Estas calificaciones proporcionan a los padres recursos completos y fáciles de digerir. Además de las letras de las clasificaciones, el CARA proporciona breves descripciones de los detalles que hay detrás de la clasificación de una película. Estos descriptores se aplican a todas las películas clasificadas como PG, PG-13, R y NC-17. (Las películas clasificadas como G no llevan descriptores, ya que el contenido presentado en ellas es apto para todos los públicos). Además, los modificadores y el lenguaje único que se aplica a cada descriptor pretenden dar una imagen aún más completa de lo que los padres pueden esperar que sus hijos vean cuando vayan a ver una película concreta.
Además, para garantizar que nuestro sistema de clasificación refleja el sentimiento actual de los padres, el sistema de CARA está en constante evolución. A medida que la sensibilidad de los padres estadounidenses cambia, también lo hace el sistema de clasificación. Elementos como la violencia, el lenguaje, el uso de drogas y la sexualidad se reevalúan continuamente a través de encuestas y grupos de discusión para reflejar la preocupación actual y para ayudar mejor a los padres a tomar las decisiones correctas para ver en familia.
La introducción de la clasificación PG-13 en 1984 amplió el alcance del sistema de clasificación. La clasificación no pretende estar vinculada a ninguna edad específica, sino que es una nota de precaución más fuerte que sugiere a los padres que investiguen más el contenido de la película antes de permitir que sus hijos la vean.
A pesar de estos cambios, nuestra misión sigue siendo la misma: informar a los padres sobre el contenido de las muchas grandes películas que se estrenan cada año. Al hacerlo, esperamos proporcionar a los padres un servicio social útil, al tiempo que permitimos a los cineastas conectar de forma significativa con el público adecuado.