El agarre débil es un fuerte predictor de la enfermedad metabólica y la discapacidad en adultos

Una sencilla prueba para determinar la fuerza de agarre de una persona puede ser un predictor del desarrollo de trastornos metabólicos en la edad media o avanzada, según ha descubierto un nuevo estudio intercontinental.

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Las ubicaciones de las pruebas, los datos demográficos y la metodología se seleccionaron por una razón.

«La prevalencia de las enfermedades crónicas es mayor en Estados Unidos y China», dice Mark Peterson, Ph.D., M.S., FACSM, profesor adjunto de medicina física y rehabilitación en Michigan Medicine y miembro del U-M Global Research, Education and Collaboration in Health and Institute for Healthcare Policy and Innovation. «Hay una necesidad imperiosa de identificar los predictores de la discapacidad y la diabetes en la mediana edad en ambas poblaciones».

Peterson es el autor principal de un nuevo estudio, publicado en Journals of Gerontology Series A: Medical Sciences, que investigó si la fuerza de agarre normalizada -que se define como la fuerza de agarre de una persona dividida por su masa corporal- podría servir como biomarcador tanto de la enfermedad cardiometabólica como de la discapacidad física en adultos estadounidenses y chinos.

Se asoció con colegas de la Escuela de Salud Pública de la UM, el Global REACH de Medicina de Michigan, el Instituto de Encuestas de Ciencias Sociales y la Escuela Nacional de Desarrollo de la Universidad de Pekín, en China.

Una razón para el enfoque geográfico del estudio: «China representa una población única», dice Peterson. «Es la mayor población de diabéticos del mundo, lo que impone una enorme carga sanitaria y económica a todo su país»

Añade que «en 2015, China y Estados Unidos tuvieron un gasto combinado de 320.000 millones de dólares en atención sanitaria relacionada con la diabetes, según la Federación Internacional de Diabetes. Las poblaciones que envejecen en ambos países están creciendo debido a la mejora de la atención médica de los adultos mayores y a la mayor esperanza de vida. Aunque por un lado eso es estupendo, por otro, representa dos poblaciones que tienen estimaciones de prevalencia crecientes de diabetes, problemas de salud cardiovascular y deficiencias funcionales. Cuanto más tiempo vivan las personas con esos problemas de salud, mayor será la carga para la sociedad».

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