Cómo tratar las bajas temperaturas corporales

Oímos hablar mucho de la fiebre, pero rara vez oímos hablar mucho de las bajas temperaturas corporales. Sin embargo, los niños con problemas médicos complejos suelen experimentar temperaturas corporales bajas, especialmente si tienen problemas neurológicos o un trastorno del sistema nervioso autónomo. En este artículo, echaremos un vistazo a cuándo las bajas temperaturas corporales son una preocupación frente a una simple molestia, y cómo manejar los episodios de baja temperatura corporal.

La causa es la clave

Una temperatura corporal que está entre 90F y 95F no es peligrosa en sí misma. En otras palabras, una hipotermia leve o una temperatura corporal baja no hará que los órganos fallen o se apaguen.

thermoLo que es más importante es la causa de la temperatura corporal baja, que puede ser peligrosa o no. Algunos niños tienen una temperatura corporal baja de forma rutinaria, y normalmente esto no es peligroso. Pero los niños que presentan temperaturas bajas de forma intermitente o repentina pueden tener una afección aguda más grave, como sepsis u otra infección grave.

Temperaturas corporales «normales»

Todos los niños tienen sus propios termostatos. Algunos funcionan cerca de la media de 98,6F, mientras que otros funcionan más alto o más bajo. Es fundamental saber cuál es la temperatura corporal media de su hijo. Cualquier temperatura corporal que esté constantemente entre 95-100F se considera segura y normal. Para determinar la temperatura corporal típica de su hijo, tómele la temperatura dos veces al día (por la mañana y por la tarde) durante aproximadamente una semana (cuando esté bien). Debería ver surgir una temperatura media o un rango.

Algunos niños, especialmente los que tienen problemas neurológicos importantes, siempre tienen temperaturas bajas. A veces, estos niños tienen temperaturas normales durante el día, pero bajan rutinariamente sus temperaturas durante la noche. Esto, en sí mismo, no es peligroso, siempre y cuando la temperatura corporal se mantenga por encima de los 90F. Sin embargo, puede ser incómodo para los niños tener temperaturas bajas. A veces no duermen tan bien porque tienen frío o tiritan. En algunos niños, las temperaturas corporales bajas desencadenan una cascada de otros problemas, como frecuencias cardíacas bajas.

Algunos niños regulan su temperatura la mayor parte del tiempo, pero la bajan durante períodos de estrés, fatiga o enfermedad. En muchos casos, estos niños tienen una importante disfunción autonómica. Estas temperaturas bajas pueden ser una pista importante de que algo se está gestando, y deben tomarse en serio. En muchos casos, las bajas temperaturas corporales se producen con infecciones.

Cuándo hacerse un chequeo

Cualquier niño con una temperatura inferior a 90F debe recibir atención de emergencia inmediata. Cualquier temperatura por debajo de 90F puede ser bastante grave, y puede conducir a la insuficiencia de órganos y otros problemas. Tenga en cuenta que los termómetros no suelen ser precisos por debajo de 93F, por lo que a menudo puede ser difícil obtener una lectura precisa de la temperatura central en un niño con una temperatura baja. Existen termómetros especiales de baja temperatura para los niños que tienen temperaturas bajas con frecuencia.

Un médico debe realizar una evaluación única de cualquier niño que tenga habitualmente una temperatura baja de entre 90F y 95F para asegurarse de que no hay una causa patológica para la condición. Siempre que el niño haya sido evaluado, la temperatura baja no es probablemente preocupante. Las temperaturas bajas son simplemente «normales» para algunos niños.

Los niños que presentan temperaturas bajas de forma intermitente deben tener un plan para la evaluación de la temperatura baja. Si las bajas temperaturas sólo aparecen durante la enfermedad o la fatiga y se autolimitan, puede que no sean peligrosas. Pero si tienden a aparecer con infecciones graves, pueden ser una pista crítica para diagnosticar la infección, y deben ser evaluadas inmediatamente. Estos niños deben tener un plan para realizar cultivos de sangre u orina, junto con análisis de sangre básicos, con cada temperatura corporal baja, y también deben ser monitorizados cuidadosamente.

Los niños que experimentan temperaturas corporales bajas debido al estrés o la fatiga pueden desarrollar simultáneamente otros síntomas de desregulación autonómica, como una frecuencia cardíaca baja, presión arterial baja, azúcar en sangre baja o alta, o apnea. En muchos casos, el simple hecho de calentar al niño eliminará todos los síntomas. La monitorización es fundamental para estos niños, y deben existir planes de emergencia para asegurarse de que se sabe cuándo hay que recibir tratamiento de urgencia.

Si un niño que normalmente regula su temperatura desarrolla repentinamente una temperatura baja, debe ser evaluado inmediatamente para detectar afecciones e infecciones más graves.

Cómo tratar las bajas temperaturas

A veces es necesario arreglar las bajas temperaturas crónicas, mientras que en otros casos no. Además, a veces no se puede arreglar una temperatura baja, aunque se quiera.

Si un niño pasa frío todo el tiempo, no tiene enfermedades agudas y no experimenta ningún efecto por las bajas temperaturas, puede simplemente aceptar la baja temperatura como algo «normal». Mientras su hijo no esté incómodo, la temperatura puede ser ignorada.

Si su hijo parece estar incómodo o está desarrollando efectos secundarios, puede intentar calentarle. Algunos niños necesitan dormir con un gorro, manoplas y una compresa caliente cada noche para estar cómodos. Abrigarlos y utilizar compresas calientes para microondas o bolsas de agua caliente puede ser de gran ayuda. Para los niños con problemas graves de regulación de la temperatura que tienen efectos secundarios, existen sistemas médicos, como el Bair Hugger, que pueden utilizarse para calentarlos. Los líquidos calientes (por vía intravenosa, enteral u oral) pueden ayudar, al igual que un baño caliente. Tenga cuidado de no calentar al niño demasiado rápido, ya que el recalentamiento rápido puede ser peligroso para algunos niños. En la mayoría de los casos, calentar al niño aliviará cualquier molestia o síntoma adicional.

En resumen, las bajas temperaturas sólo son un problema cuando se desconoce la causa y la temperatura está creando molestias o síntomas secundarios. Si hay alguna duda sobre la causa, asegúrese de obtener atención médica inmediatamente.

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