Hay varias incógnitas en el proceso reproductivo del gran tiburón blanco; los biólogos sólo han podido diseccionar unas 10 hembras preñadas . Debido a las cicatrices de sus aletas, es probable que los tiburones blancos practiquen los rituales de cortejo típicos de un tiburón, que implican que el macho muerda a la hembra para mantenerla en su sitio durante la inseminación.
El gran tiburón blanco es ovovivíparo, lo que significa que el tiburón crece en un huevo, que luego eclosiona dentro de la madre. Poco después, nace la cría de tiburón. Mientras están en el vientre materno, los embriones de tiburón blanco se alimentan de huevos no fecundados, una práctica conocida como oofagia. No parece que se coman los huevos fecundados, como se sabe que hacen algunas otras especies de tiburón, pero puede que se traguen sus propios dientes cuando los pierden por el calcio.
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Se estima que el período de gestación es de 12 a 18 meses, pero esto es en gran medida especulativo . El tamaño de la camada del gran blanco oscila entre dos y 10 crías, aunque se han documentado camadas de hasta 17 crías . Al nacer, las crías de tiburón blanco miden 1,5 metros y pesan unos 35 kilos. El tiburón blanco crece lentamente: Los machos alcanzan la madurez a los 9 ó 10 años, mientras que las hembras lo hacen a los 14 ó 16 años. Los científicos creen que viven unos 30 años.
Debido al largo periodo de gestación, es posible que las hembras de gran blanco den a luz cada dos años, tomándose un tiempo para descansar después del apareamiento. Esta baja tasa de reproducción y el lento crecimiento hasta la madurez preocupan a los conservacionistas de los grandes blancos. Los científicos están interesados en saber más sobre los hábitos reproductivos del tiburón para saber mejor qué métodos de conservación son necesarios. Como hemos mencionado, los tiburones blancos se enfrentan a numerosas amenazas por parte de los humanos, como la pesca de aletas y dientes y la caza deportiva.
Los biólogos marinos carecen de cifras exactas sobre la población de tiburones blancos, pero se ven muy raramente y actualmente están catalogados como vulnerables, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales. Para los que no nadaron durante un año después de «Tiburón», preocuparse por el número de tiburones blancos puede parecer una tontería. Los conservacionistas y los científicos insisten en que gran parte de nuestro miedo a los tiburones blancos está en nuestra cabeza, y que estas criaturas desempeñan un papel importante en el ecosistema, ya que, por ejemplo, se alimentan de focas, que a su vez comen salmón. Una abundancia de focas podría llevar a la eliminación del salmón. En la actualidad, los tiburones blancos están protegidos en Sudáfrica, Australia y Estados Unidos.