Cerclaje cervical

Diferencias entre la ictericia por lactancia y la ictericia por leche maternaSe sabe que algunas mujeres tienen lo que se denomina cuello uterino incompetente (también conocido como insuficiencia cervical). Esto significa que el cuello uterino de una mujer es inusualmente débil y puede no ser capaz de mantener adecuadamente al bebé en su lugar durante el embarazo. Tener un cuello uterino incompetente puede hacer que una mujer entre en un parto prematuro, lo que puede ser arriesgado o incluso mortal para el bebé.

En una paciente con insuficiencia cervical, se produce una apertura prematura del cuello uterino (orificio interno). La preocupación es que el cuello uterino pueda dilatarse aún más y provocar actividad uterina.

El cerclaje cervical es un procedimiento quirúrgico en el que se utilizan puntos de sutura o cinta quirúrgica para cerrar la abertura del cuello uterino. Es un tratamiento común para la incompetencia cervical y ayuda a garantizar que el bebé permanezca en el útero durante el tiempo adecuado. El cerclaje cervical mantendrá el cuello del útero cerrado hasta alrededor de las 37-38 semanas de embarazo, momento en el que el médico retirará el cerclaje y permitirá que el parto comience de forma natural.

Un cerclaje abdominal también es una opción para tratar la insuficiencia cervical. Es un cerclaje abdominal más agresivo y también más invasivo. El procedimiento lo suelen realizar los médicos de medicina materno-fetal cuando hay más borramiento y dilatación del cuello uterino.

El cerclaje abdominal o cervical no son la única opción. Un enfoque más conservador implicaría el reposo en cama (utilizando la posición de Trendelenburg), fluidos intravenosos y una estrecha vigilancia. ¿Qué es la posición de Trendelenburg? La mujer se acuesta en posición supina o plana en una ligera inclinación con los pies elevados.

¿Qué es un cerclaje cervical?

El cerclaje cervical (o sutura del cuello uterino) es un procedimiento quirúrgico en el que un médico cose físicamente el cuello uterino de una mujer para evitar que se abra. Los cerclajes cervicales pueden ser extremadamente útiles para prevenir abortos espontáneos o partos prematuros en las mujeres embarazadas.

Aunque pueda parecer aterrador, este procedimiento es el tratamiento estándar para las mujeres con un cuello uterino incompetente y rara vez tiene algún tipo de complicaciones. El cerclaje cervical es también un método de tratamiento muy eficaz. Según un estudio publicado recientemente en la revista Professional Medical Journal, los procedimientos de cerclaje cervical tienen éxito entre el 85% y el 90% de las veces.

Hay varios tipos diferentes de procedimientos de cerclaje cervical:

  • Cerclaje McDonald: el orificio cervical se cierra con sutura quirúrgica tradicional entre las 16 y 18 semanas y el punto se retira alrededor de la semana 37. Este es, con mucho, el tipo más común de cerclaje cervical.
  • Cerclaje Shirodkar: con este método la sutura se realiza en las paredes del cuello uterino en lugar de en la abertura. Se trata de un procedimiento más difícil en comparación con el método McDonald tradicional, pero se cree que el nivel más profundo de las suturas reduce el riesgo de infección. El procedimiento es permanente y se mantendrá para todos los futuros embarazos. Los médicos toman un trozo de fascia lata (que es como una media elástica) del muslo de la mujer y rodean el cuello uterino con él.
  • Cerclaje abdominal: el cuello uterino se sutura en la parte superior de la abertura cervical (en la zona abdominal). De nuevo, esto es más evasivo. Este método es permanente y suele hacerse sólo en los casos en que los métodos convencionales de cerclaje no son viables. Este procedimiento suele estar indicado porque hacer el cerclaje por vía vaginal es difícil debido al grado de embudo, dilatación o borramiento cervical. También suele ser una vía cuando un cerclaje cervical anterior ha fracasado.
    • ¿Para qué se utiliza el cerclaje cervical?

      El cerclaje cervical es un método de tratamiento para un cuello uterino incompetente. Sólo un pequeño porcentaje de mujeres -menos del 1%- experimentará esta complicación durante el embarazo. La incompetencia cervical suele ser algo que se diagnostica al principio del embarazo. Sin embargo, hay algunas mujeres que ya tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones en el cuello uterino y el médico puede decidir de forma preventiva realizar un cerclaje cervical para evitar posibles complicaciones. Algunos factores de riesgo comunes para un cuello uterino débil incluyen:

      • Tener un historial de abortos espontáneos en el segundo trimestre
      • Tener daños en el cuello uterino por un aborto anterior
      • Un procedimiento previo de «biopsia de cono» o «LEEP»

      ¿Cuándo es el mejor momento para un cerclaje cervical?

      El cerclaje cervical suele realizarse hacia el tercer mes de embarazo, o entre las 12-14 semanas. La detección precoz del problema es clave para prevenir problemas posteriores en el embarazo. Algunas mujeres pueden necesitar un cerclaje cervical más adelante en el embarazo debido a un problema repentino de acortamiento o apertura del cuello uterino, lo que se conoce como cerclaje emergente. Si una mujer acaba necesitando un cerclaje emergente, suele ser una señal de que los futuros embarazos se enfrentarán al mismo problema.

