Un goleador sin parangón, el ‘Rey del Fútbol’ tuvo una magnífica carrera llena de goles alucinantes y jugadas espectaculares. Sus proezas deslumbraron a los aficionados y dejaron a los rivales con la boca abierta. Aquí exploramos la célebre carrera del futbolista brasileño:
Primeros días de juego
Edison Arantes do Nascimento, más conocido como Pelé, nació en Três Coraçōes, Brasil, el 23 de octubre de 1940. Su padre, Dondinho, jugaba al fútbol en el equipo brasileño Fluminense y, por ello, Pelé se crió en el mundo del fútbol. Al haber nacido en una familia muy pobre, Pelé cuenta: «No podíamos permitirnos un balón, así que hacíamos lo mismo que la mayoría de los niños: rellenábamos el calcetín de hombre más grande que encontrábamos con trapos o papel de periódico arrugado, lo enrollábamos para darle la forma de balón más parecida posible y lo atábamos con un cordel». Cuando no estaba en el campo de juego, lustraba zapatos a cambio de unos céntimos para ayudar a su empobrecida familia. A los 15 años, Waldemar de Brito, uno de los mejores jugadores de Brasil, encontró a Pelé y lo llevó a mostrarlo a los directivos de un equipo profesional de Santos declarando: «Este chico será el mejor jugador de fútbol del mundo». A la temporada siguiente, era el máximo goleador de su liga». No pasó mucho tiempo hasta que el resto del mundo se enteró de la existencia de Pelé; de hecho, los italianos intentaron comprar al adolescente por un millón de dólares, pero el «Congreso brasileño entró en sesión de urgencia, se dijo amablemente a los italianos que «lo olvidaran» y Pelé fue declarado «tesoro nacional no exportable»». Este pareció ser el comienzo de la identidad de Pelé como algo más que un gran futbolista.
Participación en el Mundial
Mundial de 1958
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Pelé se abrió paso en el mundo jugando con la selección brasileña a los 17 años. En el Mundial de Suecia 1958, que fue su debut en el torneo mundial, Pelé «…surgió de la nada para iluminar el torneo con sus deslumbrantes habilidades», marcando seis goles a lo largo del torneo. En el partido de cuartos de final contra Gales se convirtió en el goleador más joven de la Copa del Mundo de todos los tiempos, con 17 años y 239 días. A continuación, marcó un triplete en las semifinales contra Francia en 23 minutos. En el partido final contra la anfitriona Suecia, Pelé marcó dos goles para ayudar a los brasileños a ganar 5-2. El jugador sueco Sigge Parling comentó más tarde que «…después del quinto gol, me dieron ganas de aplaudir» en respuesta al segundo gol de Pelé en el último minuto de juego. Con un asombro similar, Pelé, con los ojos llorosos y emocionado después del partido confesó: «Me sentía como si estuviera viviendo un sueño». A partir de ese día Pelé fue conocido como el ‘Rey del Fútbol’, participando consecutivamente en los mundiales cuatrienales.
Mundial de 1962
El Mundial de Chile de 1962 terminó de forma diferente para Pelé que el torneo pasado, aunque para Brasil el resultado fue el mismo. Después de marcar un único gol en el partido de primera ronda contra México, la superestrella de 21 años Pelé abandonó el partido de segunda ronda contra Checoslovaquia con una lesión en la ingle. Su equipo brasileño volvió a salir victorioso, pero Pelé no pudo contribuir desde el banquillo.
Copa del Mundo de 1966
En la Copa del Mundo de Inglaterra de 1966, Pelé, que a estas alturas estaba en el radar de todos los rivales, fue blanco y abordado agresivamente por los equipos contrarios. En la primera ronda, Brasil se impuso con un 2-0 a Bulgaria en el que Pelé marcó un único gol. Desgraciadamente, los sucesivos asaltos contra los defensores búlgaros y portugueses lesionaron a Pelé de una forma demasiado conocida. Sin Pelé, Brasil perdió ante Hungría en la siguiente ronda por 3-1. Una vez más, el futbolista brasileño se vio obligado a mirar desde la banda, ya que esta vez su equipo fracasó en el intento de ganar su tercer Mundial consecutivo.
