de la ventana puede crear moho y afectar al aire que se respira. A menudo, estos mohos son muy activos y se convertirá en el aire con bastante facilidad sobre la base de la perturbación en la zona. Para complicar aún más las cosas, su sofá y su colchón suelen estar justo contra la pared cerca de un alféizar mohoso. El exceso de condensación se produce cuando la temperatura de la ventana es más fría que el aire interior.

Aquí hay tres maneras fáciles de reducir la condensación en las ventanas:

  1. Haga funcionar el extractor de la ducha durante al menos 30 minutos después de bañarse
  2. Utilice siempre el extractor de la cocina cuando se bañe
  3. Monitoree el uso de un deshumidificador, ya que éste suele ser el culpable. Puede comprar una herramienta llamada higrómetro para medir la humedad en el interior
  4. Otras opciones más costosas pero permanentes incluyen la instalación de un sistema de recuperación de aire (HRV/ERV) para aumentar la ventilación en el hogar. Reemplazar la ventana con una ventana de mejor aislamiento también reducirá el efecto de condensación.

    Hacer una prueba de moho en su casa y en las ventanas le permitirá saber el tipo de moho que hay en el alféizar de la ventana, si es moho activo y si está en el aire.

    Si limpia el moho no utilice lejía, ya que ésta puede no erradicar completamente las estructuras reproductivas del moho, lo que hará que éste vuelva a aparecer. Recomendamos utilizar un antimicrobiano como MoldArmor, MoldEx o Lysol. Para aquellos con sensibilidad química, pruebe un producto de bajo VOC como Concrobium o incluso vinagre. Si intenta limpiar los alféizares de las ventanas, tenga en cuenta que si se altera el moho, miles de esporas serán transportadas por el aire y aumentará el riesgo de exposición. Se recomienda el uso de un respirador de media cara, guantes, gafas y ventilación. Considere la posibilidad de utilizar un purificador de aire de calidad, como Austin Air o IQair, durante las actividades pesadas de limpieza y aspiración. Si sospecha que el moho es más grave, llame a una empresa profesional para que trate adecuadamente los alféizares contaminados. Los niños, los ancianos y las personas con sistemas inmunológicos comprometidos son los más vulnerables a las toxinas asociadas con el moho.

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