Últimamente me he encontrado con dos novelas que me han molestado porque trataban a burro y mula como sinónimos, cosa que no son. La más reciente fue Abandono, de Blake Crouch; el título de la otra no me viene a la cabeza.
Mulas y burros están relacionados, pero no son los mismos animales. Empecemos por el conocido caballo, Equus caballus. Un macho sin cortar es un semental y una hembra es una yegua.
Luego está el burro, Equus asinus, también conocido como asno o burra. Los machos son jacks y las hembras jennies.
Los burros y los caballos pueden cruzarse y producir crías que casi siempre son estériles. Lo más habitual es que un burro se cruce con una yegua para dar lugar a una mula, que tiene grandes orejas parecidas a las de un burro.
Cuando un semental y una jenny se cruzan, el resultado es un hinny; son bestias de aspecto extraño y la única vez que he visto uno fue en un acto cómico en el rodeo de la feria del condado.
Le pregunté a un amigo criador de mulas sobre las diferencias entre hinnies y mulas: «Una mula generalmente obtiene lo mejor de ambos padres: la cabeza inteligente de un burro en el cuerpo fuerte de un caballo. El burro tiene líneas de sangre que los criadores rastrean. En cuanto a la mula estéril, el viejo refrán dice que no tiene ni orgullo de ascendencia ni esperanza de posteridad (aunque en los últimos años se han clonado mulas de carreras).
Las grandes orejas de la mula inspiraron el nombre de nuestro ciervo bura occidental; el conejo jack, con las largas orejas, recibe su nombre de jackass-rabbit.
Pero aunque ambos tienen rasgos equinos con unas orejas impresionantes, la mula y el burro (o asno o burro) no son lo mismo, y me gustaría que la gente dejara de confundir a estos animales que siguen haciendo gran parte del trabajo duro del mundo.
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