«Se sospechaba de una anomalía en la degradación de las proteínas, pero había pocas pruebas directas antes de este estudio», señala el doctor Han-Xiang Deng, coautor del estudio, en una declaración escrita.
El doctor Raymond Roos, catedrático de Ciencias Neurológicas Marjorie y Robert Straus del Centro Médico de la Universidad de Chicago, afirma que el descubrimiento parece representar un importante paso adelante en la comprensión de la ELA.
Añade que sigue sin estar claro por qué la ubiquilina2 no funciona correctamente en algunos pacientes sin antecedentes familiares de ELA.
«Esto hace avanzar el campo de una manera impresionante, pero al igual que muchos avances, quedan muchas preguntas por responder», dice.
Sólo hay un medicamento aprobado para el tratamiento de la ELA. Se utiliza para ralentizar la progresión de la enfermedad, pero no es una cura. La presidenta y consejera delegada de la Asociación de la ELA, Jane H. Gilbert, afirma que hace tiempo que se necesitan terapias eficaces para la ELA.
«Se trata de una investigación muy emocionante que es muy prometedora para el descubrimiento de nuevos tratamientos», dice a WebMD.
La doctora Lucie Bruijn, directora científica de la Asociación de la ELA, dice que es optimista respecto a la aparición de mejores fármacos o combinaciones de fármacos para ralentizar la progresión de la enfermedad.
Siddique también es optimista en cuanto a que el descubrimiento de su equipo podría conducir a mejores tratamientos para la ELA y otras enfermedades de los nervios.
«Esta es la mayor esperanza que he tenido en 25 años de investigación», afirma. «Antes íbamos en muchas direcciones diferentes, pero aquí es donde nos centraremos a partir de ahora»
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