Estornudar es una actividad poderosa: Un estornudo puede propulsar gotas de mucosidad de su nariz a una velocidad de hasta 100 millas por hora!
¿Por qué los estornudos son tan poderosos? Todo tiene que ver con la presión. Cuando estornudas, tu cuerpo produce presión en tu sistema respiratorio. Esto incluye tus senos paranasales, la cavidad nasal y la garganta hasta los pulmones.
En un estudio de 2016, los científicos midieron un nivel de presión de 1 libra-fuerza por pulgada cuadrada (1 psi) en la tráquea de una mujer que estaba estornudando. Cuando una persona exhala con fuerza durante una actividad extenuante, tiene una presión en la tráquea que es mucho menor, sólo alrededor de 0,03 psi.
Mantener un estornudo aumenta en gran medida la presión dentro del sistema respiratorio a un nivel de alrededor de 5 a 24 veces el causado por el propio estornudo. Los expertos afirman que mantener esta presión adicional dentro del cuerpo puede causar posibles lesiones, que pueden ser graves. Algunas de estas lesiones incluyen:
Ruptura de tímpano
Cuando se mantiene la alta presión que se acumula en el sistema respiratorio antes de un estornudo, se envía algo de aire a los oídos. Este aire presurizado entra en un tubo en cada uno de sus oídos que se conecta al oído medio y al tímpano, llamado trompa de Eustaquio.
Los expertos dicen que es posible que la presión haga que su tímpano (o incluso ambos tímpanos) se rompa y cause una pérdida de audición. La mayoría de los tímpanos rotos se curan sin tratamiento en unas pocas semanas, aunque en algunos casos es necesaria la cirugía.
Infección del oído medio
Estornudar ayuda a limpiar la nariz de cualquier cosa que no debería estar allí. Eso incluye las bacterias. Hipotéticamente, la redirección del aire de vuelta a sus oídos desde sus conductos nasales podría llevar bacterias o moco infectado a su oído medio, causando una infección.
Estas infecciones suelen ser bastante dolorosas. A veces, las infecciones del oído medio desaparecen sin tratamiento, pero en otros casos se necesitan antibióticos.
Vasos sanguíneos dañados en los ojos, la nariz o los tímpanos
Los expertos afirman que, aunque es poco frecuente, es posible dañar los vasos sanguíneos de los ojos, la nariz o los tímpanos al contener un estornudo. El aumento de la presión causado por el estornudo retenido puede hacer que los vasos sanguíneos de las fosas nasales se compriman y revienten.
Una lesión de este tipo suele causar daños superficiales en su aspecto, como el enrojecimiento de los ojos o la nariz.
Lesión del diafragma
El diafragma es la parte muscular del pecho situada por encima del abdomen. Aunque estas lesiones son raras, los médicos han observado casos en los que el aire a presión queda atrapado en el diafragma, colapsando los pulmones en personas que intentan contener sus estornudos.
Esta es una lesión potencialmente mortal que requiere hospitalización inmediata. Más comúnmente, puede sentir dolor en el pecho después de aguantar un estornudo debido al aire presurizado adicional.
Aneurisma
Según los expertos, la presión causada por aguantar un estornudo puede conducir potencialmente a la ruptura de un aneurisma cerebral. Se trata de una lesión potencialmente mortal que puede provocar una hemorragia en el cráneo alrededor del cerebro.
Lesión en la garganta
Los médicos han encontrado al menos un caso de una persona que se rompió la parte posterior de la garganta al aguantar un estornudo. El hombre de 34 años que presentó esta lesión manifestó tener un dolor extremo, y apenas podía hablar o tragar.
Dijo que sintió una sensación de estallido en el cuello, que comenzó a hincharse, después de que intentara contener un estornudo cerrando la boca y pellizcando la nariz al mismo tiempo. Se trata de una lesión grave que requiere atención médica inmediata.
Costillas rotas
Algunas personas, a menudo adultos mayores, han informado de la rotura de costillas como resultado de un estornudo. Pero aguantar un estornudo también puede causar la rotura de una costilla, ya que hace que el aire a alta presión sea forzado hacia los pulmones con mucha fuerza.