Ya sea que estés a unas cuantas carreras de alcanzar tu peso corporal ideal o que estés en pleno entrenamiento para tu 12º maratón, cualquier pequeño contratiempo puede poner un verdadero freno a tu progreso, especialmente cuando se trata de algo tan común como el resfriado común.
Este es el momento en el que realmente deberías preguntarte: «¿Deberías?» en lugar de «¿Puedes salir a correr?»
Y la respuesta depende en gran medida de lo que te aqueje.
En el post de hoy, voy a profundizar en el tema de correr estando enfermo, cómo saber cuándo estás bien para salir a correr y cuándo es el momento de ceder y descansar.
Comencemos.
Correr estando enfermo – Lo de arriba Vs. Lo de abajo
Hay muchos factores a tener en cuenta a la hora de planificar seguir corriendo mientras se está enfermo.
Esto incluye la gravedad de su enfermedad, así como la intensidad de su entrenamiento.
A la hora de decidir si salir a correr o echarse una siesta, utilice «la comprobación del cuello» o, como se suele llamar, la regla de arriba/abajo del cuello.
Seguro que no es una ciencia exacta, pero la regla sin duda le proporcionará una idea aproximada de cuándo es mejor seguir entrenando y cuándo descansar.
También es mejor que jugar con las probabilidades.
Los síntomas de arriba-están bien para salir a correr
No dude en salir a correr si sus síntomas están por encima del cuello. Entre ellos se encuentran:
- Reconocimiento de la nariz
- Congestión nasal
- Estornudos
- Fatiga
- Ojos cansados
Para pecar de precavido, mantén una intensidad de carrera ligera o moderada
Evita forzar tu cuerpo demasiado.
No es el momento de perseguir una nueva marca personal.
Durante este tiempo, no pasa nada por saltarse la medicación contra la gripe y seguir adelante.
Los síntomas de abajo: no salgas a correr
Los expertos desaconsejan que sigas con tu entrenamiento si tus síntomas están «debajo del cuello». Los síntomas incluyen:
- Dolor de garganta
- Fiebre alta
- Mareos durante el entrenamiento
- Glándulas inflamadas
- Diarrea
- Fatiga extrema
- Dolores crónicos
- Vomitar al correr
- Tos intensa
- Congestión torácica
- Infección bronquial
- Sudoración excesiva.
.
Tenga como norma saltarse una carrera cuando sufra uno o más de estos síntomas.
Correr durante una enfermedad grave sólo puede empeorar las cosas, y no quiere eso.
Correr mientras se está enfermo – ¿Cuánto descanso?
De nuevo, la respuesta depende de lo que le afecte, como en la gravedad de sus síntomas.
En general, los resfriados suelen durar entre una semana y diez días, pero un caso grave de gripe puede retrasar hasta dos o tres semanas.
La regla general es tomarse tantos días de recuperación como sean necesarios para volver a la normalidad.
Yo sugeriría que esperaras a estar 24 horas completas sin síntomas antes de hacer cualquier entrenamiento duro, especialmente después de una fiebre.
Por ejemplo, si se enfermó un lunes por la noche, evite cualquier actividad extenuante de martes a jueves.
Si se siente casi de vuelta a la normalidad el viernes, reanude el entrenamiento el sábado.
Recuerde escuchar a su cuerpo y ajustarse todo el tiempo.
Sólo tenga en cuenta que unos pocos días de descanso no afectarán su nivel de acondicionamiento.
Siempre es mejor saltarse unas cuantas carreras que tratar de presionar para sólo forzar la vuelta de los síntomas.
No antepongas tu ego si quieres una recuperación rápida.
¿Cuándo es seguro volver a correr después de un resfriado?
Cuando su estado empiece a mejorar, empiece a retomar su plan de ejercicios habitual, siempre que lo haga de forma lenta y gradual.
Evite salir a toda pastilla en las primeras carreras.
Empiece con no más del 70 por ciento de su intensidad habitual, y luego auméntela lentamente durante la primera semana más o menos.
Tome tantos descansos para caminar como necesite.
Escuche a su cuerpo y preste atención a las señales de alarma como las náuseas, los mareos, el aumento del ritmo cardíaco o la sudoración excesiva (y anormal).
Alivie el ritmo si nota alguno de estos síntomas.
Es probable que su sistema inmunológico esté comprometido tras la enfermedad y que su cuerpo no esté aún preparado para rendir al máximo.
Si vuelves a entrenar como si no hubiera pasado nada, lo más probable es que acabes prolongando tu periodo de recuperación o incluso te arriesgues a una recaída.
Prevenir el resfriado
Aunque no hay una cura de la noche a la mañana para el resfriado, hay muchas medidas que puedes tomar para ayudar a tu cuerpo a recuperarse más rápido y prevenir futuros brotes.
Aquí tienes algunas medidas sencillas a tener en cuenta:
- Lávate las manos con frecuencia. Esto ayuda a eliminar los gérmenes que pueden comprometer su sistema inmunológico.
- Duerma lo suficiente. Intenta dormir al menos de 7 a 9 horas por noche.
- Cambia tu ropa de correr y ponte una ropa seca inmediatamente después de correr.
- Integra mucha vitamina C en tu dieta. Es clave para mejorar la función inmunológica. Además, bebe mucha agua. La vitamina no puede funcionar sola sin agua.
- Cuando corra en invierno, póngase un pañuelo o bufanda sobre la boca y la nariz. También debe llevar tantas capas como sea necesario para estar cómodo.
- Mantenga un estilo de vida saludable. Coma limpio, medite, evite el estrés y diviértase.
- Consulte a un médico para obtener más opciones.
Conclusión
Ahora ya tiene una idea aproximada de cuándo debe seguir corriendo mientras está enfermo.
Odio sonar como un disco rayado, pero como siempre digo, la clave para mantenerse sin lesiones y cómodo mientras corre es escuchar siempre a su cuerpo.