Hemorroides (almorranas)

Las hemorroides (almorranas) suelen desaparecer por sí solas al cabo de unos días. Sin embargo, hay muchos tratamientos que pueden reducir el picor y las molestias.

En primer lugar, se suele recomendar hacer sencillos cambios en la dieta y no hacer esfuerzos al ir al baño.

Las cremas, las pomadas y los supositorios (que se introducen en el trasero) se pueden adquirir en las farmacias sin necesidad de receta. Se pueden utilizar para aliviar la hinchazón y las molestias.

Si se necesita un tratamiento más intensivo, el tipo dependerá de la parte del canal anal en la que se encuentren las hemorroides: el tercio inferior (más cercano al ano) o los dos tercios superiores. El tercio inferior contiene nervios que pueden transmitir el dolor, mientras que los dos tercios superiores no lo hacen.

Los tratamientos no quirúrgicos para las hemorroides en la parte inferior del canal son probablemente muy dolorosos, porque los nervios de esta zona pueden detectar el dolor. En estos casos, se suele recomendar la cirugía de hemorroides.

A continuación se detallan los distintos tratamientos para las hemorroides.

Cambios en la dieta y cuidados personales

Si se cree que la causa de las hemorroides es el estreñimiento, debe mantener las heces blandas y regulares, para no tener que esforzarse al defecar.

Puede hacerlo aumentando la cantidad de fibra en su dieta. Algunas buenas fuentes de fibra son el pan integral, los cereales, la fruta y las verduras.

También debe beber mucha agua y evitar la cafeína (presente en el té, el café y los refrescos de cola).

Cuando vaya al baño, debe:

  • evitar el esfuerzo para evacuar las heces, ya que puede empeorar las hemorroides
  • utilizar papel higiénico húmedo, en lugar de papel higiénico seco, o toallitas para bebés para limpiarse las nalgas después de defecar
  • Pasar un paño por la zona de las nalgas, en lugar de frotarlas
    • Lea más sobre cómo prevenir el estreñimiento.

      Medicación

      Tratamientos tópicos de venta libre

      En las farmacias se pueden adquirir diversas cremas, pomadas y supositorios (que se introducen en el trasero) sin necesidad de receta. Pueden utilizarse para aliviar la hinchazón y las molestias.

      Estos medicamentos sólo deben utilizarse durante cinco o siete días seguidos. Si los utiliza durante más tiempo, pueden irritar la sensible piel que rodea el ano. Cualquier medicamento debe combinarse con la dieta y los consejos de autocuidado comentados anteriormente.

      No hay pruebas que sugieran que un método sea más eficaz que otro. Pida consejo a su farmacéutico sobre qué producto es el más adecuado para usted, y lea siempre el folleto de información para el paciente que acompaña a su medicamento antes de utilizarlo.

      No utilice más de un producto a la vez.

      Crema de corticosteroides

      Si tiene una inflamación grave en y alrededor del conducto de la espalda, su médico de cabecera puede recetarle una crema de corticosteroides, que contiene esteroides.

      No debe utilizar la crema de corticosteroides durante más de una semana, ya que puede hacer que la piel que rodea el ano se vuelva más fina y la irritación empeore.

      Analgésicos

      Los analgésicos comunes, como el paracetamol, pueden ayudar a aliviar el dolor de las hemorroides.

      Sin embargo, si tiene un sangrado excesivo, evite el uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno, porque puede empeorar la hemorragia rectal. También debe evitar el uso de analgésicos con codeína, porque pueden provocar estreñimiento.

      Su médico de cabecera puede recetarle productos que contengan anestesia local para tratar las hemorroides dolorosas. Al igual que los tratamientos tópicos de venta libre, sólo deben utilizarse durante unos días, ya que pueden hacer que la piel que rodea el pasaje de la espalda sea más sensible.

      Laxantes

      Si está estreñido, su médico de cabecera puede recetarle un laxante. Los laxantes son un tipo de medicamento que puede ayudarle a vaciar los intestinos.

      Tratamientos no quirúrgicos

      Si los cambios en la dieta y la medicación no mejoran sus síntomas, su médico de cabecera puede remitirle a un especialista. Éste puede confirmar si tiene hemorroides y recomendarle el tratamiento adecuado.