Mundial de 1970
El Rey del Fútbol tuvo que esperar otros cuatro años, hasta el Mundial de México de 1970, para devolver el campeonato del mundo a Brasil. De este Mundial Pelé confesó: «Quería acabar de una vez por todas con la idea de que no podía entrar en una serie de Mundiales sin lesionarme.» En la final, el equipo brasileño dirigido por Pelé, que estaba sano, venció a Italia por 4-1, y el único gol de Pelé fue el número 100 de Brasil en la Copa del Mundo, un hito enorme. Tarcisio Burgnich, el defensa italiano que marcaba a Pelé, declaró más tarde: «Me dije antes del partido: ‘está hecho de piel y huesos como todos los demás’. Pero me equivoqué». Pelé recordó más tarde su único gol en la final: «Tengo un sentimiento especial por ese gol porque lo marqué con la cabeza. Mi padre era futbolista y una vez marcó cinco goles en un partido, todos con la cabeza. Ese fue el único récord que nunca pude batir». La victoria sobre Italia supuso la tercera victoria de Pelé en la Copa del Mundo. Para decepción de sus admiradores, el Mundial de 1970 fue la última participación de Pelé en el torneo mundial.
Gol número 1000 en su carrera
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De todos los hermosos goles que marcó Pelé, asegura que su gol número 1000 fue el más importante para él. Fue un penalti contra el Vasco da Gama en un estadio Maracaná de Río de Janeiro repleto. El público esperaba el gol, ya que Pelé llegó a los 999 goles en su carrera. Cuando el futbolista brasileño recibió una falta cerca de la portería en el minuto 77, se le concedió un penalti. Con habilidad, Pelé batió al portero del Vasco da Gama y marcó el gol número 1000 de su carrera. Algunos aficionados encontraron su gol hasta cierto punto decepcionante porque esperaban algo más dramático como una patada de bicicleta del mágico Pelé. Sobre el gol del hito, Pelé comentó: «Lo que no entendieron ni apreciaron es que era más difícil haber lanzado ese penalti que haber intentado hacer algo inusual en juego abierto». La prueba de que su modestia era una parte verdadera de él volvió a salir a la luz cuando lloró después de su gol número 1000 y lo dedicó a todos los niños de las calles de Brasil.
Mira el gol número 1000 de Pelé:
Otros logros
Físicamente, el talento de Pelé era propicio para convertirse en un icono internacional. Un futbolista de tamaño medio, era rápido como un rayo, con una gran visión de campo, un gran equilibrio y una creatividad y manejo del balón nunca vistos que le hacían casi imposible de defender. Conocido por su creatividad, Pelé era adorado por su astucia y su capacidad goleadora. A lo largo de una carrera estelar, acumuló 1.281 goles en sólo 1.363 partidos, sólo superado por su compatriota Arthur Freidenreich. Marcó cinco goles en un partido en seis ocasiones, además de 30 partidos con cuatro goles y 92 partidos con tres «hat-trick», lo que supone un récord internacional. Fue un goleador prolífico, llegando a marcar ocho goles en un partido contra el Botafogo en 1964. En el ámbito de los clubes, mientras jugaba en el Santos F.C., acumuló grandes cifras con 127 goles en 1959, 110 en 1961 y 101 en 1965, camino de dos campeonatos mundiales de clubes antes de retirarse en 1974. Más tarde decidió salir de su retiro y jugar dos años en la North American Soccer League con el Cosmos de Nueva York a instancias de Clive Toye, el director general del Cosmos. «Era realmente ridículo pensar que Pelé, el mejor jugador de todos los tiempos, iba a acabar jugando en este ridículo y pequeño equipo de Nueva York con 1.500 espectadores», dijo Clive Toye. «Pero le dije que no se fuera a Italia, que no se fuera a España, que lo único que podía hacer era ganar un campeonato. Ven a Estados Unidos y podrás ganar un país». En 1975 Pelé firmó un contrato de 2,8 millones de dólares y tres años con el Cosmos. Su presencia en la NASL ayudó a aumentar la asistencia media en casi un 80 por ciento desde 1975 (7.597) hasta 1977 (13.584). Después de llevar al Cosmos al campeonato de la liga en 1977, Pelé jugó su último partido en el Giants Stadium. Este partido de exhibición entre el Cosmos de Nueva York y su antiguo equipo, el Santos F.C., estuvo repleto, fue cubierto por 650 periodistas y transmitido en 38 países. Simbólicamente, Pelé jugó un tiempo para cada equipo como gesto de su transición del Santos a Nueva York. Un periódico brasileño señaló sobre el ambiente del día lluvioso: «Hasta el cielo lloraba». La presencia de Pelé en los Estados Unidos trajo consigo una enorme atención norteamericana hacia el juego del fútbol.
El último partido de Pelé:
Proyección goleadora:
Los 20 mejores goles
Destacados
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