«Saber que mi familia y mis amigos siguen apoyándome durante este tiempo es todo lo que realmente me importa», dijo. «Creo que una tarjeta de graduación, o incluso un trozo de papel doblado en un sobre, es todo lo que realmente necesito en este momento.»
Victoria Eavis quiere que su padre le haga fotografías. Se lleva una cámara a todas partes.
«Me gustaría tener cuatro fotos suyas -en el tamaño que él considere oportuno- que sean de alguna manera representativas de mis cuatro años en la universidad», dijo la señora Eavis, que se graduó en antropología cultural en Duke. «No quiero salir en ellas, más bien quiero mirarlas en mi pared y que me recuerden la belleza de la luz pegajosa y los cielos infinitos de Durham.»
Un wok, o una sartén de hierro fundido
En tiempos habituales, muchos recién graduados se especializan en comida para llevar para cenar. Después de pasar gran parte del último semestre en casa comiendo en familia, puede que tengan más ganas de cocinar. Ayúdales.
«Me he sentido mimada por la cocina de mi casa, equipada con cualquier utensilio de cocina que pudiera pedir», dice Hala El Solh, que estudió en la Universidad de Yale.
Tanto un wok como una sartén de hierro fundido duran realmente toda la vida. Distribuyen el calor de forma más uniforme que la mayoría de las sartenes y no están recubiertas de productos químicos. Si a tu graduado también le gusta la repostería, regálale una batería de cocina, unas cuantas recetas impresas y algunas especias, atadas con un lazo.
Unos cuantos libros estupendos
Amanda Gordon, que se especializó en periodismo e historia en la Universidad de Northwestern, ha estado leyendo más durante la cuarentena y sabe que los primeros meses fuera de la universidad pueden ser desalentadores.
«Me encantaría que las mujeres de mi familia enviaran un libro que leyeron cuando tenían veintitantos años, uno que les ayudara a superar los momentos difíciles del inicio de la vida adulta», dijo. «Tengo la esperanza de que estas historias puedan arrojar algo de luz sobre las aguas tan turbias en las que me encuentro vadeando»
También: Considera una cafetera y un termo. El mundo real empieza mucho antes que la universidad y hacer tu propio café y llevarlo contigo ahorra dinero y reduce el desperdicio de vasos desechables. También puedes optar por un kit de coctelería: Lo más probable es que los bares sean de los últimos lugares en abrir, así que los refrescos D.I.Y. y el entretenimiento en casa pueden tener prioridad. Y una última idea, un reloj: Aunque sea el regalo más tradicional de todos y pueda parecer obsoleto en la era de los móviles, es un signo de vida adulta. Y la puntualidad siempre está de moda.