      Si la apertura del cuello uterino se detecta demasiado tarde, el cerclaje cervical puede no ser una opción porque la apertura ya es demasiado grande. En estos casos, las mujeres pueden guardar reposo en cama para reducir la posibilidad de un parto prematuro.

      Beneficios y riesgos del cerclaje cervical

      Siempre es mejor consultar con el médico cuál es el mejor camino para superar las complicaciones del embarazo. Los médicos sólo sugerirán un cerclaje cervical si saben que los beneficios superan los riesgos. Un cerclaje cervical correctamente realizado puede proteger a tu bebé de un aborto espontáneo o de cualquier complicación derivada de un nacimiento prematuro. Puede tener resultados que salvan vidas y se considera ampliamente como la mejor opción para un cuello uterino incompetente.

      En casos raros, podría haber algunos efectos secundarios que van de leves a graves. Estos riesgos incluyen:

      • Contracciones prematuras
      • Distocia cervical, o la incapacidad del cuello uterino para dilatarse correctamente durante el parto
      • Ruptura de membranas
      • Infección cervical
      • Laceración cervical
      • Náuseas y vómitos por la anestesia
      • Algunos efectos secundarios pueden indicar que algo ha ido mal en el procedimiento. Póngase en contacto con su médico inmediatamente si experimenta alguno de estos efectos secundarios después del procedimiento:

        • Contracciones
        • Dolor abdominal bajo que viene en oleadas, similar al trabajo de parto
        • Sangrado vaginal
        • Fiebre alta de más de 100 F
        • Secreción vaginal con mal olor
        • Ruptura o fuga de agua

        El procedimiento de cerclaje cervical

        Hay algunas discusiones y procedimientos por los que tendrá que pasar antes de hacerse el cerclaje cervical. Su médico repasará su historial médico con usted y hablará de cualquier otra complicación del embarazo que haya experimentado en el pasado. Su médico también discutirá las diferentes opciones de manejo del dolor para el procedimiento, normalmente recomendando algún tipo de anestesia localizada o generalizada.

        Antes del procedimiento se realizará un examen físico del cuello uterino y una ecografía transvaginal para que el especialista pueda ver correctamente su cuello uterino y decidir cómo coserlo adecuadamente. Estar nerviosa o sentir ansiedad por el procedimiento es natural, y puede ayudar plantear cualquier pregunta o preocupación que tenga en la cita inicial para aliviar cualquier estrés.

        El procedimiento real para un cerclaje cervical es relativamente sencillo. Después de administrar la anestesia (normalmente general, espinal o epidural), el médico utilizará una banda de hilo fuerte para coser alrededor del cuello uterino y apretarlo hasta que esté completamente cerrado.

        Después del procedimiento, es posible que tenga que permanecer en el hospital durante unas horas o posiblemente pasar la noche. Esto es para asegurarse de que no hay complicaciones inmediatas con las contracciones o el parto prematuro. Es normal experimentar un ligero sangrado y calambres durante unos días, a los que suele seguir un flujo vaginal espeso que puede durar varias semanas. Para prevenir cualquier tipo de infección cervical, es posible que te den medicamentos como antibióticos para que los tomes. Deberá guardar reposo en casa hasta que los puntos estén completamente curados o hasta que el médico le diga que puede reanudar su actividad habitual. Para evitar complicaciones, se aconseja que se abstenga de mantener relaciones sexuales una semana antes del procedimiento y al menos una semana después.

        ¿Qué ocurre durante la extracción?

        El cerclaje cervical permanecerá hasta alrededor de la semana 37 de embarazo, pero puede retirarse antes si se rompe la bolsa o comienzan las contracciones del parto. Los puntos de sutura se retirarán en la consulta del médico, lo que sólo llevará unos minutos. El procedimiento de retirada es similar a la realización de una prueba de Papanicolaou, y no debería causar mucho dolor.

        Fuentes y lecturas adicionales

        Dawes, L., & Groom, K. M. (2015). El cerclaje cervical. Obstetrics, Gynaecology & Reproductive Medicine, 25(11), 333-335.

        Manzoor, U., Shahzad, U., Sharif, N., Bano, S., Farhat, R., & Zia, K. (2019). Cerclaje cervical; Significado del cerclaje cervical. Professional Medical Journal, 26(5), 846-853.

        Tufail, N., Bano, N., Asif, U., & Asif, M. (2019). Incompetencia cervical; Papel del cerclaje cervical en la incompetencia cervical. Revista médica profesional, 26(5), 831-835.

        Yanamandra, N., & Arulkumaran, S. (2006). Cerclaje cervical. Current Obstetrics & Gynaecology, 16(5), 306-308.

        Cerclaje cervical electivo y emergente. (2014). Manual de procedimientos quirúrgicos del anestesista. 2014, p851-854.

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