Estatuilla del Oscar

El trofeo más reconocido del mundo, la estatuilla del Oscar ha estado en las mantas de los mejores cineastas de la historia desde 1929.

Poco después de la creación de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas en 1927, la incipiente organización celebró una cena en el Crystal Ballroom del Hotel Biltmore, en el centro de Los Ángeles, para establecer sus objetivos. Entre los temas que se debatieron aquella noche estaba la mejor manera de honrar los logros cinematográficos más destacados y, por tanto, fomentar la excelencia en todas las facetas de la producción cinematográfica.

Acordando instituir un premio anual, el grupo se dedicó a crear un trofeo adecuadamente majestuoso. El director de arte de MGM, Cedric Gibbons, diseñó una estatuilla de un caballero de pie sobre una bobina de película empuñando la espada de un cruzado. La Academia encargó al escultor de Los Ángeles George Stanley que realizara el diseño en tres dimensiones, y así nació la mundialmente conocida estatuilla.

Un caballero llamado Óscar

Desde el primer banquete de entrega de premios, celebrado el 16 de mayo de 1929 en el Hollywood Roosevelt Hotel’s Blossom Room, se han entregado más de 3.000 estatuillas. Cada mes de enero, la fundición de arte Polich Tallix, situada en el Valle del Hudson de Nueva York, funde nuevas estatuillas doradas.

El Oscar mide 13½ pulgadas y pesa 8½ libras. El carrete de la película presenta cinco radios, que significan las cinco ramas originales de la Academia: actores, directores, productores, técnicos y escritores. Aunque la estatuilla se mantiene fiel a su diseño original, el tamaño de la base varió hasta 1945, cuando se adoptó el estándar actual.

Oficialmente se denomina Premio al Mérito de la Academia, la estatuilla es más conocida por su apodo, Oscar. Aunque el origen del apodo no está claro, una historia popular cuenta que, al ver el trofeo por primera vez, la bibliotecaria de la Academia (y futura directora ejecutiva) Margaret Herrick comentó que se parecía a su tío Óscar. La Academia no adoptó el apodo oficialmente hasta 1939, pero ya era lo suficientemente conocido en 1934 como para que el columnista de Hollywood Sidney Skolsky lo utilizara en un artículo en el que se refería a la primera victoria de Katharine Hepburn como mejor actriz.

El material del que están hechos los sueños

Las estatuillas son de bronce macizo y están chapadas en oro de 24 quilates. Debido a la escasez de metal durante la Segunda Guerra Mundial, los Oscar® se hicieron de yeso pintado durante tres años. Tras la guerra, la Academia invitó a los galardonados a canjear las figuras de escayola por otras de metal chapadas en oro.

Los logros en hasta 25 categorías regulares se premiarán el 24 de febrero de 2019 en la 91ª entrega de los Premios de la Academia en el Dolby Theatre de Hollywood & Highland Center. Sin embargo, la Academia no sabrá cuántas estatuillas entregará hasta que se abran los sobres en la Noche de los Oscar®. Aunque el número de categorías se conoce de antemano, la posibilidad de que se produzcan empates y de que varios destinatarios compartan el premio en algunas categorías hace imposible predecir el número exacto de estatuillas que se entregarán. Como en años anteriores, los premios sobrantes se guardarán en la cámara acorazada de la Academia hasta el evento del próximo año.

Más de 90 años después de aquella auspiciosa reunión en Hollywood, el éxito de los Oscar como símbolo de los logros cinematográficos probablemente sorprendería a los asistentes a la cena, al igual que a su diseñador, Cedric Gibbons.

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