Hoja informativa sobre el perclorato en la leche de fórmula para bebés

Propósito

Esta hoja informativa responde a las preguntas sobre el reciente estudio de los CDC sobre el perclorato en la leche de fórmula para bebés publicado en The Journal of Exposure Science and Environmental Epidemiology1. Explica lo que el estudio analizó, lo que encontró y cuáles serán los próximos pasos de los CDC. La hoja informativa también revisa las recomendaciones establecidas por los CDC sobre la mejor forma de alimentar a los bebés. Este estudio no cambia esas recomendaciones existentes.

Contexto

El perclorato es una sustancia química que se encuentra de forma natural en el medio ambiente y también se utiliza en explosivos, fuegos artificiales, bengalas de carretera y propulsores de cohetes. Una combinación de actividad humana y fuentes naturales ha llevado a la presencia generalizada de perclorato en el medio ambiente.

Estudios anteriores de los CDC han demostrado que casi todo el mundo en los Estados Unidos está expuesto regularmente a niveles bajos de perclorato. Las personas están expuestas a través de la ingesta de alimentos y del consumo de leche y agua que contienen perclorato. Se han encontrado niveles traza de perclorato tanto en la leche materna como en los preparados para lactantes.

Los niveles elevados de perclorato (miles de veces más altos que las dosis estimadas por el consumo de preparados para lactantes o leche materna) afectan a la glándula tiroides al bloquear su capacidad de utilizar el yodo. La glándula tiroidea necesita yodo para producir la hormona tiroidea. La hormona tiroidea es importante para el correcto desarrollo de los fetos y los bebés, y regula el modo en que el cuerpo utiliza la energía.

¿Qué analizó el estudio?

Este estudio pretendía aumentar la comprensión de cómo los bebés pueden estar expuestos al perclorato; no examinó los posibles efectos sobre la salud de la exposición al perclorato.

El CDC comprobó si el perclorato podía medirse en las fórmulas infantiles en polvo disponibles en el mercado, incluidas las fórmulas a base de leche de vaca con y sin lactosa, las fórmulas a base de soja y las fórmulas elementales, que normalmente se elaboran con aminoácidos sintéticos.

Los investigadores del CDC utilizaron entonces estos resultados, junto con las estimaciones del peso de los bebés a diferentes edades y las estimaciones de la cantidad de leche de fórmula que se consume normalmente, para determinar varias situaciones hipotéticas de exposición que implicaban la mezcla de leche de fórmula con agua potable que contenía perclorato.

Finalmente, para cada situación hipotética los CDC calcularon la cantidad de perclorato que tendría que haber en el agua para que la mezcla de leche de fórmula superara la dosis de referencia de la Agencia de Protección Medioambiental de los Estados Unidos, un nivel establecido para estimar los niveles de exposición diaria a lo largo de la vida que no causarían efectos nocivos. No se sabe si superar la dosis de referencia podría tener efectos nocivos.

¿Qué encontró el estudio?

Todas las fórmulas infantiles en polvo analizadas contenían perclorato. La fórmula a base de leche de vaca con lactosa tenía una concentración de perclorato significativamente más alta que los otros tipos.

Las situaciones de dosificación hipotéticas mostraron que para la mayoría de los bebés la cantidad de perclorato en el producto de fórmula en sí no daría lugar a exposiciones superiores a la dosis de referencia de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos. La dosis real dependería del peso del bebé, la cantidad de fórmula consumida, el tipo de fórmula, la cantidad de perclorato en otros alimentos consumidos por el bebé y la cantidad de perclorato en el agua mezclada con la fórmula.

Es probable que la mayoría de los alimentos utilizados para la alimentación de los bebés contengan trazas de perclorato a niveles inferiores a los que se ha demostrado que son perjudiciales. Este pequeño estudio evaluó si el perclorato podía medirse en un conjunto diverso de productos de fórmula, y se suma a nuestro conocimiento de cómo los bebés podrían estar expuestos al perclorato. Sin embargo, dado que se analizó un número reducido de muestras y se utilizaron escenarios de exposición hipotéticos, los resultados no pueden generalizarse a marcas o tipos de leche de fórmula completos. El estudio tampoco evaluó los posibles efectos de la exposición sobre la salud. Por todas estas razones, este estudio no cambia las recomendaciones existentes de los CDC para la alimentación infantil.

  • Tabla de niveles de perclorato en la fórmula infantil en polvo icono pdf

¿Tiene este estudio limitaciones?

Es probable que muchos alimentos utilizados para la alimentación infantil contengan trazas de perclorato, a niveles inferiores a los que se ha demostrado que son perjudiciales. Este pequeño estudio evaluó si el perclorato podía medirse en un conjunto diverso de productos de fórmula y se suma a nuestro conocimiento de cómo los bebés podrían estar expuestos al perclorato. Sin embargo, debido a que se analizó un pequeño número de muestras y se utilizaron escenarios hipotéticos de exposición generalmente conservadores, los resultados no pueden generalizarse a marcas o tipos de leche de fórmula completos. El estudio tampoco evaluó los posibles efectos de la exposición sobre la salud. Por todas estas razones, este estudio no cambia las recomendaciones existentes de los CDC para la alimentación de los lactantes.

¿Qué otros estudios podrían ser necesarios?

El estudio identifica una fuente potencial de exposición de los lactantes al perclorato y plantea preguntas sobre la cantidad de perclorato que podrían absorber los lactantes que toman leche de fórmula. Los CDC emprenderán a continuación una investigación para ayudar a responder a esa pregunta midiendo los niveles de perclorato en la orina de los lactantes.

Una vez que comprendamos cuánto perclorato se absorbe en el organismo de los lactantes, los estudios futuros podrán explorar los posibles efectos sobre la salud de la exposición a bajos niveles de perclorato a lo largo del tiempo.

¿Cuáles son las recomendaciones de los CDC para la alimentación de los lactantes?

Los CDC siguen recomendando la lactancia materna como algo óptimo tanto para las madres como para los bebés. Los bebés amamantados tienen un menor riesgo de infecciones y de diversas enfermedades crónicas. Las madres que amamantan tienen un menor riesgo de cáncer de mama, cáncer de ovario y diabetes tipo II

Los padres que utilizan leche de fórmula para bebés deben saber que la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos exige que todas las fórmulas para bebés incluyan yodo, lo que puede compensar cualquier efecto potencial del perclorato en la fórmula.

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