Demencia rápidamente progresiva

La demencia es una condición progresiva, lo que significa que empeora con el tiempo. La velocidad de deterioro difiere entre los individuos. La edad, la salud general y la enfermedad subyacente que causa el daño cerebral afectarán al patrón de progresión. Sin embargo, para algunas personas el deterioro puede ser repentino y rápido.

El deterioro de la demencia suele ser lento y gradual. Las demencias rápidamente progresivas o RPD son diferentes. Progresan rápidamente, con frecuencia en un periodo de semanas o meses, y pueden resultar rápidamente mortales. Las demencias rápidamente progresivas son raras, pero pueden ser muy angustiosas para la persona afectada y para quienes la quieren y la cuidan.

¿Por qué la demencia puede progresar rápidamente?

La enfermedad de Alzheimer suele tener una progresión lenta y gradual, mientras que las personas afectadas por la demencia vascular tienden a mostrar un deterioro periódico y escalonado de sus funciones. Sin embargo, hay muchos factores que influyen en el desarrollo de la demencia. La herencia genética de un individuo influye, al igual que su salud física general. Las personas con enfermedades cardiovasculares o diabetes, especialmente si están mal controladas, corren el riesgo de sufrir un deterioro más rápido. Las personas frágiles, con baja inmunidad e infecciones recurrentes, también son vulnerables. La demencia de inicio joven tiende a progresar más rápidamente. Las personas que desarrollan demencia entre los treinta y los cincuenta años, parecen vivir dos años menos que aquellas cuya demencia se diagnostica más tarde.

La mayoría de los casos de confusión repentina y demencia de rápida progresión en una persona mayor se deben al delirio causado por una infección. Las infecciones urinarias y la neumonía pueden desencadenar una confusión aguda que aparece rápidamente, haciendo que las personas se muestren incoherentes, confusas y desorientadas. También son frecuentes la agitación, la agresividad y los comportamientos extraños. La buena noticia es que los síntomas del delirio pueden revertirse cuando la infección se trata adecuadamente.

¿Podría tratarse de una demencia rápidamente progresiva?

La DRP puede ser difícil de diagnosticar. Sin embargo, diagnosticar con precisión estas condiciones es fundamental para identificar cualquier causa tratable y proteger contra un mayor daño a las células cerebrales. Una evaluación hospitalaria temprana por parte de un especialista puede ayudar a detectar los problemas para que, en su caso, se pueda iniciar el tratamiento adecuado. Los cánceres, las infecciones, las toxinas y las enfermedades autoinmunes pueden provocar un rápido deterioro de la función mental, así como las causas neurodegenerativas más comunes de la demencia, como el Alzheimer, los accidentes cerebrovasculares y la enfermedad de Parkinson.

Investigación de la DPR

En una evaluación de la DPR, el médico realizará un historial detallado para conocer los síntomas y los retos a los que se enfrenta la persona. Preguntar sobre el historial médico, la salud de los familiares cercanos y cualquier exposición reciente a productos químicos, infecciones o medicamentos puede ayudar a identificar cualquier causa potencial. Un examen minucioso puede ayudar al médico a detectar cualquier problema físico y a evaluar el nivel actual de la función mental.

Las investigaciones suelen incluir pruebas de laboratorio de sangre, orina y del líquido que rodea el cerebro y la médula espinal. Se escaneará el cerebro con un aparato de resonancia magnética o de tomografía computarizada y puede realizarse un electroencefalograma, o EEG, para medir la actividad eléctrica del cerebro. Toda esta información se asimilará y se tendrá en cuenta para ayudar a diagnosticar la causa de la demencia.

¿Qué ocurre en la demencia rápidamente progresiva?

La presentación y el progreso de la DPR variarán según los individuos. Las personas afectadas suelen desarrollar problemas de memoria, procesos de pensamiento y comunicación. Muchas personas también presentan cambios de personalidad o de comportamiento y alteraciones del estado de ánimo. También pueden producirse cambios en el movimiento como resultado de la lesión de las células cerebrales.

Algunas formas de RPD son tratables y, si el diagnóstico se realiza rápidamente, los primeros síntomas pueden revertirse. Lamentablemente, para otras causas de la afección, no hay curas disponibles. Es inevitable el aumento de los síntomas y el deterioro de la función. Lamentablemente, en meses o años, la demencia que progresa rápidamente causará el fallo de todos los sistemas del cuerpo y la muerte.

¿Qué causa la DRP?

Hay muchas causas de la DRP, entre las que se incluyen:

  • Enfermedades autoinmunes, en las que el sistema inmunitario del cuerpo se activa para luchar contra sus propias células. En algunas condiciones autoinmunes, se producen anticuerpos que pueden atacar el tejido cerebral o nervioso.
  • Presentaciones inusuales de causas comunes de demencia. En raras ocasiones, el Alzheimer, el Parkinson, la demencia frontotemporal y la demencia con cuerpos de Lewy pueden establecerse más rápidamente y tener una progresión acelerada.
  • Alteraciones hormonales y trastornos metabólicos.
  • Enfermedades priónicas. Son enfermedades neurodegenerativas raras causadas por proteínas plegadas de forma anormal en el cerebro. Las enfermedades priónicas incluyen la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ) y el Insomnio Familiar Fatal. Los mecanismos de la infección no se conocen bien.
  • Infecciones.
  • Alteración del flujo sanguíneo al cerebro, incluidos los accidentes cerebrovasculares que causan una demencia vascular más repentina y grave.
  • Problemas estructurales del cerebro, como la hidrocefalia.
  • Toxinas.
  • Deficiencias vitamínicas.
  • Cáncer.
  • Efectos secundarios o complicaciones de los medicamentos prescritos.
  • Ataques o convulsiones recurrentes.

¿Cuál es el tratamiento de la RPD?

El tratamiento adecuado para la RPD dependerá del tipo de demencia y de la causa de la enfermedad. En el caso de la RPD causada por el cáncer, el desequilibrio hormonal o las alteraciones metabólicas, el tratamiento dirigido a la causa subyacente puede ayudar a tratar también la demencia. Desgraciadamente, para muchas personas no hay cura, pero el tratamiento puede ayudar a reducir la angustia, mantener el confort y mejorar la calidad de vida.>

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