Con una extensión de más de 6,6 millones de kilómetros cuadrados, Rusia es el país más grande del mundo por masa terrestre, superando al segundo, Canadá, por unos 2,8 millones de kilómetros cuadrados. Incluye nueve zonas horarias diferentes y comparte fronteras terrestres con 14 países vecinos. Los orígenes de Rusia se remontan a la fundación vikinga de la Rus de Kiev en el siglo IX. Se expandió bajo el liderazgo del jefe vikingo Rurik y sus antepasados, pero fue disuelta por los invasores mongoles en 1237. A partir del Gran Ducado de Moscú, menos vulnerable a los ataques de los mongoles por su ubicación remota y boscosa, los restos de la Rus se unificaron y expandieron, sobre todo durante el reinado de Iván el Terrible, de 1533 a 1584. Como primer zar oficial, Iván estableció el estado central ruso y duplicó su tamaño al conquistar las regiones de Kazán, Astracán y Siberia. En el siglo XVIII se convirtió en el tercer imperio más grande del mundo y, tras la revolución, en la República Socialista Federativa Soviética de Rusia, fue la mayor parte de la Unión Soviética. Con la desintegración de la Unión Soviética, Rusia, también conocida como la Federación Rusa, se estableció oficialmente el 25 de diciembre de 1991.
Aunque cubre alrededor del 17% de la tierra habitada del mundo, Rusia sólo alberga alrededor del 2% de los habitantes de la Tierra. Con una asombrosa población de más de 1.300 millones de personas, es decir, algo más del 19% de la comunidad mundial, China es el país más poblado de la Tierra. Durante la dinastía Qing, desde mediados del siglo XVII hasta principios del siglo XX, la población pasó de 150 a 450 millones de habitantes, ya que la expansión migratoria de la agricultura y los avances en la tecnología agrícola permitieron al país alimentar a una mayor población. El siguiente boom demográfico masivo comenzó tras la Segunda Guerra Mundial, bajo el liderazgo de Mao Zedong. China vivió un periodo de modernización durante el gobierno de Mao, que incluyó mejoras en su sistema sanitario, lo que aumentó la esperanza de vida de forma espectacular. Al mismo tiempo, Mao instó a la gente a tener familias más numerosas porque creía que el crecimiento de la población redundaría en el fortalecimiento del país en su conjunto. Durante el reinado de Mao, de 1949 a 1976, la población de China creció de aproximadamente 540 millones a 940 millones. Con el fin de frenar la superpoblación de China, en 1979 se instituyó la política del hijo único, que ha frenado el crecimiento exponencial del país, pero aun así la población ha ascendido a más de 1.000 millones de personas más que la del tercer país del mundo, Estados Unidos (313 millones).
Pero puede que China no ostente el título de «más poblada» durante mucho tiempo. La ONU predice que en los próximos 15 años, las poblaciones de China e India alcanzarán casi los 1.500 millones. En ese momento, la población de China empezará a disminuir, debido al envejecimiento de la población sin una tasa de natalidad suficiente para mantener el crecimiento, y la de India seguirá aumentando.