Una oración completa debe tener, como mínimo, tres cosas: un sujeto, un verbo y un objeto. El sujeto suele ser un sustantivo o un pronombre. Y, si hay un sujeto, es inevitable que haya un verbo, porque todos los verbos necesitan un sujeto. Por último, el objeto de una frase es la cosa sobre la que actúa el sujeto.
Así, podrías decir: «Claire pasea a su perro». En esta frase completa, «Claire» es el sujeto, «pasea» es el verbo y «perro» es el objeto. («Su» es simplemente un pronombre necesario en este ejemplo.)
Además de estos elementos básicos, una frase completa debe expresar también un pensamiento completo. Tenemos que entender completamente lo que está sucediendo. Si a una oración le falta un sujeto, un verbo o un objeto, puede clasificarse como un fragmento de oración.
Por último, los ejemplos de oraciones completas tienen que empezar con una letra mayúscula y terminar con alguna forma de puntuación. Así, al final de una oración completa, necesitaremos un punto, un signo de interrogación, un signo de exclamación o incluso un punto y coma. Considere la puntuación como el toque final de cualquier frase completa. Sin él, ¿cómo sabemos que la frase ha llegado a su fin?