Como la mayoría de los compuestos químicos, el DEET no viene sin advertencias ni efectos secundarios. En primer lugar, echemos un vistazo a cómo afecta el DEET al medio ambiente.
La Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA) volvió a registrar el DEET en 1998 para asegurarse de que se ajustaba a las normas más estrictas de hoy en día (en lugar de las normas de los años 50). Como el DEET se aplica sobre la piel y no directamente sobre las plantas o la fauna, su impacto en el medio ambiente es mínimo. Sin embargo, la EPA indica que el DEET es ligeramente tóxico para las aves, los peces y los invertebrados acuáticos. Es prácticamente no tóxico para los mamíferos. Actualmente, la EPA clasifica el DEET en la categoría de toxicidad III, la segunda más baja de las cuatro categorías, es decir, «ligeramente tóxico».
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Entonces, ¿el DEET es malo para usted? La respuesta no está del todo clara. El uso excesivo de DEET puede tener consecuencias letales. Aun así, los datos de 1961 a 2002 muestran sólo ocho muertes relacionadas con el DEET. Tres fueron por ingestión deliberada, dos por exposición dérmica (de la piel) y tres fueron niños que recibieron aplicaciones intensas y frecuentes de DEET . La EPA subraya que el DEET es perfectamente seguro si se utiliza de acuerdo con las instrucciones de la etiqueta. Una aplicación incorrecta puede provocar problemas de salud como irritación de la piel, desorientación, mareos y, en casos extremos, convulsiones o la muerte.
Se oyen rumores de que el DEET provoca cáncer. Esto puede deberse en parte a que la gente confunde el DEET con el DDT, un conocido carcinógeno. En realidad, los científicos no han establecido una relación directa entre el DEET y el cáncer. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) clasifican el DEET como carcinógeno del grupo D, lo que significa que no es clasificable en cuanto a su carcinogenicidad en humanos. En términos simples, eso significa que no pueden decir que causa cáncer, pero tampoco pueden decir que no lo hace.
Para obtener información de un vistazo, el grupo activista Beyond Pesticides mantiene su propia lista de efectos documentados del DEET sobre la salud y el medio ambiente:
- Cáncer: No está documentado
- Disrupción endocrina: No documentado
- Efectos reproductivos: No documentado
- Neurotoxicidad: Sí
- Daño renal/hepático: Sí
- Sensibilizante/Irritante: Sí
- Defectos de nacimiento/desarrollo: Sí
- Detectado en aguas subterráneas: Sí
- Potencialmente lixiviado: Sí
- Tóxico para las aves: No documentado
- Tóxico para los peces/organismos acuáticos: No documentado
- Tóxico para las abejas: No documentado