Los lobos huérfanos

Dos huellas de lobo huérfano erosionadas.

Foto del NPS

Los grandes lobos siempre han desempeñado un papel importante en las historias que contamos. Se han convertido en símbolos de fuerza y lealtad, como villanos e incluso malvados. Hace muchos miles de años, grandes y temibles lobos caminaban por la tierra. Durante la última edad de hielo, los lobos huérfanos se convirtieron en uno de los grandes comedores de carne más comunes en Norteamérica.
El lobo huargo no estaba solo en el mundo de la edad de hielo. El lobo gris moderno y el lobo huargo coexistieron durante la edad de hielo. Los lobos grises evolucionaron en Eurasia y posteriormente cruzaron a Norteamérica. Sin embargo, los lobos huérfanos evolucionaron en América del Norte. Por ello, ambas especies vivieron en Norteamérica más o menos al mismo tiempo e incluso tenían el mismo tamaño. Sin embargo, los lobos huérfanos tenían un cuerpo más pesado y musculoso. Eran tan altos como un niño pequeño, pero pesaban tanto como una hembra adulta. Con su cuerpo musculoso, sus poderosas mandíbulas y sus afilados dientes, los lobos huérfanos eran temibles depredadores. Cazaban en manadas como los lobos modernos. La caza en manada, así como su gran tamaño, permitía a los lobos huérfanos cazar grandes animales.
Los lobos huérfanos vivían aquí en White Sands. Durante la edad de hielo, antes de que se formaran las dunas, un gran lago llamado Lago Otero atraía a los animales a sus verdes y exuberantes orillas. Los lobos huérfanos utilizaban estas antiguas playas como terreno de caza, ya que las presas y el agua eran abundantes. Los lobos feroces cazaban y hurgaban en ambos continentes americanos. El Rancho La Brea Tarpits de California contiene una de las mayores colecciones de lobos huérfanos de América. Dentro de esta gran área de distribución, los lobos huérfanos vivían en varios hábitats, como bosques, montañas y praderas.
Hoy en día el lecho del antiguo lago Otero contiene huellas fósiles de lobos huérfanos. Se han fechado hace más de 18.000 años gracias a las antiguas semillas encontradas bajo una de las muchas huellas. Por desgracia, las huellas se están erosionando rápidamente. Los científicos trabajan hoy en día para salvar los registros del lobo huargo y todas las demás huellas fósiles encontradas. Al descubrir nuevas huellas, abrimos una ventana a un mundo muy diferente al nuestro.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *