Ya sea que lo conozcas por sus días en The Police o estés más al tanto de su carrera como solista, el hecho es que Sting es un icono de la música. El cantante de «Every Breath You Take», de 68 años, nacido Gordon Matthew Thomas Sumner, se casó por primera vez en 1976 con la actriz Frances Tomelt. La pareja tuvo dos hijos: Joseph, nacido en 1976, y Fuchsia, que nació seis años después. Desgraciadamente, el matrimonio terminó en 1984, pero el ganador del Grammy seguiría teniendo más pequeños.
En 1992, Sting volvió a casarse con una actriz, esta vez de nombre Trudie Styler -aún siguen juntos-. Los tortolitos tuvieron cuatro hijos: «Mickey», Jake, Eliot y Giacomo. Cada uno de estos seis hijos tiene su propio talento creativo, gracias a sus padres, por supuesto.
«Toda mi generación asumió que tendría un mejor nivel de vida. La que engendramos no puede asumirlo», explicó en una ocasión la leyenda a Daily Mail. «Con mis hijos hay una gran riqueza, éxito -una gran sombra sobre ellos-, así que no es nada fácil ser mi hijo. Lo hablo con ellos; es duro para ellos». Sin embargo, Sting admitió que sus hijos no heredarán todo su dinero.
«¡Les dije que no quedaría mucho dinero porque lo estamos gastando! «, reveló. «Tenemos muchos compromisos. Lo que entra lo gastamos y no queda mucho. … Desde luego, no quiero dejarles fondos fiduciarios que sean albatros alrededor de sus cuellos. Tienen que trabajar. Todos mis hijos lo saben y rara vez me piden algo, lo que realmente respeto y aprecio.»
«Obviamente, si tuvieran problemas les ayudaría, pero nunca he tenido que hacerlo», añadió. «Tienen esa ética de trabajo que les hace querer triunfar por su propio mérito. La gente hace suposiciones, como que han nacido con una cuchara de plata en la boca, pero no se les ha dado mucho»
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