Aquí tienes las últimas ideas sobre cómo la terapia con estrógenos o testosterona puede afectar al riesgo cardiovascular.
Las dos principales hormonas sexuales -estrógenos y testosterona- tienen efectos de amplio alcance en el organismo. Producidas principalmente por los ovarios (estrógenos) y los testículos (testosterona), estas hormonas no sólo afectan a la función sexual, sino también a los huesos, el cerebro y los vasos sanguíneos, por ejemplo.
A medida que la gente envejece, el descenso natural de los niveles de hormonas sexuales a veces provoca síntomas indeseables, como sofocos o un impulso sexual decaído. Los médicos pueden recetar píldoras, parches, geles y cremas que contienen estrógeno o testosterona para aliviar esos síntomas. Pero, ¿son estos productos seguros para su corazón?
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