      Si tiene hemorroides en la parte superior del canal anal, se pueden recomendar procedimientos no quirúrgicos como el vendaje y la escleroterapia.

      Vendaje

      El vendaje consiste en colocar una banda elástica muy apretada alrededor de la base de las hemorroides para cortar su suministro de sangre. Las hemorroides deberían caerse al cabo de una semana de haberse sometido al tratamiento.

      El vendaje suele ser un procedimiento de un día que no necesita anestesia, y la mayoría de las personas pueden volver a sus actividades normales al día siguiente. Es posible que sienta algo de dolor o molestias durante un día aproximadamente. Los analgésicos normales suelen ser adecuados, pero su médico de cabecera puede recetarle algo más fuerte, si lo necesita.

      Es posible que no se dé cuenta de que sus hemorroides se han caído, ya que deberían salir de su cuerpo cuando vaya al baño. Si nota alguna secreción de moco en la semana siguiente a la intervención, suele significar que las hemorroides se han caído.

      Inmediatamente después de la intervención, puede notar sangre en el papel higiénico después de ir al baño. Esto es normal, pero no debería haber mucho sangrado. Si expulsa mucha sangre de color rojo brillante o coágulos de sangre (grumos sólidos de sangre), acuda al servicio de urgencias más cercano (A&E) inmediatamente.

      Pueden aparecer úlceras (llagas abiertas) en el lugar del vendaje, aunque normalmente se curan sin necesitar más tratamiento.

      Inyecciones (escleroterapia)

      Se puede utilizar un tratamiento llamado escleroterapia como alternativa al anillado.

      Durante la escleroterapia, se inyecta una solución química en los vasos sanguíneos del conducto de la espalda. Esto alivia el dolor al adormecer las terminaciones nerviosas en el lugar de la inyección. También endurece el tejido de la hemorroide, de modo que se forma una cicatriz. Después de unas 4 a 6 semanas, la hemorroide debería disminuir de tamaño o arrugarse.

      Después de la inyección, debe evitar el ejercicio extenuante durante el resto del día. Es posible que experimente un pequeño dolor durante un tiempo y que sangre un poco. Debería poder reanudar sus actividades normales, incluido el trabajo, al día siguiente del procedimiento.

      Electroterapia

      La electroterapia, también conocida como electrocoagulación, es otra alternativa al vendaje para las personas con hemorroides más pequeñas.

      Durante el procedimiento, se introduce un dispositivo llamado proctoscopio en el ano para localizar la hemorroide. A continuación se pasa una corriente eléctrica a través de una pequeña sonda metálica que se coloca en la base de la hemorroide, por encima de la línea dentada. El especialista puede controlar la corriente eléctrica mediante unos mandos fijados a la sonda.

      El objetivo de la electroterapia es hacer que la sangre que irriga la hemorroide se coagule (se espese), lo que hace que la hemorroide se reduzca. Si es necesario, puede tratarse más de una hemorroide en cada sesión.

      La electroterapia puede realizarse de forma ambulatoria utilizando una corriente eléctrica baja, o bien puede administrarse una dosis más alta mientras la persona está bajo anestesia general o espinal.

      Puede experimentar un ligero dolor durante o después de la electroterapia, pero en la mayoría de los casos no dura mucho. El sangrado rectal es otro posible efecto secundario del procedimiento, pero suele ser de corta duración.

      La electroterapia está recomendada por el National Institute for Health and Care Excellence (NICE), y ha demostrado ser un método eficaz para tratar las hemorroides más pequeñas. También puede utilizarse como alternativa a la cirugía para tratar las hemorroides más grandes, pero hay menos pruebas de su eficacia.

      Cirugía

      Aunque la mayoría de las hemorroides pueden tratarse con los métodos descritos anteriormente, alrededor de 1 de cada 10 personas acabará necesitando cirugía.

      La cirugía es especialmente útil para las hemorroides que se han desarrollado por debajo de la línea dentaria porque, a diferencia de los tratamientos no quirúrgicos, se utiliza anestesia para asegurar que no se siente ningún dolor.

      Hay muchos tipos diferentes de cirugía que se pueden utilizar para tratar las hemorroides, pero todos ellos suelen implicar la extirpación de las hemorroides o la reducción de su suministro de sangre, haciendo que se reduzcan.

      Lea más sobre la cirugía para las hemorroides.

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