Abstracto
Introducción: La manipulación de medicamentos que contienen opioides para un uso distinto a su indicación prescrita está bien documentada; sin embargo, la literatura publicada se ha concentrado en los opioides más potentes de venta con receta. Los opioides menos potentes, como la codeína, están disponibles sin receta en muchos países europeos en forma de productos analgésicos combinados y estos también pueden ser alterados, con informes en particular de la «extracción con agua fría» como método de manipulación que se puede lograr utilizando equipos de cocina domésticos.
Métodos: Se buscó en una base de datos de pacientes que acudieron a dos servicios de urgencias del sur de Londres los casos de ingestión autodeclarada de productos de extracción de agua fría, con la consiguiente revisión de sus notas de casos. Buscamos en la literatura científica y gris para identificar el conocimiento actual de esta técnica.
Resultados: Identificamos siete presentaciones en seis pacientes, ninguno de los cuales desarrolló toxicidad por paracetamol o tenía concentraciones que sugirieran la ingestión de una dosis significativa de paracetamol. Una revisión de la literatura científica sobre el método también demostró que la técnica reduce el paracetamol recuperado en entornos experimentales de laboratorio. Además, la literatura establecida caracteriza el uso de la codeína en un entorno recreativo e informa de una fatalidad asociada al método. La revisión de los foros de usuarios de la literatura gris describe además el uso recreativo de la codeína en relación con el método y los frecuentes acontecimientos adversos, incluido el ingreso en el hospital por toxicidad del paracetamol.
Discusión: Aunque el método parece capaz de proporcionar una dosis recreativa de codeína con reducción del paracetamol recuperado, no puede considerarse seguro. Se han desarrollado con éxito métodos de producción farmacéutica para evitar la manipulación por otros medios, pero ninguno hasta ahora se ha dirigido a la técnica de extracción con agua fría.
Conclusiones: Los clínicos deben ser conscientes de la potencial toxicidad de los analgésicos de venta libre manipulados. También es necesario educar a la población sobre los riesgos potenciales asociados a estos métodos.