Varios estudios, aunque de tamaño moderado, han demostrado los beneficios del ayuno intermitente para la pérdida de peso, según esta revisión de estudios de 2018. Los autores del estudio recomiendan que se realicen más investigaciones antes de que los médicos recomienden este enfoque para la pérdida de peso.
Los defensores del ayuno intermitente dicen que, junto a la pérdida de peso, es posible obtener los siguientes beneficios.
Longevidad
Una revisión de 2016 encontró que años de estudios en animales mostraron un vínculo entre la restricción de calorías, menos enfermedades y una vida más larga. Los científicos han estudiado los mecanismos detrás de esos beneficios y cómo se trasladan a los seres humanos.
Un estudio de 2011 relacionó la hormona factor de crecimiento similar a la insulina-1 (IGF-1) con ciertas enfermedades que afectan a la longevidad, como el cáncer y la diabetes tipo 2.
Los autores de un estudio de 2014 descubrieron que comer proteínas aumenta la producción de IGF-1. El ayuno para restringir las calorías puede ser una forma de disminuir los niveles de IGF-1. Esto podría reducir potencialmente el riesgo de una persona de padecer enfermedades crónicas y prolongar su vida.
Cáncer
Una minirevista de 2014 informó de que restringir las calorías disminuye los niveles de IGF-1, lo que puede dar lugar a un desarrollo más lento de los tumores.
Una revisión de 2019 en personas con cáncer descubrió que el ayuno reducía algunos de los efectos secundarios de la quimioterapia y aumentaba su eficacia. Los autores del estudio sugirieron que el ayuno puede privar a las células cancerosas de nutrientes, haciéndolas más susceptibles a las toxinas de la quimioterapia.
Los médicos no recomiendan la restricción calórica a largo plazo para las personas con cáncer. La restricción calórica también puede ser difícil de mantener.
Los planes de restricción calórica a corto plazo, como el ayuno intermitente, pueden ser una opción para quienes tienen cáncer. Sin embargo, las personas con cáncer deben hablar con su médico y dietista antes de comenzar una dieta de ayuno.
La supresión del apetito puede ser un efecto secundario del tratamiento del cáncer, y la pérdida excesiva de peso puede suponer un riesgo para la salud de las personas que reciben el tratamiento.
Enfermedades neurológicas
El ayuno intermitente también puede afectar a la cognición.
Según una revisión de 2018, los estudios en animales muestran que la restricción de calorías a través del ayuno intermitente puede ralentizar los signos de deterioro cognitivo y motor.
La misma revisión sugiere que estos métodos de ayuno también pueden ayudar a los nervios a protegerse contra las lesiones.
Aunque muchos de estos estudios no han sido en humanos, el ayuno intermitente se muestra prometedor como remedio para algunos efectos del envejecimiento. Ahora se espera una investigación más amplia en sujetos humanos.
Azúcar en la sangre
Algunos estudios han demostrado que el ayuno intermitente mejora la sensibilidad a la insulina más que las dietas tradicionales, pero otros estudios no han mostrado la misma ventaja.
Los investigadores también han informado de que el ayuno intermitente y las dietas tradicionales conducen a disminuciones comparables en la hemoglobina A1c.
Se necesita más investigación para confirmar los riesgos y beneficios a largo plazo del ayuno intermitente. Sin embargo, resulta muy prometedor a corto plazo.
Las personas con diabetes que toman insulina o medicación deben consultar con su médico antes de comenzar una dieta, ya que deben mantener sus niveles de azúcar en sangre.
El hecho de no mantener un nivel correcto de azúcar en sangre puede provocar una bajada de azúcar. Esto puede provocar un coma o incluso la muerte.