Cuando mi mujer se quedó embarazada de nuestro primer hijo, apenas pudimos contener nuestra alegría.
Luego nos entró el pánico.
Para vencer nuestra ignorancia, ambos nos pusimos a leer de inmediato y de forma obsesiva sobre la última ciencia que hay detrás del embarazo y el desarrollo infantil.
En ese torrente de libros, estudios, artículos y aplicaciones destacaron unos cuantos datos sorprendentes.
Pero los que más me llamaron la atención tuvieron que ver con la conciencia que poseen los bebés en el vientre materno: Su oído y su vista se desarrollan de forma notablemente precoz y empiezan a absorber información mucho antes de lo que yo esperaba.
¿Cuándo y qué pueden oír los bebés?
Cada bebé, cada mamá y cada embarazo son diferentes, pero la mayor parte de las estructuras del oído interno del feto se forman en la semana 16, lo que le permite oír el sonido.
En la semana 24, la cóclea, el tímpano, los huesecillos y otras estructuras cruciales del oído están completamente formados, y la luz de «grabación» se enciende en el estudio del bebé.
A partir de ese momento, los bebés en desarrollo pueden oír con facilidad los latidos del corazón de mamá, cuando comen, respiran, caminan, hablan, hacen ejercicio, eructan y hacen la digestión.
Esto puede ayudar a explicar por qué los bebés encuentran el ruido tan reconfortante. También hay algunas pruebas que sugieren que los bebés aprenden a reconocer y reaccionar a la voz de mamá mientras están dentro del vientre materno.
¿Los sonidos fuertes dañan a los bebés no nacidos?
Los sonidos a los que se expone una mamá son a los que también se expone un bebé, pero los bebés no pueden ponerse tapones.
Los CDC dicen que las madres deben evitar los ruidos muy fuertes que superen los 115 dBA: sierras mecánicas, disparos, motores de aviones, música a todo volumen, conciertos ruidosos, etc.
Los ruidos fuertes y constantes (como la maquinaria pesada) también pueden dañar la audición del bebé en el útero.
¿Y los sonidos fuertes pero no dañinos? Éstos pueden sorprender a los bebés en el útero, a veces lo suficiente como para hacerles llorar.
¿Cuándo y qué pueden ver los bebés en el útero?
Aunque los ojos de un bebé pueden «ver» la luz a partir de la semana 16, sus ojos no son reconocibles (tal y como los conocemos) hasta la semana 20 aproximadamente.
Los ojos se abren por primera vez entre las semanas 26 y 28, haciéndolo con mayor regularidad a partir de la semana 32 de embarazo. El desarrollo de la visión es tremendamente complicado, por lo que gran parte de él continúa después del nacimiento.
Y, sin embargo, un feto puede ver dentro del útero. Su visión es más bien borrosa, pero a veces responden (con un aleteo de actividad) a fuentes de luz brillantes como el sol o una linterna apuntando a la barriga de la mujer.
Salir al exterior con frecuencia podría incluso ayudar a que los ojos del bebé se desarrollen y reducir el riesgo de algunos trastornos oculares.
¿Qué aspecto tiene ahí dentro?
Imagínese estar dentro de un globo grande, grueso y rojo que está lleno de agua. Una linterna que se proyecta a través de su mejilla para crear un brillo rojo apagado es probablemente un buen ejemplo (y más práctico).