¿Qué es un ligamento?
Los ligamentos son bandas densas de tejido conectivo fibroso que sirven para unir dos o más huesos del sistema musculoesquelético. Los ligamentos atraviesan articulaciones con amplios rangos de movimiento así como articulaciones con poco movimiento y pueden aparecer como largas láminas de tejido opaco o cortas tiras engrosadas en las cápsulas articulares.
¿Qué hacen los ligamentos?
Aunque varían en tamaño, forma, orientación y localización, los ligamentos funcionan principalmente para proporcionar estabilización a las articulaciones tanto en reposo como durante el rango normal de movimiento. Aunque antes se pensaba que los ligamentos eran estructuras inactivas, en realidad son tejidos complejos que responden a muchas influencias locales y sistémicas.
¿Cuál es la diferencia entre los ligamentos y los tendones?
Los ligamentos y los tendones están formados por tejido conectivo fibroso, pero ahí termina la similitud.
Los ligamentos aparecen como bandas entrecruzadas que unen hueso con hueso y ayudan a estabilizar las articulaciones. Por ejemplo, el ligamento cruzado anterior (LCA) une el fémur a la tibia, estabilizando la articulación de la rodilla.
Los tendones, situados en cada extremo de un músculo, unen el músculo al hueso. Los tendones se encuentran en todo el cuerpo, desde la cabeza y el cuello hasta los pies. El tendón de Aquiles es el mayor tendón del cuerpo. Une el músculo de la pantorrilla con el hueso del talón. Los tendones del manguito de los rotadores ayudan a que el hombro rote hacia delante y hacia atrás.
¿Qué ocurre cuando se daña un ligamento?
Las lesiones de los ligamentos se encuentran entre las causas más comunes de dolor e incapacidad articular musculoesquelética que se encuentran en la práctica primaria hoy en día. Las lesiones de los ligamentos crean interrupciones en el equilibrio entre la movilidad y la estabilidad de la articulación, lo que puede conducir a una transmisión anormal de las fuerzas a través de la articulación, lo que resulta en daños a otras estructuras dentro y alrededor de la articulación. Las rodillas, las caderas, los hombros, los tobillos, los codos y las muñecas son algunas de las articulaciones que se ven más comúnmente afectadas por las lesiones de ligamentos.
Aunque existe un amplio conjunto de conocimientos disponibles sobre la estructura y la función de los ligamentos normales, la comprensión de la estructura y la función de los ligamentos lesionados se vuelve más complicada debido a la variabilidad y la naturaleza impredecible de la curación de los ligamentos. Esto puede deberse a los drásticos cambios fisiológicos y estructurales que sufren los ligamentos como consecuencia de una lesión, así como a los complejos y dinámicos procesos celulares que tienen lugar durante la curación. Estos procesos crean alteraciones en la biología y la biomecánica del ligamento lesionado, lo que conduce a una cicatrización inadecuada y a la formación de un tejido inferior al que sustituye. La cicatrización incompleta y las diferencias persistentes en el nuevo tejido ligamentario dan lugar a la laxitud del ligamento, que predispone a la articulación a nuevas lesiones. La lesión de los ligamentos y la laxitud subsiguiente causan inestabilidad articular, lo que conduce a dolor crónico, disminución de la función y, en última instancia, osteoartritis de la articulación afectada.
Lesión de ligamentos Clasificación
La gravedad y los síntomas de un esguince de ligamentos dependen del grado de estiramiento o desgarro del ligamento.
En un esguince leve de grado I, los ligamentos pueden estirarse, pero en realidad no se desgarran. Aunque la articulación puede no doler o hincharse mucho, un esguince leve puede aumentar el riesgo de que se repita la lesión.
Con un esguince moderado de grado II, el ligamento se rompe parcialmente. La hinchazón y los hematomas son comunes, y el uso de la articulación suele ser doloroso y difícil.
Con un esguince grave de grado III, el ligamento se rompe completamente, causando hinchazón y a veces sangrado bajo la piel. Como resultado, la articulación es inestable y no puede soportar peso. A menudo no habrá dolor después de un desgarro de grado 3, ya que todas las fibras del dolor se han desgarrado en el momento de la lesión.
Tiempos de curación del ligamento
El tratamiento de una lesión de ligamento varía en función de su localización y gravedad.
Los esguinces de grado I suelen curarse en pocas semanas. La fuerza máxima del ligamento se producirá después de seis semanas, cuando las fibras de colágeno hayan madurado. El descanso de la actividad dolorosa, la aplicación de hielo en la lesión y algunos medicamentos antiinflamatorios son útiles. La fisioterapia ayudará a acelerar el proceso de curación mediante modalidades eléctricas, masajes, fortalecimiento y ejercicios articulares para guiar la dirección en la que se curan las fibras del ligamento. Esto ayuda a prevenir un futuro desgarro.
Cuando se produce un esguince de grado II, el uso de una férula para soportar el peso o algún vendaje de apoyo es común en el tratamiento temprano. Esto ayuda a aliviar el dolor y a evitar el estiramiento del ligamento en curación. Después de una lesión de grado II, normalmente se puede volver a la actividad una vez que la articulación esté estable y ya no se tenga dolor. Esto puede llevar hasta seis semanas. La fisioterapia ayuda a acelerar el proceso de curación mediante modalidades eléctricas, masajes, ejercicios de fortalecimiento y de la articulación para guiar la dirección en que sanan las fibras del ligamento. Esto ayuda a prevenir un futuro desgarro y a devolverle rápidamente a su estado anterior a la lesión.
Cuando se produce una lesión de grado III, se suele llevar una rodillera con bisagra para proteger la lesión de las tensiones de soporte de peso. El objetivo es permitir la curación del ligamento y volver gradualmente a las actividades normales. Estas lesiones se tratan con mayor éxito mediante fisioterapia y es posible que no vuelvan a su nivel completo de actividad hasta pasados 3 ó 4 meses. Le recomendamos encarecidamente que busque asesoramiento profesional en estos casos.
¿Cuándo buscar ayuda?
Como con cualquier lesión, debe buscar ayuda profesional si persiste durante más de 3-5 días. A veces los dolores pueden reducirse, pero las lesiones persistentes pueden crear malos patrones de movimiento que resultan en problemas adicionales o en la sobrecarga de los tejidos de protección. Una vez que se producen movimientos de compensación, se necesita tiempo para reeducar los tejidos y desarrollar los antiguos patrones, por lo que siempre debe consultar a su terapeuta y tener una evaluación del movimiento después de la lesión para asegurarse de que su cuerpo es capaz de volver a sus rutinas y deportes normales.