Esguinces o torceduras de cuello

Causas de los esguinces o torceduras de cuello

  • Periodo prolongado en una posición incómoda, como acunar un teléfono con el cuello
  • Dormir con una almohada que es demasiado alta o firme
  • Traumatismos que afectan al cuello
  • Llevar un objeto pesado en un lado del cuerpo
    • Factores de riesgo para los esguinces o torceduras de cuello

      • Lesión
      • Lesión por esfuerzo repetitivo
      • Traumatismos de cuello
      • Traumatismos de cuello.
      • Cirugía
      • Posiciones al dormir
      • Mala postura
      • Fractura ósea
        • Síntomas de los esguinces o torceduras de cuello

          • Dolor en la nuca o en la parte superior del hombro que se hace más doloroso al mover la cabeza
          • Dificultad para mover o girar la cabeza o el cuello
          • Dolores de cabeza que se sienten peor en la parte posterior de la cabeza
          • Aumento de la irritabilidad o la fatiga
          • Disminución del rango de movimiento o rigidez en el cuello
          • Hormigueo, entumecimiento o debilidad en los brazos o las manos

          Diagnóstico de los esguinces o distensiones de cuello

          Su médico de atención primaria puede diagnosticar un esguince o una distensión de cuello en un examen físico completo.

          Su médico puede preguntarle cómo se produjo la lesión, cuáles son sus síntomas, qué hace que sus síntomas empeoren, así como comprobar la amplitud de movimiento de su cuello.

          Su proveedor puede solicitar una radiografía para evaluar el lugar del dolor y descartar otras afecciones potencialmente más graves.

          Tratamientos para los esguinces o torceduras de cuello

          Los esguinces o torceduras de cuello se curan gradualmente con los protocolos de tratamiento adecuados. Su médico puede recomendar el uso de un collarín suave para ayudar a sostener la cabeza y aliviar la presión sobre los ligamentos del cuello.

          Los tratamientos para los esguinces o torceduras de cuello podrían incluir:

          • Medicación: su médico puede recetar analgésicos para reducir el dolor y la hinchazón en la zona afectada; los relajantes musculares también pueden ayudar a aliviar los espasmos.
          • Hielo – poner hielo en la zona unas cuantas veces al día durante dos o tres días después de la lesión puede reducir la inflamación y las molestias.
          • Fisioterapia – puede ayudar a fortalecer la zona lesionada; los fisioterapeutas pueden incorporar masajes, ultrasonidos y ejercicios aeróbicos.
          • Tracción cervical del cuello – puede ayudar a mantener la zona estable mientras se cura.
            • Recuperación de un esguince o distensión de cuello

              Con un tratamiento adecuado y reposo, la mayoría de los pacientes se recuperarán de una distensión o esguince de cuello en un plazo de cuatro a seis semanas. Si la distensión o el esguince son graves, la recuperación total puede tardar tres meses o más.

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