Algunas personas hablan de la inversión como si fuera una decisión que se toma con un clic. Esa es a menudo una visión demasiado simplista, especialmente cuando llega el momento de, bueno, invertir porque eventualmente tendrá que averiguar: Es un dilema con el que se encuentran tanto los inversores novatos como los veteranos, con posibilidades aparentemente infinitas. En Estados Unidos, hay más de 4.000 acciones que cotizan en bolsa, más de 9.000 fondos de inversión y más de 2.000 fondos cotizados, por no hablar de una serie de opciones viables y operaciones de futuros.
Todos los caminos conducen a un objetivo común -hacer crecer su dinero a lo largo del tiempo-, aunque las trayectorias individuales varían, dependiendo del estilo de inversión, los intereses, los objetivos y el grado de actividad con el que pretenda gestionar su cartera de inversiones.
A continuación, le mostramos algunas de las principales opciones de inversión en bolsa a tener en cuenta. ¿Se siente impaciente? Avanza hasta el cuestionario de la parte inferior.
Utiliza los fondos indexados para anclar tu cartera
Al embarcarte en lo que, con suerte, será una vida de inversiones, es probable que experimentes tanto ansiedad como emoción. Tal vez su corazón esté pisando el acelerador (¡necesito invertir ya!) pero su cabeza esté frenando (¡no quiero perder ese dinero!).
En lugar de preocuparse por lo que debe hacer, considere los fondos indexados -que pueden ser de la variedad de fondos de inversión o fondos cotizados (ETF). Los fondos indexados (por ejemplo, los que siguen el índice Standard & Poor’s 500 Index) son buenas primeras inversiones porque ofrecen una forma sencilla de obtener exposición al mercado sin necesidad de comprar todas las acciones del índice.
Los fondos indexados son fáciles de comprar, tienen bajas comisiones de gestión (lo que se conoce como ratios de gastos) y sus rendimientos son menos volátiles porque siguen la evolución de un índice. Por último, estos activos ofrecen diversificación, que es la clave del éxito de la inversión a largo plazo. Poseer una variedad de activos disminuye el riesgo de su cartera, asegurando que no se queme por una sola inversión.
Necesitará una cuenta para comenzar, ya sea con un corredor en línea o un robo-advisor. La diferencia se reduce a la preferencia personal. Si prefiere seleccionar las inversiones, un corredor en línea es su mejor opción. Si le atrae más un enfoque de no intervención, opte por un robo-advisor, donde los fondos indexados son el nombre del juego.
Una explicación rápida sobre los robo-advisors: Estos proveedores ofrecen asesoramiento de inversión automatizado mediante algoritmos informáticos para construir y gestionar las carteras de inversión de los clientes. Los robo-asesores recomiendan una cartera que suele estar compuesta por ETFs y fondos indexados de bajo coste. Si opta por un robo-advisor, estará invirtiendo intrínsecamente en fondos indexados, aunque el algoritmo haga la selección en su nombre.
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Apoya tu cartera con acciones individuales
Aunque invertir en fondos indexados es una estrategia perfectamente válida, tu viaje no tiene por qué terminar ahí. Debes seguir invirtiendo dinero en estos fondos -te servirán como base de tu cartera- y luego puedes empezar a aventurarte más allá.
Deja que tus intereses sean la guía. Si prefiere la simplicidad y el bajo coste de los fondos indexados o ETF, añada más de ellos a su cartera. Estos fondos ofrecen muchas oportunidades para mejorar la diversificación de su cartera, ya sea que rastreen industrias específicas o diferentes tamaños de empresas. También constituyen una forma sencilla de invertir en valores internacionales.
¿Listo para algo nuevo? Puede probar a invertir en acciones individuales. Para empezar, necesitará una cuenta en un corredor de bolsa online, junto con una idea de su tolerancia al riesgo (invertir en acciones es más arriesgado que los fondos indexados) y sus objetivos de inversión, así como un interés genuino en la tarea. También debe familiarizarse con los distintos tipos de acciones.
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No se deje disuadir por la falta de experiencia o de fondos; empezar poco a poco es una estrategia prudente, y no hay mejor educación que la experiencia de primera mano. Asegúrese de tener un conocimiento sólido de la empresa en la que quiere invertir, algo de contexto sobre el precio de sus acciones y los fundamentos de la negociación antes de empezar.
En general, haga caso del consejo de Warren Buffett: «Compra en una empresa porque quieres ser su dueño, no porque quieras que las acciones suban».
Utiliza las opciones y los futuros para una estrategia más táctica
Para la mayoría de los inversores, una cartera bien diversificada compuesta por fondos de inversión, ETFs y acciones individuales es una estrategia suficiente a largo plazo. Para otros, las inversiones más matizadas pueden llamar la atención.
Si se ve tentado por un consejo «caliente» que la novia del hermano de la hermana de su mejor amigo escuchó de algún tipo, respire profundamente. Aunque es bueno sentirse cómodo invirtiendo, es malo confiarse demasiado. Incluso los inversores profesionales se queman con regularidad, y la consistencia, más que una mano caliente, engendra el éxito a largo plazo.
En lugar de perseguir consejos, bucea en tu cartera. Hay agujeros en su estrategia de diversificación que podrían ser parcheados? Por ejemplo, si posee numerosos valores individuales dentro de un sector específico (como el tecnológico), puede ser conveniente añadir ETFs que hagan un seguimiento de otros sectores (por ejemplo, el sanitario).
Una vez que haya peinado su cartera, revise sus metas y objetivos. Si busca un enfoque de inversión más táctico, considere las opciones. Estos activos tienen un requisito de inversión más pequeño y proporcionan flexibilidad en cuanto a la duración de la inversión y los riesgos a la baja.
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Si quiere expresar una visión especulativa sobre el mercado, acciones individuales o ETFs, considere los futuros. Estos contratos también requieren una inversión menor y obligan a los compradores a adquirir un activo específico en un momento y precio predeterminados en el futuro.
Hagas lo que hagas, mantén el rumbo
Independientemente de en qué decidas invertir, es importante mantener la consistencia haciendo aportaciones regulares y ajustando tu estrategia a lo largo del tiempo, según sea necesario.
Con cualquier nueva inversión que consideres, asegúrate de entender cómo funciona antes de soltar el dinero, y nunca sacrifiques los pilares de tu cartera en el proceso. Pero, por supuesto, diviértase. Mantener el compromiso con la gestión de su cartera le asegurará seguir invirtiendo a largo plazo.