Estos términos se refieren a la idea de castigo o represalia en especie: la «lex talionis». Se trata de la creencia primitiva y generalmente inconsciente en la retribución, tal y como se expresa en el mandato bíblico primitivo, «ojo por ojo, diente por diente» El principio del talión ocupa un lugar importante en el psicoanálisis. Incluye tanto la idea general de retribución por desafiar al superyó, como el temor específico de que toda lesión, ya sea real o intencionada, será castigada en la misma medida. Freud aplicó la «idea del talión», por ejemplo, a las perturbaciones visuales que a veces afligen a los mirones (voyeurs). Dijo que es «como si una voz acusadora se hubiera levantado dentro de la persona en cuestión, diciendo ‘Porque has elegido usar tu órgano de la vista para todas las complacencias de los sentidos, te sirve muy bien si ahora no puedes ver nada en absoluto'». (Collected Papers, volumen 2, 1924). En casos de este tipo, creía que el superyó impone la incapacidad como castigo por la violación de sus mandatos. De forma similar, un deseo inconsciente de la muerte de otra persona puede dar lugar a un miedo neurótico a la muerte o a un ataque histérico durante el cual el paciente siente que se está muriendo.Los psicoanalistas creen que el miedo a la retribución, o «temor al talión», es un síntoma neurótico importante. Los individuos que albergan deseos incestuosos inconscientes son especialmente propensos a desarrollar este miedo. Con frecuencia se ven acosados por ansiedades que representan el miedo inconsciente a ser castigados con la castración -por ejemplo, un miedo a los accidentes o una fobia a los instrumentos afilados.