Por Barbara Eddie, enfermera veterinaria
La sarna es una enfermedad de la piel causada por un ácaro excavador (llamado ácaro de Sellnick) que desencadena un intenso picor.
Los síntomas normalmente tardan entre 3 y 5 semanas en aparecer, aunque a veces las cobayas pueden permanecer sin síntomas durante periodos considerables. Sin embargo, actuarán como portadores sanos de la enfermedad. En casos de estrés, por ejemplo, embarazo, cambio de entorno, otras enfermedades concurrentes o vejez, el ácaro comenzará a multiplicarse y aparecerán los síntomas.
Los primeros signos de la enfermedad suelen ser el adelgazamiento del pelaje, con caspa y picores. Los síntomas iniciales se producen alrededor de la ingle, los hombros y alrededor del cuello, la cabeza y las patas delanteras. Más adelante aumentan los picores, la pérdida de pelo y la irritación de la piel. La cobaya se muerde y se rasca a sí misma, lo que agrava las úlceras abiertas y hace que se extiendan por todo el cuerpo. Al final, la cobaya no puede comer (lo que provoca una pérdida de peso) ni dormir debido al dolor. El picor también puede causar convulsiones, que se parecen a los ataques epilépticos. Si no se trata, la cobaya morirá finalmente.