El mundo de Hugh Jackman gira en torno a sus dos hijos. Aunque le importa mucho su icónica carrera cinematográfica, las personas más importantes en la vida del actor australiano-británico son su mujer, Deborra-Lee Furness, y sus hijos, Oscar Jackman y Ava Jackman.
Hugh experimentó la paternidad por primera vez cuando él y Deb adoptaron a su hijo mayor, Oscar, tras su nacimiento en el año 2000. La pareja, que se casó en 1996, amplió su familia con la adopción de su hija menor, Ava, en 2005.
La decisión de adoptar de la pareja se produjo después de que Deb sufriera dos abortos. La estrella de Lobezno habló con franqueza sobre el doloroso camino de él y su esposa hacia la paternidad y explicó cómo tomaron las riendas del asunto tras descubrir que no podían concebir hijos.
«No es fácil», compartió Hugh en una ocasión con el Herald Sun, revelando las luchas que se produjeron al perder dos bebés. «Pones mucho tiempo y esfuerzo en ello, así que es emocional. Creo que cualquier padre puede sentirse identificado: intentar tener hijos es maravilloso y cuando sientes que eso no va a suceder, hay una cierta ansiedad que lo acompaña».
Aunque Hugh y Deb nunca pudieron concebir, la estrella de El gran showman supo que era el «destino» completo en el momento en que se convirtió en padre de Oscar y Ava.
«No pienso en ellos como adoptados: son nuestros hijos», se sinceró con el medio. «Sentimos que las cosas sucedieron de la manera en que están destinadas. Obviamente, biológicamente no era la forma en que debíamos tener hijos. Ahora, a medida que avanzamos por la vida juntos, seguro que hay desafíos, pero todos están en el lugar correcto con las personas adecuadas. Suena a cuento de hadas, pero es algo que sentimos muy profundamente.»
Aunque Hugh desearía poder mantener a sus hijos jóvenes para siempre, el cariñoso padre no puede huir del hecho de que Oscar y Ava están creciendo. Durante una charla con People en abril de 2019, Hugh dio un vistazo dentro de su viaje como padre de adultos jóvenes.
«Mi hijo está a punto de salir de la escuela secundaria, y mi hija está a punto de entrar en la escuela secundaria. Es increíble simplemente tener conversaciones con ellos. Pero me costó un poco de reajuste», compartió en su momento. «Pasó de ‘Eh, chicos, estas son las reglas, no hacemos eso’, a tener que darles razones de por qué».»
Por suerte, el ganador del Globo de Oro dijo que ya sabe cómo lidiar con los cambios de temperamento de sus hijos. «Ser padre me ha enseñado mucho», se maravilló. «Cuando tu enfoque es innatamente, profundamente, el 100 por ciento de estos niños en tu vida y su bienestar, parece poner todo en perspectiva.»
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