El enfisema es una enfermedad pulmonar muy grave, pero es bastante inusual desarrollarla a su edad. Si aún no lo ha hecho, le sugiero que busque una segunda opinión para asegurarse de que su diagnóstico es correcto. Lo mejor sería que un especialista en pulmones le evaluara para ver si hay una causa hereditaria de enfisema conocida como deficiencia de alfa-1 antitripsina (AAT). La falta de esta proteína puede provocar un enfisema de aparición temprana, normalmente entre los 20 y los 40 años; los efectos empeoran considerablemente con el tabaco. Un simple análisis de sangre puede determinar si usted tiene esta anomalía genética. Si es así, el tratamiento consiste en una terapia de sustitución para elevar el nivel de la proteína que falta lo suficiente como para frenar la progresión de la enfermedad pulmonar. Por desgracia, el tratamiento no es curativo, por lo que es imprescindible dejar de fumar. Si se padece la deficiencia de TCA, el tabaquismo puede acortar la vida hasta en 10 años.
Por sí solo, el consumo de cigarrillos es la causa más común de enfisema en las personas mayores. Los componentes del humo del tabaco parecen desencadenar la liberación en los pulmones de sustancias químicas que dañan las paredes de los sacos de aire (alvéolos). Como resultado, los sacos ya no tienen la misma capacidad para llevar el oxígeno de los pulmones al torrente sanguíneo. Con el tiempo, el daño a los sacos de aire se agrava, provocando falta de aire, tos crónica y sibilancias. Otros síntomas pueden ser ansiedad, fatiga, pérdida de peso y, finalmente, pérdida de movilidad.
Si tiene enfisema, lo mejor que puede hacer por usted es dejar de fumar inmediatamente, lo que puede evitar que el daño pulmonar empeore. El enfisema suele tratarse con broncodilatadores y corticosteroides para mejorar la respiración. Su médico también puede recomendarle que utilice oxígeno de bajo flujo cuando haga ejercicio o si tiene problemas respiratorios por la noche, o sugerirle rehabilitación pulmonar para mejorar su tolerancia al ejercicio. Más allá de eso, las opciones de tratamiento son escasas. Los trasplantes de pulmón están disponibles para quienes padecen una enfermedad grave. La cirugía de reducción pulmonar para eliminar las partes dañadas del pulmón y permitir que las partes normales se expandan más plenamente está en estudio; no la recomiendo en este momento.
Aquí hay algunas sugerencias para proteger sus pulmones de un daño mayor:
- Tome vitaminas y minerales antioxidantes.
- Tome un suplemento diario de suplemento de coenzima Q10 (CoQ10), que puede mejorar el uso del oxígeno a nivel celular. Tome 60 mg dos veces al día de la forma de cápsula blanda, que se absorbe mejor cuando se toma con una comida que contenga algo de grasa.
- Tome el hongo medicinal chino cordyceps, que puede ser útil en la enfermedad pulmonar crónica. Busque cápsulas de extracto de cordyceps y siga las instrucciones de dosificación que aparecen en la etiqueta del producto.
- Aumente sus fuentes dietéticas de carotenos, como zanahorias, batatas, calabaza amarilla y verduras de hoja verde. Sin embargo, no tome directamente suplementos de betacaroteno, ya que en los fumadores pueden aumentar las posibilidades de otros problemas pulmonares. Su mejor opción son los carotenoides mixtos que se encuentran en estos alimentos.
- Haga ejercicio regularmente para aumentar su resistencia. Sin embargo, asegúrese de que su médico lo apruebe antes de comenzar un programa de ejercicios.
- Mantenga un peso normal. Si tiene sobrepeso, su corazón tiene que trabajar más y es más probable que experimente falta de aliento. Si tiene un peso inferior al normal, dispondrá de menos reservas de energía.
- Trate de evitar la exposición a la contaminación atmosférica, que puede empeorar los síntomas del enfisema. Quédese en casa cuando los niveles de ozono no sean saludables y los niveles de contaminación sean altos.
- Consulte a su médico rápidamente si desarrolla un resfriado o una gripe, ya que ambos pueden empeorar los síntomas. Asegúrese de vacunarse contra la gripe anualmente y pregunte a su médico si puede vacunarse contra la neumonía neumocócica.
Andrew Weil, M.D.