El tratamiento del cuello uterino puede poner en peligro el embarazo más adelante

El 4 de mayo de 2004, se trata de una afección común para las mujeres: la displasia cervical, o células precancerosas en el cuello uterino. Sin embargo, las mujeres deben considerar cuidadosamente las opciones de tratamiento. Algunas podrían poner en peligro un embarazo posterior, según muestra un nuevo estudio.

El informe aparece en el número de esta semana de la revista Journal of the American Medical Association (JAMA).

En él, los investigadores exponen los riesgos que conllevan tres tratamientos para la displasia cervical. Se trata de un problema importante para las mujeres jóvenes, ya que los crecimientos anormales están causados por una casi epidemia de infecciones por el virus del papiloma humano (VPH). Se calcula que el 80% de las personas en Estados Unidos están infectadas por diversas cepas de este virus común.

La investigadora Lynn Sadler, MBChB, MPH, profesora de obstetricia y ginecología de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda, expone los tratamientos:

  • La conización láser y la ablación láser implican «quemar» el tejido cervical precanceroso con un láser.
  • El LEEP (procedimiento de escisión electroquirúrgica con asa) consiste en cortar el tejido con un asa de alambre electrificada de bajo voltaje.
    • Los médicos han debatido durante mucho tiempo los efectos de «astillar» el cuello uterino, ya que éste sostiene al feto en desarrollo en el útero durante el embarazo. ¿Ponen estos tratamientos en peligro al feto? ¿Podrían romperse las membranas antes de tiempo, provocando un parto prematuro? Además, dado que las glándulas del cuello uterino de la madre que producen sustancias protectoras pueden ser destruidas durante el tratamiento, ¿corre el feto riesgo de infección?

      Un experto ofreció su opinión sobre los tratamientos de displasia cervical: «Si fuera mi mujer o mi hija le animaría a no hacerse nada. Muchos estudios muestran que el 75% de estas células precancerosas desaparecen por sí solas», afirma el doctor Ira Horowitz, vicepresidente y director de oncología ginecológica del Instituto del Cáncer Winship de la Universidad de Emory, en Atlanta.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *