Entender la diarrea crónica o funcional

¿Qué es la diarrea?

La diarrea se define como la evacuación de heces frecuentes y/o sueltas o acuosas. La diarrea aguda desaparece en pocas semanas, y se convierte en crónica cuando dura más de 3-4 semanas. Si no se encuentra una causa específica después de una investigación exhaustiva y se cumplen ciertos criterios, se puede considerar un diagnóstico de diarrea funcional o crónica.

¿Qué son los trastornos funcionales del intestino?

Las personas con trastornos funcionales del intestino no demuestran anormalidades físicas o de laboratorio para explicar sus síntomas gastrointestinales (GI). Un ejemplo de trastorno intestinal funcional es el síndrome del intestino irritable (SII), que se estima que afecta aproximadamente al 10-15% de todos los adultos.

Aprenda más sobre el SII

¿Es la diarrea funcional lo mismo que el síndrome del intestino irritable?

Los individuos con diarrea funcional pueden representar un subgrupo de personas con SII. Las personas con SII a menudo informan de hábitos intestinales alterados, incluyendo diarrea y/o estreñimiento, asociados con dolor abdominal. También pueden presentar hinchazón, sensación de necesidad urgente de ir al baño, esfuerzo o sensación de evacuación incompleta. Muchos de estos síntomas se dan en las personas con diarrea funcional, pero la ausencia de dolor abdominal distingue a estas personas de las que padecen SII.

¿Cómo evalúan los médicos a los pacientes con diarrea funcional?

El médico empezará preguntando por el historial médico, incluyendo el uso de medicamentos y los hábitos dietéticos, y realizando una cuidadosa exploración física. Pueden solicitarse estudios adicionales como análisis de sangre y de heces.

Pueden indicarse procedimientos de diagnóstico como la colonoscopia o la endoscopia, que permiten al médico examinar la superficie interna del colon y del intestino delgado para excluir otras causas de diarrea crónica, como infecciones o inflamación del colon o enfermedades del intestino delgado.

¿Por qué es tan importante el historial médico y dietético?

El diagnóstico de diarrea funcional se realiza sólo después de excluir otras posibles causas, como los medicamentos y la diarrea inducida por la dieta. La lista de medicamentos que causan diarrea es extensa e incluye ciertos antibióticos, antiácidos que contienen magnesio, agentes reductores de la presión arterial (incluyendo betabloqueantes, inhibidores de la ECA) y medicamentos para controlar los latidos irregulares del corazón (quinidina). Todos los medicamentos, ya sean de prescripción o de venta libre, deben ser puestos en conocimiento del médico.

Aunque algunas personas son sensibles al trigo y a otros cereales relacionados (enfermedad celíaca, enteropatía por gluten), las verdaderas alergias alimentarias son raras. Sin embargo, la incapacidad de absorber completamente ciertos grupos de alimentos puede, si se consumen en cantidades suficientes, provocar diarrea en algunas personas. La intolerancia a la leche (lactosa) es uno de los ejemplos más comunes.

Las personas con intolerancia a la lactosa tienen niveles bajos de lactasa intestinal, la enzima necesaria para digerir el azúcar de la leche, la lactosa. El azúcar no absorbido pasa al colon, donde las bacterias lo descomponen y producen gases abdominales (hinchazón) y diarrea. El hecho de que una persona desarrolle síntomas depende de muchos factores, como la cantidad de lactosa ingerida y los niveles de la enzima lactasa en el intestino delgado.
El tratamiento consiste en reducir o eliminar la lactosa de la dieta o utilizar productos comerciales que contengan la enzima lactasa. Otras personas son intolerantes a la fructosa (presente en la fruta y los zumos de fruta), al sorbitol (ciruelas, peras y chicles sin azúcar) y a la cafeína (café, té, muchos refrescos). La eliminación en la dieta de los posibles agentes ofensivos puede resolver los síntomas en las personas sensibles.

¿Qué otros factores pueden empeorar la diarrea funcional?

Algunas personas desarrollan diarrea después de someterse a una cirugía de estómago o vesícula biliar. Los mecanismos exactos no están claros, pero se cree que implican un aumento del transporte de alimentos a través del tracto gastrointestinal o un aumento de las sales biliares que llegan al colon.

Se ha descrito una condición llamada «diarrea del corredor». Como el nombre sugiere, estos individuos experimentan diarrea durante maratones de larga distancia. La causa es incierta pero puede implicar alteraciones de la actividad motora GI.

¿Cuál es la causa de la diarrea funcional?

Aunque no hay consenso, un mecanismo propuesto se relaciona con alteraciones de la motilidad gastrointestinal. Las contracciones del músculo liso del tracto gastrointestinal regulan el movimiento de los alimentos a través del intestino delgado y el colon.

Las personas con diarrea funcional pueden tener patrones de motilidad diferentes a los de las personas sin diarrea. Sin embargo, las causas de la disfunción de la motilidad y los cambios en la absorción de fluidos intestinales que conducen a heces más firmes o a la diarrea no se comprenden del todo.

¿Qué tratamientos existen para la diarrea funcional?

Como se desconoce la causa de la diarrea funcional, el tratamiento se dirige a los síntomas. Las modificaciones dietéticas incluyen la eliminación de varias sustancias que se sabe que causan diarrea. Además de la lactosa, la fructosa, el sorbitol y la cafeína, algunas personas desarrollan síntomas porque no digieren completamente los carbohidratos complejos (pasta, judías). Estos también pueden reducirse en la dieta para ver si hay alguna mejora.
Algunas personas con SII y diarrea pueden beneficiarse de un aumento de la fibra dietética. Por el contrario, otras personas se benefician de la restricción de carbohidratos.
Para las personas que no mejoran con las modificaciones dietéticas, los agentes antidiarreicos como la loperamida (Imodium) o el difenoxilato (Lomotil) suelen ser eficaces. Todos actúan por mecanismos similares. En general, estos fármacos se utilizan bajo la supervisión de un médico; el difenoxilato requiere una prescripción médica.
A medida que la investigación futura descubra los mecanismos que subyacen a la diarrea funcional, se desarrollarán terapias más específicas. Como ocurre con muchos trastornos funcionales, una relación eficaz entre el médico y el paciente debería mejorar el tratamiento de este complejo problema y promover una mejor comprensión de la dinámica de los síntomas gastrointestinales.
Fuente:
Adaptado de la publicación #105 de la IFFGD por Arnold Wald, MD, MACG, AGAF, Escuela de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin, Madison, WI

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