¿Es mejor para la salud el agua embotellada o el agua del grifo?

El agua embotellada procede de diversas fuentes.

Algunos productos simplemente comprenden agua del grifo que ha sido embotellada mientras que otros utilizan agua fresca de manantial u otra fuente.

El agua embotellada de fuentes subterráneas suele llevar una etiqueta aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), como (12):

  • Agua de pozo artesiano
  • Agua mineral
  • Agua de manantial
  • Agua de pozo
  • Aunque algunas personas creen que el agua embotellada es más segura, tiene mejor sabor y es más conveniente que el agua del grifo, varias preocupaciones rodean su seguridad e impacto ambiental.

    Puede contener microplásticos

    A diferencia del agua del grifo, que está regulada por la EPA, el agua embotellada está supervisada por la FDA. Los requisitos de seguridad y calidad de la FDA para los fabricantes incluyen (13):

    • el uso de condiciones sanitarias para el procesamiento, embotellado, almacenamiento y transporte
    • proteger el agua de contaminantes como las bacterias y los productos químicos
    • implementar el control de calidad para proteger aún más contra los contaminantes químicos y microbianos
    • muestrear y analizar tanto el agua de origen como el producto final para detectar contaminantes
    • Aunque el agua embotellada se retira ocasionalmente debido a los contaminantes, generalmente se considera segura.

      Sin embargo, algunos productos pueden albergar trozos muy pequeños de plástico llamados microplásticos (14).

      Estudios con animales y otras investigaciones sugieren que los microplásticos actúan como sustancias químicas que alteran el sistema endocrino, promueven la inflamación, dan lugar a efectos negativos para la salud y se acumulan con el tiempo en órganos como el hígado, los riñones y los intestinos (14, 15, 16, 17).

      Un estudio de 2018 analizó 11 productos de agua embotellada ampliamente disponibles de 9 países, concluyendo que el 93% de las 259 botellas muestreadas contenían microplásticos. Esta contaminación se debía en parte al envasado y al propio proceso de embotellado (18).

      Diferencias de sabor

      La mayoría de las personas no pueden distinguir el agua embotellada del agua del grifo en pruebas de sabor a ciegas (9, 10).

      Sin embargo, el sabor del agua embotellada varía mucho según la fuente de agua y el envase. Por ejemplo, el agua mineral tiene un sabor distinto dependiendo de los tipos y niveles de minerales presentes.

      Algunas personas también prefieren las aguas carbonatadas o aromatizadas por su sabor único.

      Menos respetuosa con el medio ambiente que el agua del grifo

      Uno de los principales inconvenientes del agua embotellada es su impacto medioambiental.

      Desde el tratamiento y el embotellado hasta el transporte y la refrigeración, el agua embotellada requiere grandes cantidades de energía.

      De hecho, la producción de agua embotellada en Estados Unidos utilizó 4.000 millones de libras (1.800 millones de kg) de plástico solo en 2016. El aporte energético necesario para producir esa cantidad equivale a 64 millones de barriles de petróleo (19).

      Además, se calcula que solo el 20% de las botellas de agua de plástico en Estados Unidos se reciclan. La mayoría acaban en vertederos o en masas de agua (1).

      Esto es especialmente problemático, ya que se ha demostrado que las botellas de plástico liberan toxinas al degradarse (20, 21, 22).

      Para minimizar la huella ecológica del agua embotellada, algunos municipios de todo el mundo han prohibido la venta de botellas de agua de plástico de un solo uso.

      Además, algunas empresas han investigado la fabricación de botellas con materiales biodegradables, que pueden tener menos efectos medioambientales (23).

      Caros pero cómodos

      Los estudios revelan que una de las principales razones por las que los consumidores eligen el agua embotellada es su comodidad (24).

      Ya sea de viaje o fuera de casa, el agua embotellada está disponible en muchas tiendas.

      Sin embargo, esa comodidad tiene un precio elevado.

      Un galón (3,8 litros) de agua del grifo cuesta aproximadamente 0,005 dólares en Estados Unidos, mientras que la misma cantidad de agua embotellada, obtenida combinando botellas de agua de una sola porción, cuesta alrededor de 9,47 dólares (18).

      Esto no sólo significa que el agua embotellada es más cara que la leche y la gasolina, sino que también es casi 2.000 veces más cara que el agua del grifo (18).

      Aún así, algunas personas pueden encontrar que el coste merece la pena por su comodidad.

      resumen

      El agua embotellada es conveniente y generalmente segura, pero es más cara y menos ecológica que el agua del grifo. Además, los microplásticos de algunos productos pueden suponer un riesgo para la salud.

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