Un diagnóstico exhaustivo y preciso del cáncer es fundamental para determinar el plan de tratamiento de una paciente con cáncer de útero. Nuestro equipo multidisciplinar de expertos en cáncer utiliza una amplia gama de pruebas y herramientas diseñadas para diagnosticar el cáncer de útero. El tipo de cáncer, el estadio y el estado de salud general de cada paciente se tienen en cuenta a la hora de elaborar un plan de tratamiento adaptado a sus necesidades y objetivos. A lo largo del tratamiento, también se utilizarán pruebas de imagen y de laboratorio para supervisar la respuesta al tratamiento, y nuestros expertos en cáncer modificarán el plan de atención cuando sea necesario.
Las pruebas comunes diseñadas para diagnosticar el cáncer de útero incluyen:
Examen pélvico
Un examen pélvico suele utilizarse al principio del diagnóstico del cáncer de útero para comprobar si hay bultos que deban examinarse más a fondo con tecnología de imagen avanzada.
Biopsia
Una biopsia de endometrio es una prueba de diagnóstico común para el cáncer de útero. Durante este procedimiento, se extrae una muestra de células del revestimiento interior del útero y se envía al laboratorio para su examen bajo el microscopio. Este procedimiento puede realizarse en la consulta del médico o en un quirófano ambulatorio.
Biopsia del ganglio linfático centinela
La biopsia del ganglio linfático centinela se utiliza para diagnosticar y estadificar el cáncer ayudando a determinar si el cáncer se ha extendido (metastatizado). Durante una biopsia del ganglio linfático centinela, se inyecta una sustancia radiactiva y/o un tinte cerca del lugar del tumor. Los primeros ganglios linfáticos que absorben el tinte se identifican como ganglios linfáticos centinela, porque son el primer drenaje ganglionar al que es más probable que se extienda el cáncer desde un tumor primario. Más de un ganglio linfático puede considerarse un ganglio linfático centinela.
El cáncer de útero se propaga a los ganglios linfáticos en aproximadamente el 15 por ciento de las mujeres con un cáncer que, por lo demás, parece estar confinado en el útero. Como herramienta de diagnóstico, la biopsia del ganglio linfático centinela puede ofrecer una mayor sensibilidad para ayudar a determinar si el cáncer se ha extendido más allá del útero. La extirpación de sólo uno o dos ganglios linfáticos como biopsia del ganglio centinela puede disminuir las complicaciones.
Dilatación & legrado (D&C) con histeroscopia
Durante un procedimiento de dilatación & legrado (D&C), su médico primero dilatará el cuello del útero. A continuación, el médico introduce el histeroscopio para examinar la cavidad uterina interna. A continuación, se realiza una biopsia (legrado) del revestimiento del útero. A continuación, los patólogos examinan el tejido bajo el microscopio para determinar un plan de tratamiento. Se trata de un procedimiento ambulatorio que no requiere incisiones. Una D&C se suele realizar bajo anestesia general.
Cuando los resultados de la biopsia no son claros o no se puede extraer suficiente tejido, el médico puede realizar una D&C para detectar el cáncer de útero. Este procedimiento suele realizarse con una histeroscopia. Un histeroscopio es un pequeño microscopio que puede colocarse fácilmente en el útero para asegurarse de que se hacen las biopsias correctas.
Pruebas de imagen
Una ecografía: También conocida como ecografía, una ecografía es una prueba de imagen que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para crear imágenes de los órganos internos. Al capturar imágenes en tiempo real, los exámenes de ultrasonido revelan la estructura y el movimiento de órganos como el corazón, los vasos sanguíneos, los riñones y el hígado. A diferencia de las radiografías, los exámenes por ultrasonidos no utilizan radiación. El sonido que producen los tumores es diferente al de los tejidos sanos, lo que nos ayuda a identificar un tumor uterino.
TC: También conocida como tomografía axial computarizada, una TC es un procedimiento de rayos X que utiliza un ordenador para producir imágenes tridimensionales y transversales del útero. A diferencia de las radiografías convencionales, los TAC proporcionan imágenes excepcionalmente detalladas de los huesos, los órganos y los tejidos. Las radiografías se toman desde muchos ángulos y se combinan para crear una imagen transversal.
RM: La resonancia magnética es una herramienta de imagen diseñada para crear imágenes detalladas y transversales del interior del cuerpo. Utilizando ondas de radiofrecuencia, potentes imanes y un ordenador, los sistemas de IRM pueden distinguir entre el tejido normal y el enfermo. Cuando se diagnostica un cáncer de útero, una resonancia magnética puede ser más eficaz que una tomografía computarizada, porque una resonancia magnética puede observar mejor las distintas capas de la pared del útero.
Pruebas de laboratorio
Pruebas genómicas avanzadas: La prueba de laboratorio más común para el cáncer de útero es la evaluación genómica del tumor, una prueba que examina un tumor para buscar las alteraciones del ADN que están impulsando el crecimiento del cáncer. Al identificar las mutaciones que se producen en el genoma de una célula cancerosa, podemos entender mejor el comportamiento del tumor, y es posible que podamos adaptar su tratamiento en función de estos hallazgos.
Prueba CA-125: El CA-125 es una proteína en la sangre. Unas cantidades elevadas de CA-125 pueden indicar la existencia de un cáncer de útero, de ovarios, de trompas de Falopio o de peritoneo, así como de afecciones menos graves, como la endometriosis o la inflamación del abdomen. A menudo utilizamos esta prueba en combinación con otros métodos de diagnóstico. La prueba del CA-125 también se utiliza a menudo durante el tratamiento del cáncer. Los niveles altos de CA-125 que comienzan a disminuir pueden indicar que el tratamiento está teniendo un efecto positivo. Si el nivel, en cambio, sigue aumentando, su médico puede considerar la posibilidad de cambiar su régimen de tratamiento.
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