El origen del ampersand se remonta a la palabra latina et, que significa ‘y’. La E y la T que componen esta palabra se escribían ocasionalmente juntas para formar una ligadura (un carácter formado por dos o más letras unidas). Es imposible decir con exactitud cuándo se escribió este símbolo por primera vez, pero se ha encontrado un ejemplo en forma de grafiti en una pared de Pompeya, que se conservó tras la erupción del Vesubio en el año 79 de nuestra era. Puede ser muy difícil seguir la evolución de los símbolos a lo largo del tiempo, pero en el caso de la ampersand el trabajo ya lo ha hecho por nosotros Jan Tschichold, un tipógrafo nacido en Leipzip en 1902. Tschichold dedicó todo un estudio a la evolución de la ampersand en su libro de 1953 The ampersand: its origin and development (La ampersand: su origen y desarrollo), en el que recopiló cientos de ejemplos del símbolo a lo largo de la historia, registrando su evolución desde el trozo de grafiti antiguo hasta el conocido ‘&’ utilizado hoy en día. Dentro de esta colección hay ejemplos del siglo VIII que ya son reconocibles como la moderna ampersand.
Para un símbolo tan antiguo, el nombre ‘ampersand’ es sorprendentemente moderno. Visto por primera vez a finales del siglo XVIII, proviene de una alteración de y per se y (literalmente ‘y (es decir, &) por sí mismo hace la palabra y’), que en su día fue coreado por los escolares como ayuda para aprender el signo.
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