¿Mi hijo está deprimido, o simplemente es perezoso?
Jack Shriner, LICSW, CMHS
Pacific Medical Centers
«¿Mi hijo está deprimido, o simplemente es perezoso?». Esta pregunta me la han hecho muchos padres con hijos en la escuela media y secundaria. De hecho, a menudo es la pregunta que lleva a una familia a una cita inicial con un psicoterapeuta. Aunque la mayoría de las veces escucho a las madres preocupadas por sus hijos, mis ideas se aplican también a los padres y a las hijas.
Una madre expresará su preocupación porque su hijo ha estado retraído, encerrado en su habitación, con los ojos pegados a su Xbox. Parece más irritable. Además, sus notas pueden ser más bajas que el año pasado, no pasa tanto tiempo con los amigos y es como tirar de los dientes para conseguir que haga sus tareas domésticas, por no hablar de prepararse para la escuela por la mañana.
¿Entonces el hijo tiene una condición psiquiátrica que necesita tratamiento? O simplemente está haciendo una trampa para no tener que hacer el trabajo? Para los padres, esto suele llevar a otra pregunta: ¿respondo con preocupación o con disciplina?
Primero, repasemos los signos típicos de la depresión clínica. Estos incluyen:
- Irritabilidad, llanto o tristeza
- Pérdida de interés en actividades importantes como las tareas escolares, los deportes o el juego
- Cambios en el apetito o en el peso
- Problemas para dormir
- Estar demasiado inquieto o inusualmente cansado
- Mensajes de inutilidad o culpabilidad, como «soy un idiota»
- Declaraciones sobre el suicidio o sobre hacerse daño a sí mismo, o signos de autolesión
- Piense en la disciplina como una enseñanza, no como un castigo. Mantenga un tono calmado y neutro cuando establezca y haga cumplir las normas.
- Ayude a su hijo a elaborar un plan para afrontar positivamente la tristeza o el estrés. Por ejemplo, considere la posibilidad de utilizar el arte, la escritura, la música, el ejercicio, la relajación o las salidas.
- Comparta cómo afronta usted los sentimientos que surgen en su vida, por ejemplo, cómo afronta la frustración después de un día duro en el trabajo.
- Limite los factores del entorno de su hijo que parecen desencadenar sentimientos negativos. Por ejemplo, si cree que la Xbox no ayuda, trasládela al salón y limite su uso.
- En caso de emergencia, llame al 9-1-1
- Línea de crisis 24 horas del Condado de King – 1 (866) 427-4747
- Línea de vida nacional para la prevención del suicidio – 1 (800) 273-8255
Es importante recordar que -aparte de las declaraciones sobre el suicidio o las pruebas de autolesión- es perfectamente normal que cualquiera experimente una o dos de estas cosas de vez en cuando. La felicidad no tendría sentido sin la tristeza. Empezamos a hablar de depresión sólo cuando los síntomas son continuos y excesivos, y causan problemas claros en el funcionamiento de un niño en casa o en la escuela.
Así que digamos que su hijo está mostrando algunos signos de depresión. Usted puede ser una influencia positiva. Para empezar, elimine la palabra perezoso de su vocabulario. La mejor manera de cambiar el comportamiento de un niño es fomentar el comportamiento que usted desea, no criticar el que no quiere. Utilizar etiquetas negativas como «vago» es más probable que desanime a su hijo e incluso puede confirmar los pensamientos de que no está a la altura de sus expectativas.
La conclusión es que la buena crianza implica un baile constante entre la preocupación y la disciplina. Este baile es un reto, y ningún padre va a acertar siempre. Si sospecha que su hijo preadolescente o adolescente está deprimido, considere las siguientes respuestas:
Otras circunstancias, como el duelo, el consumo de drogas o una condición médica llamada hipotiroidismo pueden causar síntomas similares a la depresión. Hay que descartarlas y tratarlas adecuadamente.
Busca un psicoterapeuta para obtener ayuda adicional si es necesario. ¡No tenga miedo de hacer muchas preguntas! En última instancia, a través de su tiempo, atención y ejemplo, usted tiene el mayor poder para afectar la vida de su hijo para mejor.
Si tiene una situación de crisis, la ayuda está fácilmente disponible:
Jack Shriner, LICSW, CMHS, trabajador social clínico licenciado en Pacific Medical Centers en Beacon Hill, proporciona servicios de asesoramiento a niños y familias. Jack completó su formación de asesoramiento en Harborview Mental Health Services y Sound Mental Health, Child & Family Services. Está capacitado en el tratamiento cognitivo-conductual del trastorno de estrés postraumático para niños y adultos, así como en la terapia de interacción entre padres e hijos para niños. Para más información sobre Jack o para pedir una cita, visite www.PacMed.org o llame al 206.621.4045.